Antes de adquirir un Rottweiler

A diferencia de las otras razas que han destacado en popularidad, el Rottweiler no es un dulce perro de caza (como el Labrador Retriever, el Golden Retriever o el Cocker Spaniel) ni un adorable perro de pastor (como el Pastor Alemán). Tampoco tiene ninguna similitud con el Caniche, a pesar del cariño que le tienen los alemanes a ambas razas. No, el Rottweiler es un perro enorme y bueno para el trabajo cuyo peso puede superar los 45 kg y cuya estatura puede ser de hasta 68 cm.

La fuerza y el coraje del Rottweiler fue «llamada a filas» en la primera guerra mundial. Su actuación en las potencias del Eje, probaron sus extraordinarias habilidades como perro militar, y ello explica la destacadísima actuación, décadas después, del Rottweiler en el Schutzhund. La vida en la sociedad actual, en la que hay un alto índice de criminalidad tanto en las grandes ciudades como en los pueblos, un perro guardián con este impresionante tamaño y habilidad está muy demandado, tal y como lo demuestran, las estadísticas.

CARACTERÍSTICAS FÍSICAS

Al contrario que las otras razas de tipo moloso, como el Mastín Napolitano, el Dogo de Burdeos y el Bullmastiff, el Rottweiler es un perro equilibrado, bien proporcionado y no exagerado como los gigantes anteriormente mencionados, proclives a la acromegalia y a enfermedades peores. Es incluso acertado decir, que, para su tamaño, es un perro bastante sano, viéndose sólo afectado por la displasia de cadera y algunas otras pocas enfermedades, y su media de vida es mayor que la de otros perros de su tamaño. El pelaje negro liso y lustroso, acentuado por sus manchas de color fuego estratégicamente localizadas, cincela una bella figura. Su cabeza es impresionante, pero no desproporcionada con su cuerpo. Es, de todas todas, un animal majestuoso de un tamaño considerable, aunque no como el Mastiff y otras razas.

PERSONALIDAD

Un atributo importante que posee el Rottweiler es su adiestrabilidad. Es un perro muy inteligente y obediente, capaz de aprender muchas tareas. Su historia como pastor, como perro militar y de guarda y como perro de obediencia y de exposición, habla muy bien de su versatilidad.

El Rottweiler es un animal protector por naturaleza, con la fuerza suficiente para guardarse sus instintos protectores. Muchos adiestradores aconsejan tomarse la educación del Rottweiler con mucho cuidado, dados sus instintos naturales y su fuerza. Se ha utilizado, con gran éxito, el adiestramiento de Schutzhund, cuando éste ha sido dirigido por un adiestrador profesional en un ambiente controlado. A los principiantes no debería ni pasárseles por la cabeza entrenar al Rottweiler para que ataque. Es imprescindible la ayuda de un profesional. En Alemania hay innumerables adiestradores expertos en Schutzhund; en Inglaterra y en los EE. UU. es más difícil hacerse con sus servicios y por ello se recomienda mucha prudencia en lo que se refiere a este tipo de adiestramiento. El Rottweiler es un perro digno de confianza y seguro, de acuerdo con su estatura y su orgulloso origen alemán.

Entrenamiento de un cachorro

Cuando observamos las clases de entrenamiento para cachorros, es facilísimo que seamos seducidos por el panorama de cachorros que felices y de manera obediente, responden sin la correa, o a ordenes verbales y señales corporales para venir, sentarse, caminar junto, o echarse y estarse quietos , que uno tiende a olvidar la razón principal para tomar las clases.Un programa integral para cachorros comprende ambos, tanto el entrenamiento para comportamiento y temperamento , como el trabajo de obediencia, a elección del entrenador.El ingrediente vital es el entrenamiento del temperamento (proveyendo un foro educativo para que lo cachorros aprendan esquemas sociales y para desarrollar la confianza y capacidades sociales, para una interacción amistosa con otros perros y especialmente con otras personas). Los cachorros pueden ser preparados para jugar con otros cachorros y perros, y disfrutar de múltiples interacciones positivas con una extensa variedad de gente, especialmente niños y hombres. La socialización debería ser siempre el eje de un programa para cachorros, ya sea que se componga de un grupo de propietarios formando un círculo en el piso con los cachorros en el centro jugando amistosamente o si le apetece, la práctica de destreza sin correa a media sesión de juego.

ENTRENAMIENTO DE OBEDIENCIA

El entrenamiento de obediencia es necesario para que los propietarios tengan control sobre la posición corporal de sus perros en sus hogares y durante actividades. Algunas formas de entrenamiento de obediencia práctica es necesaria para todos los perros., no importa cual sea su situación. Ciertamente todos los aspectos del entrenamiento de obediencia pueden ser efectivamente llevado a cabo a cualquier momento de la vida del perro, pero suele ser mucho más fácil, rápido y más placentero cuando es apenas un cachorro. Como sea, sin importar la facilidad del entrenamiento temprano, no olvidemos nunca que la obediencia es únicamente la tercera razón para las clases de cachorros. Aún así , la perspectiva de un control temprano de la mascota mediante órdenes verbales y sin correa , es una motivación válida para inscribir a los cachorros en clases que adicionalmente ofrecen una urgente modificación de comportamiento y todo el importante entrenamiento de temperamento. Es francamente improbable que los propietarios lleven a sus cachorros a toda prisa a un programa de entrenamiento especializado en anti agresión e inhibidor de mordidas .

ENTRENAMIENTO DE COMPORTAMIENTO

El comportamiento del un perro puede ser modificado en cualquier etapa de la vida del perro, de cualquier manera entre mas viejos, más difíciles. Generalmente es mejor lidiar con problemas de comportamiento antes de que afloren; para modificar el comportamiento del perro antes de que los problemas potenciales muestren sus “feas cabezas”, o antes que problemas incipientes se conviertan en catástrofes. Sin una guía suficiente (modificación de comportamiento) , el perro sería dejado a improvisar y a buscar por si solo, una terapia ocupacional que tomarían largas horas, cuando es dejado invariablemente solo en casa. No hay duda que algunos propietarios catalogarían las improvisaciones del perro como inaceptables . En poco tiempo, las expresiones inapropiadas del perro de su comportamiento, se convertirán en parte integral de su rutina diaria. Por ejemplo, los comportamientos se convertirán en hábitos….. malos hábitos.

Esto es injusto tanto para el perro como para el propietario, debido a que por el resto de la vida del perro, sin duda, el primero frecuentemente se irritará por el mal comportamiento del segundo y por lo tanto este será también frecuentemente castigado. Mas aún, para reeducar un perro con malos y muy arraigados hábitos, de inicio es necesario romper el mal hábito, antes de reentrenar al perro. Por ejemplo, para hacer que un perro renuncie al habito de ladrar después de 10 años de hacerlo, es como tratar convencer a una persona que fuma desde hace 40 años, de que abandone el mal hábito.

Es razonable educar a un perro desde cachorro de tal manera que se habitúe a no ladrar excesivamente. Un ingrediente vital en el entrenamiento de cachorros es el involucrar a los propietarios preparándolos en como prevenir problemas comunes de mal comportamiento (como enseñar a su perros de manera apropiada y alternativas aceptables parra el comportamiento normal canino). Por ejemplo, qué masticar, en donde defecar, donde cavar, cuando ladrar, cuando saltar , cuando estar activo, etc. En particular, es esencial detectar cualquier problema incipiente de mal comportamiento , que aflore en la clase, aun a expensas en retardar la enseñanza de los comandos “heel” y “sit”.

En efecto, la maestría de obediencia puede esperar, mientras que en los problemas de comportamiento, “las arenas del tiempo ya están corriendo”. Por ejemplo, en lugar de permitir a un cachorro ladrador deje sordos a todo el mundo en la clase que durará 6 semanas (asentando un precedente para el perro que crónicamente irrita a sus amos y engendra el rechazo de los vecinos de manera perpetua), durante la primer semana de clase , enséñele al cachorro ladrador a “sush” por lapsos de tiempo progresivamente más largos. Adiestre al propietario para que le enseñe al perro el “sush” en su máxima expresión.

De manera similar los problemas de defecación dentro de la casa, en la clase debería ser tratado de forma inmediata; no pierda el tiempo limpiando el excremento, el propietario debe aprender a empujarlo (mientras le indica al perro que cometió un error con una reprimenda:”fuera” , “out side”, etc.) todo en menos de un segundo. Con una simple palabra lo puede reconvenir, ciertamente lo está asustando, pero puede rectificarse posteriormente sacando al perro y diciéndole:” good dog” o “buen perro”. Ahora sí , limpie el excremento. Este tipo de problemas presentan de manera especial una posibilidad a la que hay que temerle. No por el pequeño cachorro, sino porque si un pequeño cachorro defeca en el entrenamiento , generalmente es únicamente la muestra de un sin número de defecaciones de proporciones adultas en el hogar. Si el perro se ensucia en casa, tiene muchas probabilidades de ser relegado afuera, en donde por supuesto, empezara a masticar objetos, a cavar en el jardín, a ladrar y a escaparse para aliviar el aburrimiento de un solitario confinamiento, para que después el propietario se canse y le busque otra casa.

Es de mucha ayuda tener en mente que los problemas de comportamiento, aún los más simples como la defecación dentro de la casa, matan mas perros que los virus y bacterias. Si el perro presenta problemas de comportamiento y no se resuelven pronto , el perro no estará preparado para enseñarle el comando de “sentado” y el “ heel”.

ENTRENAMIENTO DEL TEMPERAMENTO

A diferencia del entrenamiento de obediencia y las modificaciones de conducta, el entrenamiento de temperamento tiene que ser visto en un contexto de desarrollo y debe ser realizado durante la etapa de cachorro. La intervención preventiva es clave; retardarlo, es por así decirlo, una locura. Las medidas preventivas son fáciles , eficientes, efectivas, virtualmente no requieren esfuerzo y pueden disfrutarse en la mayoría de los casos, el tratamiento de los problemas de temperamento en los perros adultos consumen mucho tiempo, son difíciles y generalmente peligrosos.

Simplemente es imposible criar un perro que consiga un 300 de puntuación en el ring y que nunca quebranta el comando de “estate sentado” (sit – stay)., es imposible criar un perro con un temperamento perfecto (un perro que nunca muerde o pelea). Ciertamente la buena crianza es esencial pero por si misma, la cría selectiva no es suficiente. Las marcas perfectas y los comandos con alto rendimiento son el producto de un largo, extenso y buen entrenamiento. Similarmente, los perros tienen que ser entrenados para no pelear y entrenados para nunca morder a las personas.

El temperamento de cada perro debe ser modificado de algún modo (moldeado para que se adapte a la vida del propietario) . todos los perros son diferentes: algunos perros son desconfiados, en donde otros son muy decididos, algunos son flojos y otros muy activos, algunos tímidos y otros reservados, distantes, antisociales, otros demasiado amigables. La gente tiende a olvidar que el perro doméstico, no es tan doméstico, hasta que no ha sido entrenado y socializado adecuadamente. Si el perro no ha sido socializado y no se ha inhibido su tendencia a morder , entonces el llamado perro domesticado (de cualquier raza) es mucho peor que un animal salvaje.

Los programas para cachorros que promueven la socialización temprana , un contenido social enriquecido y un entrenamiento de temperamento, con la utilización liberal de juegos mas comida , juguetes y atractivos sociales, así como recompensas en el entrenamiento, son la única solución práctica para los problemas de temperamento. Si los propietarios permiten a sus perros suficientes oportunidades para jugar con otros cachorros y perros , los problemas potenciales más frecuentes se solucionan por si mismos. Los cachorros virtualmente se entrenan solos para ser amigables y llevaderos.

Un perro socializado juega con otros perros, en vez de pelear o esconderse. Incluso, el temor generalizado que prevalece en la mayoría de los perros adultos es virtualmente inexistente si se aplica previamente el entrenamiento y la socialización para cachorros , así como el entrenamiento sin correa. Ciertamente, aún los perros adultos bien socializados tendrán sus bemoles. En este aspecto no son muy diferentes a las personas. Existen muy pocas personas que pueden decir que nunca han perdido la calma, nunca han discutido y que nunca han agredido físicamente a otra persona (generalmente un niño o un cónyuge) estando enojado. Por otro lado existen muy pocas persona que han lesionado seriamente o asesinado a alguien. Sin embargo, es absolutamente falso esperar que un perro (sobre todo los machos) nunca riñan, pero también es absolutamente razonable, esperar que los perros sepan como resolver sus diferencias sin lesionar a sus adversarios, de igual a igual, de echo, aún sin ningún contacto dental o derramamiento de sangre.

Aún más, estos destrezas sociales deben adquirirse a una edad temprana , cuando son cachorros. La razón principal para los juegos es para que aprendan a inhibir la fuerza de sus mordidas y desarrollen hocicos dóciles, antes de que sus maxilares alcancen la fuerza suficiente para infligir serios daños. Los juegos además permiten que los más jóvenes aprendan el contexto apropiado de elementos individuales en la totalidad de su repertorio conductual. Con una socialización inadecuada , tanto la falta de confianza como de interacción social, se ven evidenciadas cuando se esconden o se quedan quietos , o cuando tienen actitudes de “mucho macho” ladrando y gruñendo; en encuentros sexuales se evidencia con problemas de convivencia, camadas de pequeño tamaño o problemas maternales, etc.

Las clases para cachorros son esenciales para preparar a los propietarios de estos, a que les enseñen para inhibir la costumbre de morder: para inhibir primeramente y de manera sistemática, la fuerza de la mordida , hasta que la presión de la misma es eliminada; en segundo lugar la incidencia de mordidas (que por ahora son solo mordiscos). Cuando se trata con problemas potenciales tan serios como la agresión a humanos, es prudente tener varias líneas de defensa por lo menos, un par de programas:

1. INTENTAR DESENSIBILIZAR AL CACHORRO A CUALQUIER POSIBLE PROVOCACION .
2. ENSEÑAR AL CACHORRO A INHIBIR TANTO LA FUERZA COMO LA FRECUENCIA DE SUS MORDIDAS.

Así , si alguna situación surgiera, para lo cuales no hemos probado el perro, (por ejemplo, si un niño vestido de Batman brinca en el tórax del perro, o le prensa la cola con la puerta del auto) , el perro por lo menos ha sido socializado con niños, ha sido expuesto a una gran variedad de situaciones raras, ha sido desensibilizado a un manejo doloroso, por lo que sabe perfectamente que no debe morder , pero si lo hace …. una buen inhibición de la mordida, traerá como consecuencia apenas una raspadura en la piel, eso si es que hace contacto con la piel después de todo.

Existen muchos tipos de desensibilizaciones y ejercicios de afirmación de la confianza (algunos se describen en mi manual “Preventing Aggression” (Prevención de Agresiones) y otras son mostradas en mi video “SIRIUS Puppy Training” (Entrenamiento de Cachorros SIRIUS). La mayoría de los ejercicios utilizan la recompensa con alimento en el entrenamiento, siendo el método de elección cuando se trabaja con perros temerosos o agresivos. Desafortunadamente , durante el inicio del entrenamiento del temperamento es contraproducente felicitar y/o acariciar al perro, tomando en cuenta que el perro o cachorro se encuentra temeroso o irritado por la voz y el contacto manual de un extraño. Irónicamente , esta fue básicamente, la causa más frecuente del problema.

Para describir únicamente un ejercicio: la alimentación con la mano. En la primera etapa de la alimentación con la mano al “súper perro”, el perro aprende a disfrutar de la compañía humana cerca del plato de comida. Aprende a tomar la comida gentilmente (inhibición de la mordida) y el “Off” (fuera) o “Wait” (espera), ambos útiles en la enseñanza de la inhibición de la mordida, y el “Take it” (tomalo) . “Off” significa : no toques la comida a menos que se te indique; “Take it” : inicialmente al perro se le entrenó que si no toca la comida por un período de tiempo progresivamente alargado, siempre llegará un momento en que lo podrá tomar. Una vez enseñado, el propietario tiene la opción de no vetar el comando “Off” , el cual significa ahora: no lo toques, para nada.

Existen numerosas aplicaciones de estos comandos: “Take it” incita al perro temeroso a tomar el alimento o juguete de un extraño. ( y al mismo tiempo, enseña al Malamut y al Akitas, como tomar un objeto con el hocico) “Gentilmente” instruye al perro como tomar comida de un niño que no le es familiar, y como jugar con el gato o con un perro tímido. “Off” es útil para instruir al cachorro en parar de mordisquear así como a no tocar una gran variedad de objetos como los pañales del niño, al niño, el traje dominical, el conejo de Pascua del vecino, el pájaro muerto, depósitos fecales de origen desconocido, serpientes , perros temerosos o un gran perro agresivo.

Ian Dunbar PhD, BVetMed, MRCVS
SIRIUS Puppy Training
copyright 1999 Ian Dunbar

Traducido y Reproducido con permiso de su autor

TRADUCIDO POR:

Dr. Ricardo Aldana Salcido
E-Mail: dr_aldana_s@yahoo.com.mx

 

AUTOR

 

Dr. Ian Dunbar
Web: Dog Star Daily

El manoseo, algo sencillo y rápido

INTRODUCCIÓN.

El autor publica este árticulo en Julio del 93 en la Revista de la Canina de Valencia, como fruto de las experiencias acumuladas por los trabajos en educación canina realizada sobre cachorros de todas las razas, entre los 2 y los 6 meses de edad. Dichas practicas se realizaron en primer lugar por mí y a continuación por su propietario una vez a la semana en mi consulta y el resto de los dias de la semana por el mismo y en su propia casa. En la actualidad, son más de 1000 perros a los que se les ha practicado el MANOSEO, en el Centro de Educación Canina de Misana y otros tantos los guías que han apredido a realizar de forma rutinaria dicha actividad. El seguimiento de la conducta del perro, ante las manipulaciones, ha sido comprobada hasta que el perro ha terminado sus enseñanzas en la escuela, un porcentaje elevado a los 14 meses y una minoria a los 24 meses de edad, presentando siempre una alta estabilidad emocional y un adecuado comportamiento. No he tenido constancia de que ninguno de los ejemplares presentara problemas de conducta en el veterinario o exposiciones, a lo largo de toda su vida.

CONSIDERACIONES INICIALES.

Si bien cada perro es único en su forma de ser, cada sexo tiene sus diferencias, y en cada edad tiende a presentar unas determinadas conductas, sobre todo en su etapa de cachorro, cada raza determina, en rasgos generales unas determinadas tendencias. Por ejemplo, los propietarios de un Rottweiler de exposición son conocedores de su reticencia a dejarse ver los dientes ante el Juez de Belleza. Así como los Belgas evitan el toqueteo de sus cataplines o de su rabo. Lo cual no quiere decir que existan Rottis que no se dejen tocar sus atributos masculinos así como pueden existir Belgas que no se dejen ver la boca.

En general a ningún perro le gusta que le exploren o a no ser que haya aprendido mediante refuerzos positivos a sufrir una invasión de ciertas zonas de su cuerpo.

LA INNOVACION.

¿Qué se puede aportar al mundo del perro que no haya sido ya utilizado? Poco, pero muy interesante y útil.Vamos a ver: todo el mundo toca a su perro, le acaricia pero de poco le sirve cuando intenta que se esté quieto mientras le pone unas gotas de colirio en sus ojos. Todos los expositores veteranos tienen unos perros super estáticos mientras estan en el ring o en la mesa de peluquería, pero emocionalmente sosos o apagados. Incluso los etólogos clínicos se han dado cuanta de la utilidad de estas prácticas recomendandolas desde la más temprana edad del perro, pero se han olvidado de una cosa muy importante: del PREMIO. Quizá consideren que la voz sosegada del dueño, las caricias y el empezar la habituación en el 2º mes de la vida del perro son motivo de éxito. Aunque según mi experiencia el éxito es mayor cuanto mayor sea la recompensa y el premio que vamos a utilizar es el refuerzo un instinto primario, de supervivencia: EL AGUA.

OBJETIVO

• Habituación del perro a ser tocado por su dueño.

• Mantener el estado emocional estable a pesar de las manipulaciones que realicemos en su cuerpo.

VENTAJAS

• Estabilidad emocional en su presentación en Exposiciones Caninas y Test de carácter o socialización.

• Facilita la labor en la clinica veterinaria (exploraciones, curas, vacunas…) y en la peluquería canina.

• Garantiza la dominancia del dueño sobre el perro sin ningún traumatismo para nuestro amigo de 4 patas, diferiendo sobre la producida por la técnica del Dominance-Down.

EDAD IDEAL DE INICIO.

Al principio de la etapa de socialización, en la mayoría de razas caninas, a partir del día 19º de su nacimiento. Lo normal es empezar las prácticas al adquirir el cachorro, NUNCA en la 9ª semana de vida.

ESTABILIDAD EMOCIONAL SEGÚN SU PERFIL CANINO.

Coincidiendo con las observaciones de Daniel F. Tortora, especialista en conducta, clasifico la estabilidad emocional de diversas razas en:

• Muy Inestables: Cocker Spaniel, Doberman, Bobtail.

• Inestables: Afgano, Pastores Belgas, Collie, Teckel, Pastor Alemán, Caniche Enano, Yorshire Terrier, Podenco Ibincenco, Perro de Aguas Español, Pequinés, Gos d’Atura.

• Estables: Akita Inu, Airedele Terrier, Alaska Malamute, Beagle, Boyero de Flandes, Boxer, Chow Chow, Fox Terrier, Pointer, Labrador Retriever, Rottweiler, Schnauzer, Siberian Husky, Perdiguero de Burgos.

• Muy Estables: Basset Hound, Gran Danés, Mastín Español, Mastín de los Pirineos, Setters, Bulldog Inglés.

¿DÓNDE REALIZAREMOS EL MANOSEO?

• Hasta los 5 meses subiremos al cachorro en una mesa estable, desaconsejamos los bancos donde pueda refugiarse en la pared. Para jóvenes y adultos que se inicien en este ejercicio utilizar una sólida mesa.

• Realizaremos las prácticas en una habitación tranquila y sin visitas.

• A partir de los 6 meses en cualquier lugar con distracciones o en el club de trabajo.

¿CUÁNDO REALIZAREMOS EL MANOSEO?

Hasta el 5º mes:

• Después de mantener una relación agradable con el cachorro y haberle “quemado” parte de su exceso de energía, mediante los juegos de pelotas o mordedores.

• Al volver después de un largo paseo por el campo. ¡Cuidado con el agua!

Para jóvenes y adultos novicios: Tras las practicas de trabajo, paseo en bicicleta, después de un fuerte ejercicio físico.

¿CÓMO REALIZAREMOS EL MANOSEO?

Subiremos en brazos al perro a la mesa, capturandole, y no llamándole para que venga. Le daremos un mini trago de agua y le diremos: Prou (en valenciano: bastante) que te la terminarás, el agua no, la sed. Retirándole a continuación el bebedero que lo dejaremos en un banco adjunto y no encima de la mesa.

Empezamos el manoseo en el siguiente orden:

Cogiendo su cabeza como si fuera un sandwich formado por nuestras manos dejando libres nuestros 2 pulgares. Con habilidad si hace falta nos podemos auxiliar de la correa o el collar. Bajar el párpado inferior, si la coloración de la mucosa es rosada o roja el perro está normal, si es blanca o pálida puede sufrir algún tipo de anemia. Al comprar el perro observar si existe entropión (pestañas que contactan con el globo ocular) o ectropión (caso inverso). En las primeras prácticas no quitarle ni las legañas.

Reteniéndole de la parte inferior del cuello con una mano, con la otra observaremos cada una de las orejas. Tener la precaución que aconsejan los otorrinos: no meter en el interior de la oreja nada más pequeño que el codo. Podemos limpiar el pabellón externo de la oreja, por su cara interna, con toallitas que existen ex profeso en el mercado. No utilizar bastoncillos. En las primeras prácticas no arrancar los pelos internos, si nuestro perro es del colectivo de razas en que es aconsejable realizar dicha función.

Sujetar con firmeza con una de nuestras manos, la piel de la parte inferior del cuello, en el punto donde debajo de la boca del perro se inicia la papada. Con la otra mano, no abrirle la boca, sino levantar los belfos laterales uno a uno y por último la zona de la trufa para ver sus incisivos. CUIDADO en no ejercer presiones en la nariz, aplastarle los pelos del bigote produce dolor sobre todo en las razas de perros que tienen cerdas duras.

En las primeras prácticas no limpiarle la suciedad de su trufa, de restos de comida o tierra.

El cachorro debe permanecer de pié sobre sus cuatro patas, si se sienta, debemos colocar una mano en su ingle, frontalmente, de manera que la palma de nuestro mano contacte con la cara interna su muslo, de inmediato se levantará, con la mano que nos queda libre acariciarle el dorso, grupa, flancos y rabo. Después pasarle una carda o manopla de goma sin grandes afanes de limpieza.

Los perros no tienen clavícula y sus brazos entroncan con su caja torácica mediante tendones, es lógico que recelen de que se les provoque alguna lesión. Si toleran que levantemos y doblemos sus metacarpos, muñecas hacia atrás para explorar sus membranas interdigitales, buscando espigas del campo, garrapatas. Después de las prácticas iniciales podremos aplicar ceras endurecedoras o aceites para curar sus grietas.

Traccionar sus piernas hacia atrás podremos observar las almohadillas plantares, al tocarle con nuestros dedos produciremos cosquillas, algunos ejemplares dan coces.

Es la prolongación de la columna vertebral, por lo tanto una zona sensible, debe tratarse con delicadeza. No levantar en exceso, duele. Dialogar con el Dr.Veterinario para evitar introduzca el termómetro para comprobar su temperatura o para comprobar si tiene parásitos, a no ser que sea imprescindible. Es probable que al observar la estabilidad de nuestro cachorro opte de realizar exploraciones excesivas.

En el 6º mes de vida del cachorro, deben de haber descendido hasta el escroto, comprobar si hay dos. Practicar a encontrarlos mediante la utilización del dedo pulgar, índice y corazón. No hace falta verlos, con tocarlos con rapidez y suavidad, sobra.

En las primeras sesiones utilizar un pulverizador, después pasaremos al uso del ruidoso spray. No pulverizar ni en la cabeza ni en el pecho. Cepillar todo su cuerpo con una carda suave, primero por el envés y después por la parte correcta de la carda, donde están las púas.

Utilizar un premio al que ningún perro puede renunciar: EL AGUA. Destribuirla puntualmente: Primero al subirle a la mesa y después de cada manipulación de cada una de las partes del cuerpo darle un pequeño sorbo de agua, de forma que al perro le quede sed, que podrá saciar cuando estemos realizando la última intervención. mientras pulverizamos y cepillamos su cuerpo.

El hecho de satisfacer la necesidad de beber permite al perro deducir que el manoseo es positivo y agradable, incentivándole a colaborar en dicha actividad.

OBSERVACIONES

• A las dos semanas de prácticas, antes de bajarle de la mesa y después del último trago de agua, colocarle en “stat” unos 5 segundos, bajarle en brazos y mostrarle nuestra alegría palmoteando nuestras manos.

• Si el cachorro se resiste a ser manipulado, hay que fatigarle más en los juegos o paseos y realizar el manoseo con mayor brevedad “mordiendole” con nuestra mano izquierda, debajo del cuello, en la parte alta de la papada. Cuando cesen sus devaneos darle un trago de agua, acariciarle cualquier parte del cuerpo no conflictiva y paciencia. El cachorro necesita comprobar que no vamos a causarle ningún daño. No gritarle NUNCA.

• No practicar el manoseo mientras come.

• Todos los objetos que utilicemos en la manipulación le serán presentados con anterioridad para que los huela.

• Al principio ser breves, podemos realizar el manoseo en tres minutos.

• No es conveniente practicar los ejercicios en la novena semana de vida del cachorro, nuestro can necesita disputar su jerarquía, si le vencemos quedará muy hundido moralmente y si perdemos tendremos que cambiar de lugar de prácticas, incluso necesitaremos de alguien que nos ayude.

• Si a nuestro perro no se le ha manoseado , empezar los ejercicios como si fuera un cachorro, subirle a la mesa un rato, darle de beber y empezar desde el principio, hasta realizar las prácticas en el suelo.

• Al terminar la sesión del manoseo, comprobar en que medida le ha afectado a nuestro amigo, el realizarle este ejercicio: si quiere jugar con nosotros podremos aumentar las manipulaciones, si por el contrario nos huye y se esconde dejarle solo. Procurar que en la siguiente sesión que tenga una mayor sed, mayor fatiga y más breves en el manoseo.

• La primera práctica vale por un millón, luego mentalizarse que vais a trabajar, tener todos los preparativos y actuar metódicamente. Suerte.

La teoria del lider macho

La estructura social de los perros domésticos siempre se describe en términos de una jerarquía dominante, en la cual el perro líder, o “alfa”, domina sobre todos los de mas miembros de menor rango; el de segundo rango está subordinado al líder , pero domina al resto de los miembros también y así sucesivamente. Por cierto, son creencias populares:

1. el rango se establece y mantiene por medio de la fuerza física y el dominio.

2. entre mas dominantes, más agresivos (por ejemplo, los rangos mas altos).

3. el perro más dominante , es el más agresivo. Además se asume que los perros que frecuentemente amenazan, gruñen, pelean y muerden, son siempre alfas.

La mayoría de las aseveraciones anteriores son totalmente erróneas y fuera de contexto. No únicamente traiciona sino que es, teóricamente una visión muy simplista de una de las estructuras sociales mas sofisticadas; además, dichas nociones tienden a ser contraproducentes , inhumanas y peligrosas cuando son cabalmente extrapoladas al entrenamiento canino, o al tratamiento de problemas de comportamiento.

RANGO SOCIAL Y AGRESIVIDAD:

Generalmente se asume que los rangos más altos se correlacionan con el grado de agresividad. En realidad, un líder gruñón o violento, raramente es encontrado. Los lideres raramente son gruñones o violentos – casi nunca necesitan ser así !. El verdadero líder canino es un individuo seguro y confiado de su posición privilegiada y no tiene la necesidad ser nervioso ni de encolerizarse para asegurar su rango. En las palabras de la psicóloga Dr. Linda Carlson: ” si lo tienes , no tienes necesidad de ostentar”. Un verdadero perro líder comparte un juguete, un hueso un lugar para dormir, en vez de pelear por ellos. Por otro lado, los perros inferiores raramente se gruñen tampoco . La primer regla para un miembro de rango bajo es mantenerse con un perfil bajo. Ladrar y gruñir, solo consiguen una atención indeseada y si se convierte en pelea, el perro de menor rango ciertamente perderá.

Un perro líder, tiene poca necesidad de amenazar, un perro de menor rango estaría loco si lo hiciera. Sin duda, los gruñidos excesivos y las peleas frecuentes son indicativos de una inseguridad escondida e incertidumbre acerca del rango social , en relación con los otros perros. Dentro de un grupo social las actitudes tempestuosas y agresivas, son características de las jerarquías medias. Los perros de rango medio , amenazan y pelean mas frecuentemente que el de mas alto rango (o inclusive, que los de mas baja jerarquía). Con el advenimiento de una nueva camada en la escena social, no es raro que el perro de mas bajo rango se convierta en un ultra líder con los cachorros, mientras mantiene su mas bajo perfil con los otros adultos, el “ex” de menor rango, puede explayar su mas alto poder con actitudes altivas: implacables peleas o discusiones con los cachorros y adolescentes (sobretodo los machos) mediante miradas fijas, acechos , persecuciones, ladridos y gruñidos. Una vez que el perro de menor rango asume su responsabilidad en la retaguardia, los otros machos adultos (o próximos a serlo) casi nunca molestan a los mas jóvenes y casi siempre la atmósfera social se hace mas relajada y menos tensa.

SUBORDINACION DE LAS JERARQUIAS

Cuando el panorama de una jerarquización exitosa es vista dentro de un contexto de desarrollo, viene a ser patente que la ” subordinación de las jerarquías” es mas un término descriptivo en la estructura social canina. La premisa fue sugerida primeramente por el primatólogo Dr. Thelma Rowell. El mantenimiento de una jerarquización existente depende de los subordinados, con respecto a los individuos de mas alto rango. El estatus se mantiene debido a que los individuos de menor rango casi nunca retan la autoridad o lo hacen de manera muy ocasional; si es necesario reforzar el rango mayor, lo hacen mediante lenguaje corporal o mas bien con dominio Psicológico.

DESARROLLO DE LAS JERARQUIAS.

Creciendo rodeados de cachorros mayores, de perros adolescentes y adultos , los cachorrillos simplemente no pueden competir en la escena social, en vista de su pequeño tamaño, de su pequeño físico y menor fuerza psicológica. Entonces, los cachorrillos aprenden su lugar, antes de convertirse en lo suficientemente grandes y fuertes para amenazar el orden establecido. La mayoría de los adultos son muy tolerantes con los cachorros hasta que llegan a la adolescencia, en donde los adultos (los machos especialmente) los persiguen de manera implacable, se paran sobre ellos y les gruñen (sobre todo a los machos). Aún así, el acoso de un perro adulto es mas psicológico que físico. Sería perversamente “sub socializado”, un perro adulto que agrediera físicamente a un cachorro.

No obstante, durante ese desarrollo crucial de jerarquías, los jóvenes cachorros y los adolescentes son extremadamente intimidados por el incesante acoso, y consecuentemente aprenden a responder con gestos exagerados para calmar el tormento inflingido por sus mayores. Mas aún, los cachorros y los adolescentes rápidamente aprenden que las molestias que les provocan los mayores pueden ser prevenidas tomando la iniciativa y demostrando sumisión antes de ser acosados. Estas actitudes sumisas comprenden: retiradas sumisas, aproximaciones con las orejas echadas hacia atrás, gesto facial de sumisión, cola entre las patas con meneo. Los más jóvenes manosean la faldilla y lamen el hocicos de un perro mayor. (el manoseo infantil, así como las lamidas en el hocico solicitando comida a sus compañeros, ahora tienen un nuevo significado, y son practicados como gestos apaciguadores en los adolescentes y perros adultos). Además, los perros de menor rango se tiran y elevan una pata mostrando su zona inguinal. Algunos orinan de manera sumisa. (los perros adultos pueden determinar la edad de un cachorro o adolescente oliendo la orina de los mas jóvenes).

De aquí en adelante, para mantener la armonía de la escena social, los perros de mayor rango únicamente necesitan castigar a aquellos individuos que no muestran respeto voluntario en su presencia. Aún esto, usualmente lo hacen con nada más que una mirada penetrante.

MANTENIMIENTO DE LAS JERARQUIAS.

Tanto las peleas como el dominio físico raramente juegan un papel importante en el mantenimiento de las jerarquías. Por el contrario, la función mayor de la estructura jerárquica es disminuir la cantidad de peleas. Una vez establecida , la jerarquización provee muchas de las respuestas antes de que los problemas surjan. Por ejemplo, donde existen dos perros pero únicamente un hueso, de antemano se conoce cual es el propietario, no existe nada por qué pelear. Problemas potenciales son de manera similar predecibles en jerarquías humana establecidas. Por ejemplo, en una jerarquización bien establecida , el problema de un solo lugar de estacionamiento y dos automóviles (el Roll’s del director ejecutivo y el Ford Scort del asistente de la gerencia de ventas; realmente no es un gran dilema. Sin embargo, si se trata del automóvil del gerente de ventas quien maneja un Jaguar, y el asistente de la gerencia de ventas y maneja un VW…..). Quiero decir, quien en su sano juicio , se estacionaría en el lugar del jefe. Nadie lo haría, por lo tanto no hay problema.

Es similar en los perros. El malentendido acerca de la relación que existe entre rangos, dominio y agresión, tienden a exacerbar problemas de peleas, las cuales son el producto de falta de socialización y de la mezcla de perros adultos socialmente mal preparados. Además, las nociones erróneas del comportamiento canino que tienden a adoptar propietarios de machos lideres, quienes estimulan e incitan a sus perros a gruñir, para creer que poseen perros muuuuuy malos!. Esta clase de personas (generalmente barones adolescentes de 13 a 59 años de edad ), que visten un solo guante negro y poseen un perro macho de la media docena de razas que conocen, las cuales no me molestaré en mencionar (pudiera provocar un poco de dolor en la clase), en algunas ocasiones es posible ponerlos al tanto con un comentario/insulto como: “que gran perro! Que lástima que sea tan gruñón. Bueno, por cierto, podemos afianzar su confianza y convertirlo en un perro líder. Porque los perros líderes no gruñen tu sabes, no necesitan hacerlo”. Nunca dejaré de sorprenderme de cuantos idiotas potenciales existen , o de hecho, cuantos irresponsables lo han hecho de esta forma.

Desafortunadamente el daño real del concepto “alfa” del dominio físico, descansa en su cuestionable extrapolarización hacia el entrenamiento canino. En vez de ser educativo, mucho de los llamados “métodos de entrenamiento” , son precisamente contrarios a los derechos de los animales si no es que abusivos; en ocasiones los perros son vistos como enemigos, en vez de verlos como nuestro mejor amigo. Muchos de los juegos, gestos de bienvenida y temor son malinterpretados como el inicio de una agresión, otorgando al propietario que no piensa, de una excusa muy conveniente para abusar del perro , bajo la apariencia de “entrenamiento”.

Por ejemplo, mordiscos, pilo erección, gruñidos, y la elevación de los labios son frecuentemente interpretados como signos de dominio, mientras que son de hecho mas frecuentemente, signos de miedo ( muy probablemente como producto directo de una persona golpeando a un pobre perro). De manera similar, los propietarios son advertidos que el marqueo con orina , abalanzarse sobre la gente , robar comida, los saltos y el prolongado contacto visual, son signos de dominio, por lo cual el perro debe ser castigado. Algunos son consejos erróneos y de significados confusos que tratan de quitar la diversión al propietario del perro. En mi libro:

– El perro que orina dentro , necesita ser entrenado

– El perro que se monta en la gente : a)necesita ser instruido para que desista y b) requiere de presentación social con otro cuadrúpedo.

– El perro que roba comida : a) esta desesperado por tener un dueño que le quite la comida de enfrente y b) requiere la presentación de mi juguete de trapo favorito.

– El perro que salta , simplemente requiere la enseñanza del comando “sentado” cuando llega gente.

– El perro que juega con el truco del contacto visual, necesita que se le enseñe: a) que el contacto visual con humanos no es amenaza, b) que desvíe la vista o vea sus patas bajo comando y c) a mirar de manera cariñosa a su comprensivo amo.

Ciertamente, necesitamos controlar a los perros (pero se requiere control mental, no dominio físico). Aun con la experiencia previa, los “manejadores” de perros de mediano rango pueden estar sujetos a jaloneos, colgadas, tiradas al piso, y / o pelear con el perro hasta que se humille…. cual es el punto de ganar una batalla si se pierde la guerra? Que ventaja posible existe en convertir un perro “dominante” en uno miedoso? Ambos son inútiles como compañeros o como perros de trabajo. Yendo más lejos, la mayoría de las correcciones físicas están mas allá de las capacidades físicas y mentales sino de todos, sí de algunos entrenadores. Y así, ¿porque aconsejar a propietarios novatos a entrar en un competencia física a la que están destinados a perder?. De hecho, porque abusar del perro, cuando es posible conseguir el mismo fin utilizando el cerebro en vez de la fuerza? Porque tratar de caminar sobre el Atlántico, cuando puedes tomar un avión.

Nosotros recomendamos métodos de entrenamiento que son efectivos y descansan en las capacidades del promedio de propietarios de perros, incluyendo mujeres, niños y los mayores. Si hemos aprendido algo estudiando del comportamiento canino… los propietarios deben establecer control en un contexto de desarrollo, mientras el perro siga siendo un cachorro. En vez de llevar al perro a la sumisión, es mucho mas fácil convencerlo de que se una al equipo, de manera que disfrute el vivir con nosotros , en vez de pelear contra nosotros.

04-02-2008

Ian Dumbar Ph. D., BVetMed, MRCVS

Derechos reservados 1989 Ian Dumbar

Traducido y Reproducido con permiso de su autor

TRADUCIDO POR:

Dr. Ricardo Aldana Salcido

Trato con el perro agresivo

 

Los perros no son los problemas, los propietarios son el único problema. ”

Yo tuve conocimiento de esto a través de un e-mail que recibí con anterioridad al espectáculo. El individuo (quien no firmó con su nombre) me rogó que escribiese una carta al programa quejándome sobre por qué ellos se atrevían a hacer un espectáculo criticando a los perros que había mordido a la gente. No es preciso decir que no respondí al e-mail pero si miré el programa. El hecho es el espectáculo era más bien : bien hecho y preciso. Si yo tuviera que criticar algo me hubiera gustado conocer más en detalle el tema de estos perros demasiado agresivos y como tratar con ellos.

Aquí citamos simplemente un poco de lo que fue explicado por el programa:

• El 90% de las mordeduras de perro suceden a la gente que conoce a los perros

• La mayoría de los perros mordedores son la mascota de la familia

• Entre un 60% y un 70% de las mordeduras de perro son producidas a los niños o a los ancianos

• Un 40% de las mordeduras a los niños resultan con pérdida de tejido facial (labios, mejilla, etc)

• 1/2 de los perros provocados muerden a sus provocadores.

Sobre la agresividad en perros ha un número diferente de causas que pueden encauzarse en dos áreas diferentes: mala selección o mala socialización.

Un perro agresivo no muestra un gesto feo un día y pasa a ser un monstruo. A lo largo de su vida ha mostrado señales que han advertido que no es un animal amistoso normal. Como un jovenzuelo puede haber actuado como un animal tímido que no quiso tratar nada con forasteros o lugares extraños. O podría haberse desarrollado lentamente como un valentón después de gruñir a la gente que se acercó sus juguetes o plato de comida.

Nosotros no podemos culpar realmente el propietario por extrañar muchas de las señales tempranas de advertencia.

Hay un número de tipos diferentes de agresión que los perros mostrarán. Más adelante enumeraré las áreas principales de agresión explicando como tratar con los problemas relativos a cada tipo de agresión. La comprensión de donde tiene sus raíces la agresión ayudará la gente a comprende los métodos que se deben usar para controlar el problema.

Los tipos de Agresión:

La Agresión Dominante:

Mucha gente piensa lo majo que es un joven cachorro cuando gruñe y muerde a los dedos que consiguen acercarse a los juguetes o escudilla alimentaria. Ellos ríen y muestran sus amigos cuan malvado es este cachorro y como será cuando crezca.

Lo qué ellos no comprenden es que este perro muestra las señales tempranas de predominio. La verdad es que estos cachorros probablemente van a crecer hasta ser agresivos con los miembros de la familia además de con los forasteros. Si empieza temprano gruñendo puede desarrollarse fácilmente en un adulto que tratará de tomar el mando de la casa. Ahora, si este es un saltarín de unas ocho libras de peso no hay mucha oportunidad de que cause excesivos problemas, pero si su un bebé Rottweiler quien va a crecer convirtiéndose en un monstruo de 120 libras entonces este es un problema definitivo.

La agresión dominante, necesita ser controlada desde el momento en que fue mostrada (por muy joven o pequeño que el perro sea). Acabo de escribir un artículo titulado “Tratando con el perro dominante”. Sería conveniente que leyera este artículo todo aquel que piense que su perro entra en esta categoría.

Un punto interesante que destapó el programa, es el hecho de que lás mordeduras de perros provienen de perros pequeños más que de perros grandes. La Universidad de California hizo un estudio y encontró que los perros por debajo de 16 libras son más propensos a morder a la gente. Mi opinión personal es que ” LOS PROPIETARIOS DE PERROS PEQUEÑOS” no perciben a sus perros como animales peligrosos. La mayoría de los propietarios de perros grandes hacen algunos intentos de controlar los problemas de agresión. Mientras los propietarios de perros pequeños frecuentemente tienden a ignorar el problema y piensan que sus pequeños terriers simplemente siguen siendo “monos” cuando gruñen a niños o a los invitados que tratan de sentarse en el sofá más próximo. El hecho es que los perros pequeños pueden morder a los NIÑOS PEQUEÑOS en la cara.

Para conseguir un control sobre la agresión necesitamos comprender que el perro sobre todo es un animal de manada. Mucho más allá de todos otros instintos heredados ellos viven una vida de manada que se ha instaurado en ellos desde el comenzar del tiempo. Su misma naturaleza exige de un orden jerárquico y si este no se establece con ellos, éstos lo crearan por si mismos desarrollando su propia jerarquía con los que convivan. Si ellos no reconocen a su guía como el líder de la manada treparán en la escala jerárquica para llegar a ser el líder de la manada. Esto explica por qué muchos perros aceptarán comandos del hombre de la casa pero no de la esposa y viceversa. Lo que viene a continuación explica como el perro inspecciona a una persona según el orden de manada.

Lo primero que debe suceder para conseguir el control sobre un perro dominante es conseguir cambiar su idea sobre el orden jerárquico. Él necesita ser desplazado al último lugar de la escala desde el punto de vista jerárquico. Este hecho demuestra que hay que controlar cada aspecto de la vida de los perros. Los perros dominantes no duermen sobre el lecho o en la alcoba (El mejor lugar para dormir es para el líder de la manada). Los perros dominantes nunca deben de comer de la mesa, deben de esperar a que se termine la cena para comenzar a comer ellos. ( Los miembros más inferiores de la manada siempre comen en último lugar).

Es imperativo que el perro dominante vaya entrenando la obediencia y aprendiendo a considerar a su jefe de manada. Esto es una parte muy importante para establecer el orden jerárquico. La motivación se usa en el entrenamiento de obediencia pero debe templarse con correcciones. Yo explico exactamente como hacer esto en mi vídeo titulado “Obediencia básica del perro. Si el predominio del perro se ha desarrollado hasta el punto de tratar de atacar al guía cuando es corregido, entonces es el momento de colocar el bozal al perro y conseguir alguna ayuda profesional.

Otro punto importante para establecer el orden jerárquico es jugar con el perro únicamente con los juguetes que el guía posee y éste siempre toma posesión de estos juguetes al final del juego. Los juguetes se ponen SIEMPRE lejos y al perro no le está permitido jugar con ellos si el guía no está presente. Si el perro se muestra demasiado posesivo con un juguete en particular, entonces el juguete se retira y no se juega con él nuevamente.

La gente en los deportes de protección enseñan a jugar al estirón con su joven cachorro. Esto está bien mientras el guía siempre se quede con el juguete lejos del perro al final del juego. Está también bien ofrecer un agasajo alimentario cuando el rodillo se toma lejos (u otro juguete – como una pelota de tenis.) Uno no debería permitir el perro ganar el rodillo y correr fuera con él para acabar por colocarse sobre él y masticarlo por un largo período de tiempo. Esto solamente construye una actitud posesiva que puede ser un problema luego con el perro adulto. Si su meta no es la protección el rodillo puede que no sea una buena elección con un perro que muestra un comportamiento demasiado agresivo a una edad temprana.

El resultado final tras establecer el orden jerárquico es conseguir que los perros para ser más felices no tengan que ser necesariamente el líder de la manada. Ellos estarán más calmados cuando se dan cuenta que el líder de la manada es su propietario.

Si usted nota que uno de sus cachorros muestra las señales típicas de agresión a una edad temprana es una idea buena castrarlo sobre los 6 meses de edad. La castración tiene un efecto importante sobre un temperamento agresivo. Pero si su meta está levantar un instinto agresivo acusado entonces usted se verá forzado a tratar con el problema de agresión de otras maneras. La castración en un perro adulto (mayor de 18 meses de edad) tiene poco o ningún efecto sobre un ya madurado problema de agresión.

La Agresión Territorial

La agresión territorial puede verse como un tipo de dominancia. El perro aprende a mirar los jardines, el automóvil o la casa como suyos. El perro verdaderamente dominante puede llegar pensar que necesita hacer saber lo que posee a quien se tercie, pero en la mayoría de los casos el perro territorial va a defender su propiedad de forasteros.

El ejemplo perfecto de agresión territorial se demuestra hacia el cartero. La gente piensa que es el uniforme el que coloca a los perros en contra del cartero amistoso. Ese no el caso. Lo que sucede es lo siguiente: el cartero se acerca y el perro ladra. El cartero deposita el correo y se marcha. El perro piensa que el cartero se aleja porque él (el perro) le ladró. Mediante la repetición aprende que si ladra a esta persona, se marchará. Algunos perros aprenden que si ellos ladran muy agresivamente la gente saldrá más rápido.

Quien tiene perros de guarda quiere agresión territorial en éstos. Ellos quieren que un perro grite (y a veces incluso muerda) a un forastero que entra en su casa en medio de la noche. Pero estas mismas personas no quieren que su perro ataque a todos los automóviles o a cada invitado que viene para la cena. Los perros con problemas como este muestran la agresión territorial.

El control de la agresión territorial comienza con colocarse usted mismo como el líder de la manada. En el mundo salvaje es el líder de la manada el que dice al resto de hasta donde se extiende su territorio. No debe permitir al perro pensar en el jardín posterior como en “su jardín posterior”. Este es el primer paso. Otros piensan que dejar al perro en el jardín posterior durante el día es bueno para el animal. El hecho es que la mayoría de los perros se tumbarán y dormirán todo el día en espera de que su amo regrese a casa. Él es un animal de manada y como tal esperará que regresen los miembros de esta.

Si la gente quiere que un perro llegue a ser un buen perro de guarda deben entrenar a su perro en el trabajo de protección y obediencia. El perro debe aprender cuales son las reglas de compromiso que son establecidas por el líder de la manada. Un perro bueno de protección personal es realmente un perro con nervios buenos y temperamento sano. Mi perro policía es el ejemplo perfecto. Es muy equilibrado. Puede ir en la escuela con los niños pequeños, y no es ninguna amenaza para las mujeres y hombres que regresan de la oficina todos los días o para cualquier visita que viene a las perreras. Pero este mismo perro ha mordido muchos tipos malos mientras trabajaba como perro policía. Yo no querría ser la persona que tratara de entrar en mi oficina donde se ha quedado por la noche. Mediante el entrenamiento sabe que la oficina de noche es zona restringida y el que quiera intentar entrar es enemigo en potencia.

Por supuesto el más peligroso de todos los animales desde el punto de vista de la agresión territorial es el perro salvaje. El perro salvaje ha matado o lastimado más niños que cualquier otro perro doméstico. La mayoría de las causas de sus matanzas es la agresión territorial hacia niños pequeños

La agresión por miedo

Todos nosotros hemos oído el término “mordedor miedoso”. Este tipo de perros no quiere saber nada con los extraños o lugares extraños. Ellos aprenden en unos intentos que si un extraño trata de acercarse y ellos montan un espectáculo mostrando unos pocos dientes y gruñidos el forastero se marchará lejos y los dejará tranquilos. Estos comportamientos se manifestaran en un perro cuando la persona en cuestión le da la espalda. La mejor manera de controlar esta agresión es que el perro muerda por la retaguardia en lugar de hacerle frente en un ataque.

Los mordedores tímidos son casi siempre perros que tienen temperamentos débiles y nervios pobres. Ellos son un producto de la mala cría. Mucha gente erróneamente confunde a los mordedores tímidos con perros de los que se ha abusado a una edad temprana. Cuan frecuentemente ha oído usted a alguien decir “A mi perro, el cual saqué de la perrera, estaba allí porque era maltratado”. El hecho es que la mayoría de estos perros han acabado en la perrera a causa de su temperamento malo. Ellos no se hicieron tímidos, sino que nacieron tímidos.

Una de las cosas para hacer con perros que son tímidos con la gente en situaciones determinadas es establecer jornadas de entrenamiento que construyan la confianza y la seguridad. Por ejemplo si su perro es tímido con la gente cuando sale a pasear, entonces debe hacer que un amigo se encuentre con usted durante un paseo y le dé al perro una golosina. Los perros aprenderán rápidamente que los forasteros no son todos malos.

Si usted es el desafortunado propietario de un cachorro tímido la solución principal comienza con socializar al perro. Llévelo con usted a todos los sitios donde vaya. Asegúrese de poderlo controlar cuando se le ponga en una situación límite. Si muestra miedo, cójalo sobre sus rodillas y cálmelo. Muéstrele que no hay nada de lo que tener miedo.

La obediencia entrenada y la socialización son las mejores soluciones para la mayoría de los perros tímidos.

Es muy importante que sea muy cuidadoso con su cachorro cuando se encuentra alrededor de perros más viejos. Yo he observado que cachorros que son atacados a una edad temprana resultan ser perros agresivos de adulto. Estos cachorros rápidamente aprenden que si ellos gruñen a perros extraños, éstos les dejarán en paz. Estos signos se manifiestan en el perro adulto cuando ataca a otro perro sin ninguna razón evidente. Estos perros viven bajo el código ” ataco antes de que me ataquen”. Si usted tiene un perro como este necesita leer mi artículo titulado “Cómo parar una pelea de perros sin salir dañado”.

Antes de forzar a pasear al perro en medio de la noche (cuando no hay nadie alrededor) sería aconsejable que consiguiera un bozal (como uno de esos baratos de plástico que se suelen vender) y lo use durante sus ejercicios de socialización y clases de obediencia. Ponga el bozal simplemente antes de alimentarlo aproximadamente por una hora. o simplemente antes de salir al jardín posterior para jugar.

La agresión predatoria

Algunas razas de perros son más propensas a este tipo de agresión que otras. Estos tienen un gran instinto de caza y perseguirán instintivamente algo en movimiento. Esto puede ser desastroso si la presa acosada es un niño que corre.

Una vez más lo más efectivo para controlar esta forma de agresión es la obediencia, entrenando con énfasis el tumbado y la llamada. Algunos perros en la presa alta, pueden responder mejor al “comando tumbado”, mientras que otros puedan responder mejor a la “llamada”. El resultado final es que usted deba ser capaz de parar a su perro si él persigue a alguien o algo.

Puede aumentar el control sobre su perro en ejercicios de juego haciendo al perro que se tumbe antes de permitirle que persiga una pelota tirada (usando una cuerda larga o collar eléctrico si es necesario). Le puede arrojar una pelota y cuando el perro esté a mitad de recorrido y vuelva para devolverle la pelota, arrojarle otra en sentido contrario. Puede mandar tumbado a su perro, arrojar un objeto e ir a recogerlo usted mismo antes de arrojar un segundo objeto y hacer que su perro lo recoja a su orden. Todos estos trabajos van encaminados a establecerle a usted como el líder de la manada y aumenta su control sobre el perro

Los niños y los perros

Todos los niños deberían aprender como tratar con perros extraños. Si los niños comprenden algunas reglas básicas de como obrar recíprocamente con perros habría una cantidad menor de niños mordidos cada año. Aquí se muestran algunas ideas:

• Siempre pedir permiso para acariciar a un perro extraño antes de hacerlo.

• No se les debería permitir nunca fastidiar a un perro extraño.

• Si un perro extraño se acerca a un niño este debería permanecer quieto.

• No mirar directamente a los ojos al animal (los perros relacionan la mirada directa como una llamada al desafío)

Conclusión:

Si todos los perros se socializaran bien y se entrenaran mediante lecciones básicas de obediencia (en el hogar o en clases) habría una cantidad menor de problemas con perros dominantes y agresivos. Una pequeña educación sobre los guías hace también que el animal que conducen no sea un peligro para la sociedad.

Un último punto importante es ” la agresión del guía hacia el perro no sirve para eliminar agresión en perros.” Esto nunca se trabaja. En la mayoría de los casos estos perros han averiguado que la solución a su problema es la propia agresión. Si el guía decide que él va a “patear al perro”, el perro puede aprender que el guía es el problema y solucionarlo con la agresión.

Perros de guarda y perros de defensa

La conducta y las aptitudes del perro de guarda y del de defensa son muy distintas, pero erróneamente los destinamos a idénticas funciones. En este artículo el autor define las características de ambos grupos y advierte acerca del riesgo de emplear las razas como si los roles fuesen intercambiables.

Un error común, cometido incluso por no pocos adiestradores, consiste en confundir los perros de guardia con los facultados para la defensa: Falsa sinonimia funcional, pues la estructura, actitud y resolución son diferentes y de ningún modo los roles a cumplir permiten el uso de cualquier raza.

Ello se debe a que la excelencia de función responde, fundamentalmente, a la memoria genética de la raza o variedad, es decir, a la aptitud específica vinculada al atavismo y a la gimnasia histórica1, más firme e imperante que las conductas adquiridas (troquelado) cuyo comportamiento “traduce” pulsiones sin la precisión de lo propio, intrínseco y original.

Entre los perros de guardia cabe citar al bulldog, dogo alemán (conocido como gran danés), fila brasilero, mastines -tibetano, mastiff, bulmastiff, napolitano, del Pirineo, leonés-, pastor húngaro, dogo de Burdeos y, según algunos autores2, el dálmata y el basenji. Las razas más difundidas para la defensa son el pastor alemán, Dobermann, boxer, ovejero belga de Groenendael, schnauzer gigante, Airedale terrier y rottweiler, y menos tradicionales, si bien óptimos en eficacia, ovejero belga de Malinois, american pitbull terrier -y su variante oficial, american staffordshire terrier-, Akita inu y sampson american bulldog.

Los perros de guardia

Se trata de perros escasamente sociables, muy desconfiados, que en la defensa asumen el papel pasivo (por reacción, más que acción). Protectores del territorio, antes que de las personas. Dentro del espacio a su guarda, los ejemplares de este grupo se muestran recelosos, inclusive para con la familia del dueño, pero nunca agreden sin advertencia previa. Al advertir la presencia de un intruso, buscan alejarle del territorio a su cuidado (la huida los conforma) y, como tienen resto, preferirán no morder. En la función de custodiar bienes son óptimos e insobornables.

Los perros de guarda se distinguen por su temperamento vivaz -aunque serios-; no es necesario que posean un gran temple, pero sí condiciones para la vigilancia, más agresividad que combatividad, y autonomía de resolución, pues han de cubrir servicios a solas, sin un hombre conduciéndoles u ordenando el proceder en la emergencia.

Una creencia corriente -tan manida como de equívoca consecuencia- es la de que, para cumplir bien su labor, el perro de guardia debe estar totalmente aislado, sin ningún contacto con el mundo exterior, encerrado durante el día en un canil o atado a la cadena y liberado a la noche. Yerro gravísimo: El perro aislado, marginal -cualquiera fuese su raza o sexo-, se convierte en un individuo neurótico, angustiado, que agrede por temor y en detrimento de obrar con inteligencia, medida y efectividad.

El cave canem inscripto en aquel mosaico de Pompeya, previniendo al extraño que sería mordido de trasponer los límites de la casa, alude al típico perro de guardia de la época, un mastín pugnace3, a juzgar por el dibujo del cartel (el de un moloso negro, con orejas recortadas en triángulo, provisto de carlanca -collar de clavos- y sujeto a una cadena de eslabones rectangulares).

Los perros de defensa

A diferencia de los perros de guardia, el can apto para la función defensiva (y eventualmente le ataque) se distingue por su actitud generosa y sus lazos de extrema amistad con el hombre, al que tienen por indiscutible líder de jauría.

Vale pues una observación: Los caninos constituyen una especie social por antonomasia, pero en tanto los de guardia lo son menos, circunstancialmente, los de defensa conforman el grupo de socialización forzosa o casi (tendencia habitual e instintiva) de ahí el reconocimiento jerárquico y su sentido del orden que dichos cachorros reciben en la impronta (conducta aprendida entre las tres y siete semanas de vida, y que muchos ethólogos remiten al mismo nacimiento).

En estos perros, pues, la defensa asume un rol activo, propensión que los capacita a afrontar cualquier amenaza hacia el humano amigo o, inversamente, a combatir contra perros y humanos “de otra jauría”.

Su disponibilidad a convivir o a subordinarse al hombre, a estar junto o en medio de la gente, puede sorprender al neófito. La jauría atávica, reforzada por la impronta, es la explicación. Y que, de ser necesario, confronte con el ajeno (a la familia, a ésta como jauría), queda explicado en el mismo axioma de protección grupal. Incluso el perro podría volverse en contra de quién, con anterioridad, estaba familiarizado y unido a él…porque, en toda jauría, el grado de líder no es inamovible, ni se hereda, debe demostrarse de continúo, y las vacilaciones o las órdenes contradictorias del humano dominante suelen desencadenar luchas por el poder, por el ejercicio del mando (sólo no ocurrirán tratándose de un pésimo perro, miedoso y, obviamente, poco confiable para la defensa de la familia-jauría).

De lo expuesto se desprende que la dote más importante en los perros de defensa sea el equilibrio psíquico. Animales locos, mordedores, no sirven; como perjudica a la policía y a la sociedad el mantener en la institución los llamados “gatillos fáciles”.

El Dobermann, raza sobre la cual recaen numerosas fantasías, resulta en realidad un perro de defensa muy equilibrado (aunque de rápidas reacciones y siempre vigilante). Más aún, ethólogos reconocidos 4 nos dicen que, “respecto a lo que fue hace tres décadas, el Dobermann perdió carácter, es hasta demasiado manso; funciona con los ladrones por el mito de lo que era, y porque, al perder su potencial pero conservar los propósitos de crianza, se hizo ladrador incorregible y constante vigía”. Adiestrado, empero, continúa prestando interesantísima utilidad: por su inteligencia, rapidez de aprendizaje y fidelidad a la familia (jauría a la que pertenece).

En suma, un buen perro de defensa reunirá las siguientes cualidades: serenidad y capacidad de asimilación -para soportar eventuales daños o castigos durante su accionar-; poseer buen oído, olfato, presteza, acometimiento, postura atenta e intuición -a fin de no alertar al dueño innecesariamente o a causa de estímulos distantes, creando un estado de tensión en aquellos a quienes custodia-; ser dócil, sociable y no demasiado agresivo -para acompañar al amo en las diversas circunstancias- y, por cierto, fiel y animoso al cumplimiento de las tareas que se le encomienda. Un perro-herramienta, además de camarada de afecto y destino.

Consideraciones Generales

A esta altura del texto, el lector comprenderá los motivos de la mayoría de los casos en que amos son agredidos por su propio perro, y lo peligroso de destinar razas a funciones inconvenientes o elegirles conforme una moda, o porque algún amigo se compró uno así o, simplemente, porque nos gusta el aspecto (estética influenciada por la cultura, las costumbre zonales y los consiguientes prejuicios).

Forma parte de la responsabilidad de los criadores el seleccionar para reproducir únicamente a ejemplares equilibrados, descartando los nerviosos, hiperagresivos e insociables (en relación a su raza); no menos que los cobardes, muy tímidos y neuróticos. Y recién en segundo lugar, por look. El criterio de las exposiciones, premiando según apariencia física y la elegancia (pura convención y absolutismo cambiante, cuando no inclusive obra de oscuros intereses), condujo a muchas nobles razas a su decadencia -funcional y anatómica- o en la distorsión, tranformándoles en perritos de adorno, con pelaje de show, conducta de pista y, en casa, histéricos incorregibles. Quien descuide el carácter de los reproductores no hará un buen aporte -que debería ser obligatorio– a las razas de guardia y de defensa.

Igual proceder habría que seguir ante el posible nuevo propietario: evaluar si hay correspondencia entre él -y su familia, entorno y formulaciones de rol canino- y la raza que criamos y le venderemos. El lugar adonde irá, incluidos los dueños -como modelo psicológico y la convivencia respectiva- también es responsabilidad del criador.

Equivocación común ha sido hasta ahora el que la gente adquiera perros para la defensa personal, como el Dobermann o el rottweiler -por ejemplo-, y luego los destinen a la guardia de su casaquinta o los abandone en el jardín, convirtiéndoles en “atrapaladrones”; ciertamente, mejor adquirir una alarma electrónica, que no sufre o, de fallar, no muerde a los amigos o familiares.

Las razas de defensa nacen -y deberían vivir- para defender al amo, como su definición lo indica, y no ocuparse en guardias desvirtuadoras; de requerirse tal servidor, buscaremos un mastín, un bullmastiff o el que más nos convenga y con la garantía de dos milenios de roles específicos. La una, en estrecho contacto con el hombre; la otra, custodiando el terreno de su vivienda o industria.

Recordemos, entonces, que el perro integrado al territorio se vuelve autónomo del hombre (protector, pero de bienes y haciendas); el de defensa, en cambio, cuida los campos y cosas…indirectamente. Funciones distintas que impiden confundir las razas o asignarles trabajos fuera de su condición de género y gimnasia histórica.

Citas

  • 1 Mario Perricone

  • 2 Fritz Humel

  • 3 Bruno Campanella

  • 4 Enrique César Lerena de la Serna

Acotación Bibliográfica

Marcel Uzé, Carl Semenic y Edwaed Finnegan, así como artículos publicados por el autor.

AUTOR

Sergio Grodsinsky

Cuando el perro muerde al dueño

Los diarios, en los últimos tiempos, han publicado notas acerca de una conducta que produce confusión y no pocos interrogantes: la agresión de perros a sus propios dueños o a sus hijos, aparentemente sin motivo. Noticias reiteradas, incluso sobre la muerte de personas, consiguieron que razas como el ovejero alemán o el dogo argentino sean hoy consideradas “peligrosas” o “poco confiables”. Un especialista en la materia se refiere aquí a las causas de tales agresiones y cómo evitarlas.

El hecho de que a cada instante despeguen y aterricen aviones no minimiza la tragedia cuando uno de ellos se precipita a tierra causando muertos y heridos. Análogamente, que convivamos con perros no quita el estupor provocado por la agresión de alguno de éstos a un humano; ataque que, en algunas ocasiones, culmina con la muerte de personas y, más incomprensible, el homicidio del propio dueño del perro o el de sus seres queridos o allegados.

En la última década y solamente en nuestro país, la prensa informó de 51 heridos graves y 36 fallecimientos a consecuencia de ataques caninos; en su mayoría, las víctimas eran personas vinculadas con el perro agresor y hasta hubo casos -sin justificación- de antropofagia: horrible y literalmente, el perro de la casa comió al dueño o a sus hijitos (Ref. archivo del ethólogo E.C. Lerena de la Serna).

Los guarismos pueden ser mayores, pues sólo se trata de casos con intervención policial y dados a conocer mediante el periodismo. Tampoco sabemos de los ataques -numerosos, de seguro- que no culminaron en ese desenlace. En contra del mito de que “el perro no ataca a su amo”, comprobaremos que, en gran número, los agredidos son personas vinculadas y aún que conviven con el perro atacante.

Ahora bien, aislando los hechos producidos por alteraciones patológicas de conducta (demencia circunstancial o declarada, cualquiera fuese la razón), y entiendo como tal “aquellas que no tienen un fin adaptativo” -al decir del ethólogo V.L. Voith-, la mayoría de los incidentes ocurridos son fundamentalmente originados en el desconocimiento del hombre acerca de esta magnífica especie, la del perro, que cuenta con más de 10 mil años de historia junto a los humanos. Una historia de mutuo afecto y sociedad, aquí cuestionada por casos puntuales y cuyo análisis nos remite a la índole canina y la vida en relación con el humano.

El perro en nuestro mundo

Cabe recordar que el perro es un “mamífero social obligatorio”, y tal su naturaleza expresiva; es decir, que sólo puede vivir y desarrollarse en un grupo organizado. Éste, en estado salvaje, conforma jaurías. Para entender la conducta del perro-compañero será indispensable conocer la organización de dichas jaurías; a saber:

Todos los actos que realiza un perro, para asegurar su alimentación, protección y reproducción, son controlados por reglas jerárquicas (que mantiene la relación interjauría entre dominantes y dominados). El dominante estabiliza al grupo inhibiendo, con su modelo de liderazgo, la agresividad -actitud imperial del ser para con el entorno, ley básica de supervivencia- de los congéneres subordinados por “una misma voluntad de destino” o “negocio tribal” (P. Leyhausen, 1967). Precisamente, este tipo de organización fue uno de los factores que permitió la relación entre perros y hombres; éste, como líder natural y deseado.

Actualmente, la vida del perro en jauría es completamente marginal, rara e irrelevante, y la especie vive interrelacionada o próxima al hombre, muy a menudo en su intimidad doméstica, integrando la familia-jauría de éste y, más de una vez, dentro de espacios reducidos.

Amenazas, e inclusive combates, pueden surgir entre individuos de una misma jauría por rivalidad jerárquica. La actitud, instintiva, persiste al integrar una jauría humana, aunque por lo general sin manifestaciones de neta violencia al desempeñar el hombre -aunque no lo sepa- el papel de líder de manada (si en la casa faltare dicha autoridad, el perro pretenderá naturalmente ese rango y con obvias consecuencias).

Los diferentes comportamientos de agresión -tipificados- son: por dominancia (intento de conducción y ejercicio de poder), por irritación física (física y aún química), por dolor, por miedo, por la propiedad territorial o de los alimentos, por defensa maternal, por pretensiones sexuales (época de celo y acoplamiento), por mera influencia climática (altas temperaturas, presión ambiente, etc), por hacinamiento y, a veces, por neurosis senil. Hay otros factores conductales, pero raramente se traducen en agresión al hombre.

Detalles ethológicos de la agresión

Los comportamientos descriptos obligan a un análisis por separado. He aquí el resumen explicativo:

  • Agresión de dominancia. Se desencadena al cuestionar un subordinado el rango jerárquico del dominante, o cuando hay una competición entre dos individuos de rango similar en pos de jerarquía superior. Los conflictos de status se desarrollan siempre en tres fases: la amenaza, que suele bastar para que el dominante se imponga; el ataque, mediante el cual el dominante busca obtener una postura de sumisión del otro; y el apaciguamiento, donde el vencedor coloca sus miembros anteriores sobre el cuello del dominado.

  • Agresiones espaciales, alimenticias y afectivas. En la familia-jauría las demostraciones de agresividad están relacionadas con el acceso a recursos, como el alimento, agua, refugio (cubil, ciertos rincones, etcétera), cercanía a una persona favorita, tránsito por un lugar determinado o estada en sitios compartidos, caricias, sujeción, limpieza o presiones táctiles e, inclusive, el simple acercamiento a su lugar de descanso o el despertarle súbitamente y con una acción que se interprete como agresiva (pisándolo o pateándolo sin querer, por ejemplo).

Los perros dominantes responden frecuentemente con agresión al ser mirados fijamente. Y presentan signos de dominancia para con el dueño, tales como ubicarse frente a él, mirarlo intensamente, presionar su mentón sobre el hombro o cabeza del amo, abrir y cerrar alternativamente las fosas nasales, gruñir -“al ordenársele que abandone un sillón, por ejemplo”- y, claro, enseñar los dientes o morder.

Cuando un perro a mordido varias veces a su amo y obtenido así la sumisión de éste (real o supuesta), aprende que es el mordisco el instrumento para resolver situaciones; entonces, progresivamente, pueden desaparecer las fases de amenaza y apaciguamiento, y el perro se convierte en “mordedor sistemático” (cuadro descripto por Patrick Pageat, 1992).

Este tipo de conducta no comienza de un día para otro; se inicia al ingresar un cachorro a la vida de una familia donde no se establece un estatuto social o familiar claramente definido, donde el joven perro no observe autoridad y deba aprender a controlar sus deseos en función de las reglas vigentes de la familia-jauría.

Pero existen soluciones y claves para evitarla agresión. Tema que desarrollará en un artículo venidero

Cuando el perro muerde al amo (II)

Ante la agresión de perros a sus propios dueños, una noticia que se ha venido reiterando en la prensa y que, por involucrar al ovejero alemán y al dogo argentino -dos razas consideradas confiables-, nos preocupa y exige la pertinente averiguación, Punto Crítico agregó, entre sus columnistas, a un avezado instructor canino, quien -en una nota publicada en este medio- explicó las causales. El presente artículo completa el anterior y aporta soluciones a fin de no crear un perro mordedor, peligroso para la familia -y a la vez, un buen guardián-, en suma, un amigo fiel

Como vimos en la nota pasada, de un día al otro ningún perro se transforma en animal agresor, lindante en la ferocidad y hasta asesino de su dueños.

Las explicaciones, lógicamente, no desmienten los 51 heridos graves y los 36 muertos por mordeduras de perros ¡en sólo una década y en Argentina! Al margen de que estas cifras son nada más que las conocidas a través del periodismo y cuando las autoridades policiales o las guardias de hospital las divulgaron, pues centenares de casos nunca salieron del ámbito de la familia o del barrio -desapareciendo como una anécdota- y no existen estadísticas oficiales. Un ethólogo argentino, E. C. Lerena de la Serna, si bien posee el mejor archivo de noticias al respecto, admite la imposibilidad de sacar conclusiones referentes a razas más agresoras o donde quepa suponer patología de raza.

“El problema es muy complejo -dice-, pues las noticias tratan del desenlace y no de las causas, de los verdaderos orígenes de la agresión y de cómo el desarrollo de ésta tuvo un agente productivo olvidado al relatar las consecuencias”. Agrega: “Conozco bien el caso de dueños que suponían tener un perro cobarde, porque el cachorrito no ladraba y quería jugar con cualquiera, y entonces, desde chico, se lo alentó a la agresión sin fundamento, festejando cuando mordía incluso a los de la casa; esa gente estaba fabricando una máquina agresora, un animal violento e indominable. Hay pocos perros locos, pero hay muchos dueños locos y, como dicen las viejas, la locura se contagia”.

Hay razas -por sus condiciones particulares- que suelen tener “mala prensa” en cuanto a la frecuencia de actos de agresión, tal el caso repetido del ovejero alemán y del dogo argentino; pero, en realidad casi siempre es un problema de mal manejo por parte del humano y por lo tanto, no debemos caer en la tentación de incurrir en actitudes de condena, pues hoy son éstas, en el futuro será probablemente el rottweiler (1) -dado la veloz difusión de la misma- y al culpar a estas magníficas razas y no enfocar el tema hacia las causas persistirán los titulares catástrofe.

Reiteraré, pues, un axioma expreso en el artículo anterior: la conducta del perro comienza con el ingreso del cachorrito a la vida de una familia; si en ésta no se establece un estatuto social y de relación claramente definido, donde el perrito tenga que aprender a controlar sus deseos en función de las reglas vigentes en la familia-jauría. (El interés de la manada, aún tratándose de la jauría humana, impera sobre los deseos individuales; también ocurre así en estado salvaje), entonces tarde o temprano se manifestarán los efectos de una conducta sin guía ni ley.

Los mamíferos sociales -y ello explica la relación del perro con el hombre- se agrupan bajo principios jerárquicos inexorables. Si en la casa no hay un líder humano -cualquiera fuese el sexo-, entonces el perro se convertirá en el conductor de la familia-jauría y la muerte de uno de sus “dominadores” puede ser la consecuencia de tal mandato instintivo.

Pero, para asegurar una posición dominante frente al perro, el humano -dueño y familia- no necesita enfrentarse forzosamente en combate con el canino rebelde. Sólo basta conocer ciertas actitudes e, imponiéndose a tiempo, cuando el animal es joven, hacerle respetar las reglas de la familia-jauría; a saber:

  • Comida: Establecer una estructura jerárquica ligada a los alimentos. Por adorable que parezca un cachorro, se ha de imponer la espera y, hasta que los humanos no terminen de comer, aunque pida o gima, el perro aguardará su turno. Nunca compartiremos alimento con él -es decir, esperará que finalicemos y, como en la jauría salvaje, en la familia-jauría se le recordará así su rango-; la actitud humana en la ocasión, a lo sumo un “no” dicho con firmeza, indica al cachorro quién manda (quién mandará en el futuro y, consiguientemente, quién muerde a quién). Será preciso explicarles a los niños de la casa las razones por las cuales es importante proceder en esta forma, y no ser “flojos” ante el cachorrito que reclama (y de adulto ordenaría, o enfrentaría en combate al poseedor del alimento).

  • Mordiscos: Habrá que enseñar al cachorro a controlar sus mandíbulas; cuando mordisquee a uno de la casa (de la familia-jauría), se lo agarrará por la piel del cuello, levantándolo ligeramente del piso, y advirtiéndole con firmeza: “¡No!”; de inmediato, lo soltaremos y evitaremos jugar con él por un buen rato, para que condicione y memorice su conducta equivocada.

  • Territorio: El cachorrito dormirá en un lugar asignado por el dueño (por el líder de la familia-jauría). El sitio nunca será un espacio de paso obligado de las personas (pasillos, escaleras, accesos a la casa) y, de ser posible, tampoco dormitorios. Cuando el cachorro cometa una falta se lo enviará allí -a la “cucha”-, sin agresividad pero sin admitir la negativa del perro. No lo sacaremos de ahí para castigarlo y menos para acariciarle; el perro que se refugia en su cubil luego de cometer una falta, realiza un acto de sumisión y, en las leyes caninas, no debe soportar además ser golpeado, un castigo extra que, por instinto de la especie, por honor de la manada, obliga a responder y a rebelarse.

  • Separación: Para acostumbrar al cachorro a soportar períodos de soledad, tome la costumbre de “ignorarlo”20 a 30 minutos antes de irse dela casa. Márchese con naturalidad, sin ocultarse (como procedería un líder canino que sale a cazar y abandona la jauría) y, a su regreso, ignórelo también, por mucho que ladre o salte para recibirlo. Acarícielo recién cuando se haya calmado. Si rompió algo en su ausencia, no lo riña ni amoneste (de nada serviría), y evite limpiar los destrozos en su presencia.

  • Ante conflictos: Comuníquese dominando, con tono firme y voz clara, sin gritos, utilizando palabras breves (cuanto más hable, más reflexionará: debilitándose la convicción del dominio). Su cuerpo -como el de un líder canino- deberá ir hacia adelante, en dirección al perro, con los hombros bien separados y el torso saliente. Mirará al perro con los ojos fijos en su lomo; jamás a los ojos del animal, pues esto equivale a una invitación al combate y, de suceder, el perro sólo responderá a los signos ancestrales como corresponde a su especie.

…Estas son algunas referencias de índole y jauría, para comprender al perro y sin pretensión de ser un manual de funcionamiento simplificado con que la armonía en el hogar resulta infalible. Ni qué decir, se prohíbe infantilizar al perro doméstico y considerarle sustituto de hijos o personas: su compañía será canina o no será. Respetaremos su derecho al bienestar, conociendo la biología perruna, su salud e higiene, la alimentación correcta y su psiché (sin inventar una psiquis o corregirla antropocéntricamente). De tal modo lograremos que la relación hombre perro se convierta en una fuente de placer, incluso de felicidad recíproca. Y, de seguro, las noticias sobre perros mordedores y asesinos decrecerán en la prensa.

(1) Cabe acotar que el autor en el presente artículo -escrito en el año 1994- realiza una conjetura respecto al futuro de la raza rottweiler, confirmada ,lamentablemente, en los titulares de los medios periodísticos en la actualidad.

Este artículo se publicó en el semanario Punto Crítico Nº 5, 3/94 y Nº 7, 3/94, en la revista Cans & Cat’s, 1995 y en diversos periódicos en años subsiguientes.

FRECUENCIA DE DISPLASIA DE CADERA EN ROTTWEILER MAYORES DE UN AÑO DE EDAD
Roberto Dávila F.¹, Víctor Fernández A.¹, Alfonso Chavera C.² y Diego Díaz C.¹

INTRODUCCIÓN

La palabra “displasia” proviene de dos vocablos griegos: dis (anormal) y plasia (desarrollo); por lo cual, displasia literalmente significa desarrollo anormal (Sánchez, 1997). La displasia de cadera es la falta de congruencia entre dos superficies articulares, la cabeza femoral y la cavidad (acetábulo) en que debe encajar dicha cabeza en la cadera (Ventura,2000).

 Esto origina un desarrollo anómalo en la articulación de la cadera que suele ser uni o bilateral y se manifiesta con diversos grados de laxitud de las partes blandas circundantes, inestabilidad, y malformación de la cabeza femoral y del acetábulo (Ford, 1992).

Esta enfermedad es hereditaria, y se presenta desde las primeras etapas de vida. La expresión clínica y desarrollo de la misma son dependientes de factores extrínsecos (principalmente sobrecarga de la articulación en las primeras semanas de vida)(Richardson, 1992). La displasia de cadera es una enfermedad que se presenta con frecuencia en los caninos (Málaga, 1966), y ha sido diagnosticada en más de 60 razas (Corley, 1992). No obstante, existe una clara predisposición racial ya que, como se conoce, la enfermedad es típica de razas grandes en las cuales el crecimiento durante los primeros meses de vida es muy acelerado y se produce una excesiva separación entre el fémur y la cadera (Ventura, 2000).

El presente estudio se realizó con el objetivo de establecer la frecuencia de presentación de la displasia coxofemoral en caninos de la raza Rottweiler de más de un año de edad. Para esto, se utilizó una prueba radiográfica y la técnica de Norberg.

MATERIALES Y MÉTODOS

Animales

Los animales que forman parte del presente estudio fueron 60 caninos de la raza Rottweiler (30 machos y 30 hembras) entre 1 y 7 años de edad, los cuales fueron llevados a la Clínica de Animales Menores de la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos por cuadros clínicos, diferentes al motivo de estudio; tales como vacunaciones, cirugías, consultas, tratamientos, etc. El período del estudio radiológico abarcó desde el 1 de abril del 2001 hasta el 5 de enero del 2002. Los animales del estudio procedieron de Lima Metropolitana. Los propietarios de los animales estuvieron concientes de los riesgos de la prueba y aceptaron voluntariamente en participar en el estudio.

Placas radiográficas

Los animales fueron sedados con maleato de acepromacina por vía endovenosa en dosis de 0.5 mg/kg de peso vivo, para facilitar la obtención de las radiografías y mejorar la calidad de la imagen. Los animales fueron ubicados en posición decúbito dorsal con la región dorsotorácica situada en el posicionador para restringir el movimiento rotatorio de lateralidad. Los miembros torácicos se proyectaron en dirección craneal, ubicando la cabeza entre ellos.

Los miembros pélvicos se traccionaron en dirección caudal, llevándolos de una posición en que el eje óseo femoral se dispuso paralelo al chasis radiográfico, y a la vez se ubicaron paralelos entre sí. La técnica radiográfica empleó 5 mili Amperios-segundos (m A-s) y el Kilo voltaje-Potencia (KvP) se fijó de acuerdo al espesor de la región pélvica. Las películas radiográficas se revelaron manualmente en estanque, permaneciendo alrededor de 40 segundos en líquido revelador, igual tiempo en enjuague y de > 5 minutos en el líquido fijador. Se hizo un último enjuague y se dejaron secar a medio ambiente.

La evaluación radiográfica se realizó a través de:

a) Método de diagnóstico clínico Se tuvo presente los siguientes parámetros anátomo-radiográficos:

– Ausencia de Displasia. La cabeza de fémur y el acetábulo son congruentes.

– Formas de Transición (Sospecha de Displasia). La cabeza del fémur y el acetábulo son levemente incongruentes.

– Displasia de Cadera Leve. La cabeza femoral y el acetábulo son incongruentes y el borde cráneo lateral está levemente aplanado.

– Displasia de Cadera Media. Incongruencia obvia entre la cavidad acetabular y la cabeza del fémur con subluxación.

Existen signos osteoartróficos.

– Displasia de Cadera Grave. Marcados signos como la luxación o clara subluxación (Fig.1).

b) Método o Ángulo de Norberg. Esta medición consistió en fijar los puntos centrales de cada cabeza femoral y unirlos con una línea recta; luego se marcaron los ángulos externos del borde acetabular craneal que sirvió como referencia para trazar una línea tangencial a los puntos anteriormente descritos. Los ejemplares con un ángulo inferior a 105 grados se consideraron positivos. La clasificación de la enfermedad se realizó de acuerdo a las normas de la Federación Cinológica Internacional (F.C.I), que considera los siguientes grados:

Grado Lesión

clínica* Ángulo Diagnóstico

0 Normal > 105º Libre de

displasia

0 a 1 Transición <> 100º Displasia

positivo

2 Moderada > 90º Displasia

positivo

3 y 4 Grave <>

En el presente trabajo se consideraron como afectados a partir de la forma de Transición (Grado 0 a 1) según la Norma Internacional de la F.C.I. Con los datos obtenidos se obtuvo la frecuencia de presentación de displasia de cadera en el total de las muestras, y según el sexo y la edad (regresión logística); y según el modo de afección de las articulaciones
(unilateral y bilateral) (odd rattio).

RESULTADOS
Se hallaron 33 animales positivos a displasia de cadera, lo que representa el 55 ± 13% de ocurrencia. El 56.7 y 53.3% de los caninos machos y hembras presentaron algún
grado de displasia de cadera. El análisis de regresión logística muestra que el sexo no es un factor de riesgo para presentar displasia de cadera. La mayor proporción de animales positivos a displasia ocurrió en animales entre 1 y 1.5 años de edad, pero sin que hubiera diferencias estadísticas entre grupos etáreos. Por otro lado, se encontró una mayor proporción no significativa de animales afectados en forma unilateral. El mayor porcentaje de animales afectados con displasia de cadera fueron diagnosticados con grado 2 ó displasia moderada (13/60 animales), en tanto que el grado de afección mayor (grave o grado 3-4) tuvo la menor frecuencia de presentación.

DISCUSIÓN
La frecuencia de presentación de displasia de cadera en el presente estudio fue más alta que la registrada por la Orthopedic Foundation for Animals, OFA (Corley, 1992).
Esto fue debido probablemente al tipo de registro utilizado por dicha institución (Gonzáles,1992). Otros autores (Smith y McKelvie, 1997) indican que las cifras publicadas por la OFA serían dos a tres veces más altas en sus respectivas localidades. Se puede observar con frecuencia que no existe una relación directa entre la intensidad de la enfermedad demostrada por la placa radiográfica y la intensidad de los signos clínicos presentados por el paciente. Es así, que se han podido encontrar casos clasificados de grado 4 o grave y que a la inspección clínica no manifiestan ni una leve claudicación. Esto podría estar relacionado con la raza ya que en animales que presentan una mayor masa muscular es más factible un mejor encaje de la cadera después de la lesión inicial (Ford, 1992), debido a que las fuerzas de presión que ejerce la musculatura sobre la cabeza del fémur evita que ésta sea incongruente con la superficie acetabular.

Los pocos casos de afecciones bilaterales encontrados en el estudio no concuerdan con observaciones realizadas en otras latitudes que reportan una mayor frecuencia de afecciones bilaterales (Agut, 1992) e incluso superiores al 90% (Fry y Clark, 1992; Bojrab, 1996). La presentación subclínica de la enfermedad no estuvo asociada con la edad del animal; situación que sido demostrada por Alexander (1992), Fry y Clark (1992), Morgan (1992) y Riser (1996) que han diagnosticado esta enfermedad tanto en animales jóvenes como en seniles. Por otro lado, el sexo tampoco ha sido un factor de riesgo para el caso de la displasia de cadera(Agut, 1992; Ettinger, 1992). Se debería establecer programas de selección de reproductores en el Perú para evitar la propagación de la enfermedad.

CONCLUSIONES
· La frecuencia de displasias (55%) encontrada en la raza Rottweiler es más alta que la reportada en otros países.

· El sexo y la edad no fueron factores de riesgo para la presentación de la displasia de cadera.
· La ocurrencia de displasia unilateral o bilateral fue similar.
· Todos los casos observados no tuvieron manifestaciones clínicas de claudicación.

Fuente 

Metodologia de crianza Canina

Introducción

En nuestro criadero entendemos la tarea de la Crianza de Perros de Raza como un arte, entendiendo Arte en su sentido más genérico como aquella actividad humana, a través de la cual el individuo plasma sus sentimientos, emociones, anhelos, ambiciones y estados de ánimo, para transmitirlas a sus semejantes a través de la manipulación de la materia, de acuerdo con criterios estéticos preestablecidos y comunes dentro de un espacio y tiempo social. A las personas que se dedican a este tipo de actividades las llamamos “artistas” y en el curso de su actividad, van creando procedimientos que llamamos “técnica” y patrones que denominamos “estilos” y que van variando en el tiempo y el espacio del entramado social en lo que denominamos “moda”.

Así, la crianza de animales de raza, donde el criador pretende controlar las características de su “producto” a través de la selección de los progenitores, es en todos sus aspectos una forma de expresión artística que lo mismo se basa en criterios estéticos que en la manipulación científica de los elementos genéticos que determinan, a través de la herencia, la concepción y desarrollo de seres vivos (plantas o animales). La manipulación genética a través del cruce controlado entre progenitores de ascendencia conocida y a su vez, controlada, es la “técnica” y que, persiguiendo el perfeccionamiento de su “estilo”, constituyen en si mismos una forma de expresión que va evolucionando conforme avanza la “moda”. Así como a los artistas de la música, la palabra y el color, los llamamos compositores, poetas y pintores, a los artistas de la crianza, convencionalmente, los podemos denominar “criadores”.

Dentro del concepto colectivo de «Criadores» como dentro de cualquier comunidad artística, existen todo tipo de personas, motivadas por los más variados intereses; sin embargo, los más destacados son aquellos que se ha pasado años seleccionando líneas de sangre, depurándolas, estudiándolas, entendiéndolas, con el único objetivo de continuar mejorando la raza de sus amores. Los Criadores comprometidos con su arte, no escatiman esfuerzos por conseguir sementales de auténtica calidad, para aparearlos con hembras igualmente especiales, para que unos y otros aporten a la camada resultante el mayor número posible de virtudes y el más pequeño de faltas.

Estos artistas son los que han convertido la Crianza de Perros de Raza en un Arte, a base de gran esfuerzo personal, de mucha dedicación, de horas y días, meses y años de estudio concienzudo de aquello por lo que abogan y pelean, haciendo de la Crianza de Perros de Raza un verdadero arte, capaces de imprimir un sello personal, un distintivo, a cada uno de los perros que llevan su afijo, como el lienzo de un pintor lleva estampada su firma.

Los principios del Arte de la cría de perros de raza, tienen como propósito garantizar a quienes lleguen a poseer perros criados bajo estas reglas, porqué pueden esperar que el día de mañana sus animales destaquen de aquellos ejemplares que son fruto de la casualidad, lo que viene a demostrar porqué la crianza merece la pena hacerla bien, con responsabilidad, con honestidad y con Arte. Porque no hay nada más hermoso que contemplar una camada que es el fruto de una planificación, de un proyecto, de un empeño personal, de una ilusión y hasta de una pasión, y contar con la satisfacción de saber que serán sujetos de los que tanto nosotros como sus futuros dueños podremos sentirnos orgullosos, por ser el resultado de una crianza hecha a conciencia.

Principios de Reproducción Canina:

Los conocimientos sobre genética están avanzando de una manera tan vertiginosa en estos últimos años, que dentro de muy poco tiempo es predecible que todos los conceptos y maneras de criar que tenemos, se queden obsoletos. Por el momento, solamente una raza, el Eurasian, ha surgido de un planteamiento científico y de un ambiente de investigación universitaria, el resto son producto de la labor de aficionados o profesionales, con amplios conocimientos empíricos, pero casi siempre sin preparación científica. Para criar perros de calidad no es necesario ser biólogo, tampoco veterinario. De hecho basta tener buena voluntad y deseos de hacer las cosas bien.

La raza es un factor biológico muy claro en el perro, muy al contrario de lo que sucede con el hombre, donde es un término difuso. Los especialistas en genética, biología y antropología están de acuerdo en que es imposible definir lo que es una raza humana. Linneo clasificó cuatro tipos de seres humanos; el marqués de Gobineau distinguió tres; Haeckel hablaba de doce; Blumenbach, de cinco; Montadon, de veinte; Deniker elevó la cifra a veintinueve; los especialistas en antropología, genética o biología actuales han simplificado el asunto, concluyendo que es imposible definir científicamente a las razas humanas.

Con el perro no ocurre lo mismo. El hombre, por medio de la selección y forzando la endogamia ha conseguido en el perro que los rasgos distintivos dominen sobre los comunes, que al fin y al cabo es lo que constituye la mejor definición de raza: predominio de los rasgos distintivos sobre los comunes de la especie.

Hace aproximadamente 10,000 años se produjo la revolución alimentaria del Neolítico. El hombre se hace sedentario e inventa la agricultura como medio de supervivencia y simultáneamente domestica animales y se inicia en el pastoreo.

Unas poblaciones plenamente adaptadas a un estilo de vida de caza y recolección lo abandonan en favor de la agricultura. La humanidad comienza a transformar animales y plantas. Se emplean cruzamientos selectivos, es decir, utilizan animales y plantas elegidos cuidadosamente y que reúnen las características buscadas y los cultivan y seleccionan con objeto de conseguir una descendencia acorde a sus necesidades. Conviene recordar que hasta épocas muy recientes la funcionalidad era el único factor que buscaba el hombre en todos sus animales y plantas domésticos. El perro ya acompañaba al hombre por miles de años antes, cuando era cazador-recolector y quizás fue la observación de su evolución y adaptación al nuevo entorno la que le abrió los ojos hacia las posibilidades de manipular otros seres vivos. El perro es el animal doméstico más antiguo y el único que ha convivido con nosotros como compañero por miles de años y con el que hemos compartido alimentos e incluso vivienda. Es el único al que se puede aplicar el concepto “domus” en un sentido literal.

Hay especies animales y vegetales que, pese a haber sido utilizadas por el hombre por siglos, se resisten a su domesticación por tener partes críticas en sus ciclos vitales que se hallan fuera del control humano. No es así con el perro. Éste tiene una amplísima variabilidad genética además de una gran capacidad de convivencia. En mi opinión, es más importante y precede en el tiempo su capacidad de ser dócil y de obedecer, que las innumerables variaciones físicas y aplicaciones funcionales que poseen las diferentes razas.

No hay que menospreciar la inteligencia de nuestros antepasados. Sin tener conocimientos teóricos, pero indudablemente con un gran sentido de la observación y unos fundamentos racionales basados en una experiencia de errores y éxitos, crearon diversas razas domésticas partiendo de animales salvajes: perros, ovejas, cerdos, fueron seleccionados de ésta manera. No tenemos más que contemplar los bajorrelieves de los palacios de Nínive, con sus molosos asirios, o las pinturas funerarias y terracotas egipcias, con sus múltiples perros, tan antiguos, y sin embargo tan parecidos a las razas actuales. Tenemos que descubrirnos ante su sabiduría, y eso que aún no sabían nada sobre las teorías de los mecanismos genéticos. En Mesopotamia hay grabadas figuras que representan cabezas de generaciones sucesivas de caballos con los cambios que la selección había ido estableciendo en ellos.

Es fácil criar perros sin tener conocimientos teóricos de genética.  Se necesita sólo sentido común, planificación y deseos de hacerlo bien. El siglo XIX fue importante para sentar las bases de las leyes de la herencia. Primero Charles Darwin, con sus teorías sobre la “evolución de las especies por selección natural”. Más tarde un modesto fraile agustino, Mendel, aporta las “dos primeras leyes sobre la herencia”. Mezclando guisantes y aplicando fórmulas matemáticas estableció los fundamentos de la genética. Una plaga que terminó con sus plantas y el nombramiento para un puesto de responsabilidad en su convento terminaron con los experimentos. No obstante le dio tiempo a publicar un trabajo de investigación en 1865: “Hibridación de las plantas”. Hasta pasados 35 años los científicos de entonces no le hicieron la debida apreciación .

Descubrió que los organismos poseen factores paternos y maternos. Desconocía la existencia de los cromosomas. Por consiguiente es fácil considerar que dedujo la existencia del concepto de diploidía en los seres vivos.

Las dos leyes que enunció Mendel son:

Ley de la segregación de los caracteres: De la cruza de dos caracteres, uno dominante y otro recesivo, se producirá una hibridación de los caracteres. De la cruza de los «híbridos» se originará:

a) Una cuarta parte de la línea dominante.

b) Dos cuartas partes de “híbridos”.

c) Una cuarta parte de línea pura recesiva.

Ley de la herencia independiente: “La herencia de un carácter es independiente de la herencia de otro carácter”.

A partir de entonces los descubrimientos se sucedieron en cadena hasta llegar al estado actual de las cosas. En 1902, Sutton, relacionó el comportamiento de los cromosomas con lo que Mendel llamaba “factores hereditarios”. El primer premio Nobel sobre genética, Thomas Hunt Morgan, estableció la teoría cromosómica de la herencia. Probó qué: “Los genes, antes llamados factores mendelianos, se localizan en los cromosomas”. Los genes programan la información de lo que el individuo puede llegar a ser, pero el medio ambiente determina lo que el individuo llegará a ser y el hombre tiene capacidad para seleccionar lo que le conviene.

Por lo tanto: en el desarrollo de un animal hay que tener en cuenta tres elementos, la herencia, la selección y el medio ambiente.

La contaminación ambiental, las deficiencias en la alimentación, el exceso de humedad, el ejercicio inadecuado o la falta de él, los agentes infecciosos impiden que la información genética de un individuo se manifieste tal como estaba codificada en sus genes.

En conclusión, todo en el perro, todos y cada uno de los caracteres, son heredados.

Para comprendernos mejor se pueden definir algunos términos:

Herencia: conjunto de características que trasmiten los progenitores a sus hijos. La descendencia es una combinación de los dos progenitores.

Medio ambiente: factores no genéticos a que es sometido el individuo.

Genética: es la rama de la biología que busca las causas tanto de las semejanzas como de las diferencias entre los progenitores y sus descendientes.  Estudia la herencia.

Célula: unidad fundamental tanto morfológica como fisiológica de los seres vivos. Se dividen en:

Procarióticas: sin envoltura nuclear y un solo cromosoma. Carece de mitocondrias.

Eucarióticas: el núcleo está separado del citoplasma por una membrana y el material genético está organizado en varios cromosomas.

Células somáticas: son las que forman los cuerpos de los individuos en los organismos pluricelulares. Cada célula tiene dos juegos de cromosomas.

Célula embrionaria o gameto: óvulo fecundado resultante de la unión de dos gametos.

El cigoto: está formado por dos gametos.

Homocigoto: cuando los dos genes del individuo son iguales.

Heterocigoto: cuando los dos genes son diferentes.

Cromosomas: cada una de las subunidades estructurales presentes en núcleo celular. Portadoras del patrimonio genético del individuo.

Cromosomas homólogos: son los cromosomas tanto maternos como paternos que forman un par; transmiten las mismas características. El perro tiene 39 pares de cromosomas. El hombre 23.

Autosomas y cromosomas sexuales: En los autosomas están contenidos los genes que se dan por igual en ambos sexos, color de pelo, aparato digestivo, se agrupan en células diploides. En los cromosomas sexuales están contenidos los genes que determinan el sexo. XX en las hembras y XY en los machos. En los cromosomas sexuales se contienen además otros genes ligados al sexo que dan origen al dimorfismo sexual: mayor altura y tamaño en los machos, diferencias de carácter, son los responsables de las “características sexuales secundarias”. También son responsables de algunas enfermedades hereditarias ligadas al sexo, por ejemplo: la hemofilia que se da en el perro que es una variante de la humana. La hembra la transmite, pero se manifiesta solamente en el macho. Se manifiesta en el cromosoma X y tiene carácter recesivo, se agrupan en células haploides.

Meiosis: proceso de división celular que permite la formación de células haploides a partir de una célula diploide.

Haploide: Es la célula que sólo posee un juego de información genética o un juego de cromosomas.

Diploide: célula que posee dos juegos de información genética, dos juegos de cromosomas; uno paterno y otro materno.

Genes: codificadores de la información. Mendel los intuyó y los denominó “factores”. Los caracteres heredados se controlan por genes, se presentan siempre en pares. Se separan al formarse los gametos. Un progenitor sólo transmite uno de los genes al descendiente. El número de genes que contiene un cromosoma es variable. Se calculan más de 100.000 genes en los cánidos.

Tenemos que recordar que los genes:

Se localizan en los cromosomas.

Son los responsables de las características de cada individuo.

Son las vías por las que transcurre la herencia.

Gen dominante: es el que transmite un carácter que siempre se manifiesta. Se representa con una letra mayúscula en los textos de genética.

Gen recesivo: es el que transmite un carácter que sólo se manifiesta cuando está ausente el gen dominante. Se representa con una letra minúscula.

Genes alelos: son los que transmiten el mismo carácter. Uno se localiza en cromosoma materno y otro en el paterno homólogo.

Genes alelos múltiples o poligenes: no hay sólo dos opciones, genes dominantes y recesivos. Existen más, como son la presencia de tres o más genes que producen fenotipos diferentes del dominante y el recesivo.

Codominancia o dominancia incompleta: dos colores distintos pueden dar otro intermedio. Los caracteres de los padres aparecen mezclados, también se suele llamar “herencia en mosaico”. Por ejemplo: rojo con blanco pueden dar “arlequín”; también pueden resultar “ruanos”.

Poligenia, herencia multifactorial: un carácter que es determinado por la acción de dos o más pares de genes. La estatura, la corpulencia, el color del pelaje, el carácter, la inteligencia…, son poligénicos. La estatura tiene carácter recesivo; cuantos más genes recesivos tenga un individuo en su genotipo, mayor será su talla. Hay que tener en cuenta que en la poligenia se suma la acción de los genes, es acumulativa. Un ejemplo: la intensidad del color del manto es debida a la combinación de muchos genes. En la conformación algunos grupos de poligenes son independientes de otros, por ejemplo: la longitud de las patas es independiente de la corpulencia del perro. Se pueden obtener perros de similar corpulencia con patas de diferente longitud. Se puede decir que existen poligenes de la intensidad del rojo o del azul, del tamaño del cuerpo, etc.

Homocigótico: Un individuo es homocigoto con respecto a un carácter cuando sus genes alelos transmiten éste en forma idéntica. Cuantos más caracteres homocigóticos posea un individuo más fuerza genética tendrá. Si durante varias generaciones se aparean ininterrumpidamente individuos emparentados, los descendientes se parecerán cada vez más entre sí en aspecto y comportamiento.

Heterocigótico: un individuo es heterocigoto para un carácter cuando sus genes alelos transmiten éste en forma diferente.

Locus: es el lugar específico que ocupa un gene en un cromosoma.

Endogamia: cruzamiento entre individuos pertenecientes a un grupo aislado de otras poblaciones de su especie.

Genotipo: dotación total de genes que posee un individuo, unos se manifiestan, son visibles, constituyen el fenotipo, y los otros no se ven, pero están presentes y pueden aparecer en la descendencia.

Fenotipo: son los genes que se manifiestan de manera visible en el individuo: la altura, el color del pelaje y de los ojos, el tamaño.

Estándar: definición del fenotipo ideal de cada raza.

Tipo: cualidades diferenciales que hacen que un ejemplar pueda ser considerado claramente de una raza y no de otra. Un perro “fuera de tipo” es el que aún pudiendo poseer algunos rasgos extraordinarios, se aparta del estándar en algunos que son esenciales. Cada raza está definida dentro de un estándar que controla su fenotipo, pero dentro del tipo propio de la raza puede haber y de hecho hay diferencias de interpretación de donde surgen diversos subtipos que son la visión particular del estándar por los criadores. Estos subtipos generalmente se identifican en líneas de sangre.

Expresión: conjunto de características típicas de la cabeza que manifiestan la índole, espíritu y disposición del animal.

Tipos de cruzas:

Todos los seres vivos compartimos una serie de genes, seamos de la especie o raza que seamos. Así al cruzar dos perros de razas diferentes, y a pesar de sus diferencias, siempre habrá unos genes que serán comunes a toda la especie canina. Podemos ir más allí y decir que otros genes serían iguales en todos los mamíferos, otros resultarían comunes a todos los cuadrúpedos y, para ir más lejos, otros similares a todos los seres vivos.

Outcross: Es un cruce realizado sin consanguinidad cercana aunque los progenitores pertenezcan a la misma línea. Se utilizan exclusivamente criterios de selección.

El ejemplo extremo podría ser el del cruce de dos ejemplares de distinta raza (cold outcross) que produciría una descendencia mestiza con tendencia a cero en homocigosis y máximo en heterocigosis.

Linebreeding: Cruce en línea. Consanguinidad poco intensa. Es un término inventado por los criadores para definir una forma más difusa y poco intensa de inbreeding. Se puede llevar a cabo de muchas formas. Un procedimiento se fundamenta en dejar una generación libre entre medias de dos cruces consanguíneos. Por ejemplo: nieto con abuela o nieta con el abuelo. En medio hay que dejar por lo menos un cruce en outcross.

Dado que los ejemplares de perros de raza pura descienden de relativamente pocos ejemplares fundacionales podríamos decir que la idea de raza coincidiría en líneas generales con la definición de linebreeding. Sin embargo, en términos de criadores se usa solamente cuando se toman en cuenta un máximo de cinco o seis generaciones.

Inbreeding: En él se realiza una consanguinidad más intensa. En realidad es un linebreeding de carácter muy intenso. Consiste en cruzar hermanos entre sí o padre o madre con hija o hijo. Generalmente el más joven de los padres, si cumple los requisitos que buscamos, se aparea con su hijo. Tío a sobrina, tía a sobrino y primos hermanos, son considerados por algunos inbreeding y por otros linebreeding. Generalmente es lo que en los seres humanos sería considerado incesto.

Sería absurdo pensar en efectuar tanto inbreeding como linebreeding, como cualquier otro tipo de cruce, sin fijarse con antelación en el fenotipo de los progenitores. La selección debe ser siempre previa.

La Cuarta Vía: Existe otra forma de conseguir el máximo de homocigosidad sin efectuar consanguinidad y por medio del outcrossing. Por su dificultad no se emplea y ni siquiera se tiene en consideración en la cría normal. Por poner un  ejemplo muy claro: dos perros de razas totalmente distintas que tengan como fijo un color, si se cruzaran entre sí producirán mestizos de ese color. Eso quiere decir que distintos criadores de la misma raza de perros, cuyos ejemplares no tuvieran ninguna relación de parentesco entre sí, podrían perfectamente conseguir homocigosis para los mismos rasgos que si estuvieran íntimamente emparentados. Por ejemplo: igual tipo de cabeza, color, altura, etc. Cruzados luego entre sí fijarían sus características de igual manera que si hubieran empleado inbreeding, pero sin ninguno de sus inconvenientes. Por razones obvias de logística y económicas esto es muy difícil de coordinar. Una manera de conseguir algo parecido sería trabajar con un estándar muy rígido que unificara todas las características raciales de una manera tal que no hubiera otra salida que criar bajo la misma tipología.

Todas las razas se han conseguido empleando elevadas dosis de consanguinidad y esas altas dosis de consanguinidad se siguen empleando por los criadores para poder formar sus líneas, acercarse a su tipo ideal y, lo más importante, fijarlo como propio.

La consanguinidad fija simultáneamente características deseadas y caracteres defectuosos. Se requiere gran energía y honestidad para eliminar de la cría a los ejemplares con defectos y fijar solamente las características buscadas. En los Estados Unidos se emplea con intensidad. No está demasiado bien vista en Europa, excepto en Inglaterra. En algunos países, como en Holanda, se han prohibido recientemente los cruces “inbreeding”. Y no solamente en Europa, en Ecuador, por ejemplo, están prohibidos los cruces con más de cuarto grado de consanguinidad, lo que dificulta que consigan fijar un tipo, o eliminar defectos, o lograr cualquier efecto que requiera un modelo.

La consanguinidad, que tiene una tradición milenaria, no es ni buena ni mala por definición, es una herramienta que se emplea bien, si se sabe, o mal, si no se sabe.

En los perros, lo mismo que en cualquier ser vivo, la influencia de los ascendientes disminuye de generación en generación. En los padres se puede calcular que se reparte la influencia en un 50%. En los abuelos en un 25%. Los bisabuelos en un 12,5%. La cuarta generación se reparte la influencia en un 6,25% y la quinta en un 0,32%. Por lo tanto a partir de la sexta o séptima generación cualquier aportación se vería tan diluida que no valdría la pena ser tenida en cuenta. De los padres y los abuelos se puede esperar ver la influencia directa en los descendientes, a partir de ese momento la responsabilidad genética se modera. A eso hay que añadir que los antecesores dejan su huella tanto más cuanto más homocigóticos sean.

Un criador dedicado, con un proyecto de cría bien planificado y comenzando con una cifra preliminar de pocos ejemplares, aunque no sean parientes, podrá en pocas generaciones obtener un biotipo propio diferenciado de otros usando la consanguinidad y la selección con habilidad.

Las Bases para un Programa de Crianza:

Para establecer un Programa de crianza, lo primero que hacemos, es conocer a profundidad la raza a la que hemos decidido dedicarnos, entender e interpretar el estándar oficial, comprender las razones y objetivos por los que el estándar oficial pide tales o cuales atributos y características específicas, qué es lo que hace que esa raza sea distinta de las demás, invirtiendo tiempo suficiente en estudiar su Historia, desde su creación y evolución posterior hasta el presente, indagando sobre los pedigríes de los perros que han tenido una significación especial y también sobre las líneas de sangre que han contribuido a llevar a la raza a dónde está en ése momento, y a la vez reconociendo cuáles son o han sido esos otros perros que, por el contrario, han tenido una influencia negativa para el devenir de la raza, con el objetivo de evitar al máximo, la participación de aquellos sujetos que puedan ser sus descendientes, al momento de seleccionar a los machos y hembras fundacionales de su programa de cría, para no reproducir o magnificar los errores que hayan podido haber cometido previamente otras personas.

También se debe atender a las nociones básicas de genética, de salud y de comportamiento y psicología caninos, para lo cual se puede acudir a libros sobre las distintas materias, y a los datos que sus asesores compartan. El mundo Canófilo está integrado por personas con especial pasión por su raza y, que desinteresadamente estarán dispuestas a ayudar orientando sobre los mejores pasos a dar y los errores que conviene evitar, proporcionando información fruto de su propia experiencia, con el propósito de evitar que se cometan los mismos errores que otros cometieron previamente. La opinión educada de esas personas, nos guía en la elección de nuestras primeras hembras de cría, que han conformado el «esqueleto» de nuestro trabajo y nos han aconsejado también sobre los machos que hemos elegido como sementales, para producir nuestras primeras camadas.

Si pretendemos que cuando llegue el día en que abandonemos la cría, seamos capaces de decir, de manera sincera, que con este esfuerzo hemos dejado la raza un poco mejor de lo que la encontramos, el objetivo central de nuestra actividad, es que nuestro trabajo deje como fruto, ejemplares de absoluta calidad que lleguen a hacer aportaciones positivas al pool genético de la raza.

 Consideraciones básicas:

La primera decisión que enfrentamos es escoger a las hembras fundacionales y a los machos sementales, a partir de los cuales sentamos las bases de nuestro programa de cría.

El primer elemento a tomar en cuenta es que un perro, como el resto de los seres vivos, para poder desenvolverse correctamente en la vida, tiene que ser física y mentalmente sano. Esta primera premisa nos ha llevado a que las hembras que hemos elegido como sujetos fundacionales del programa de cría sean animales sanos y equilibrados, y también sus familiares consanguíneos: hermanos, padres, abuelos, bisabuelos y otros parientes directos (tíos y primos) son igualmente sanos y equilibrados. Igualmente nunca olvidamos, ni desde el inicio de nuestra actividad ni a lo largo de los años que hemos dedicado a la crianza de perros, que los cachorros que vemos nacer, que cuidamos durante varias semanas y que luego entregamos a terceras personas para que los disfruten, son el resultado no sólo de la influencia genética que puedan transmitirles sus dos progenitores, sino de la que a través de padre y madre, han recibido también de sus antepasados directos e indirectos de segunda, tercera, cuarta y quinta generación. Esto significa que cada vez que decidimos que tales o cuales ejemplares pueden llegar a ser padres o madres de nuestros cachorros, hemos considerado su idoneidad, no sólo por lo que son en sí mismos, sino por lo que son o han sido sus progenitores y los progenitores de estos.

Para esto, aplicamos un programa específico con reglas para valorar a cada ejemplar por lo que es él y por lo que son sus ancestros. Entre otros aspectos, por ejemplo, valoramos en el caso de las hembras que queremos considerar como posibles madres, la capacidad de sus propias madres, hermanas, abuelas y tías, para concebir y parir camadas; cuidando de que las antepasadas de esos futuros cachorros sean hembras que no han padecido celos anárquicos, ni han tenido especiales dificultades a la hora de parir de forma natural (sin necesidad de intervención quirúrgica para practicar una cesárea) camadas de varios cachorros y luego los han aceptado, amamantado y cuidado durante las siguientes semanas sin problemas.

Como los perros de raza normalmente proceden de grupos poblacionales cerrados, con un pool genético limitado, también nos aseguramos por todos los medios posibles que tanto el padre como la madre (y sus antepasados directos e indirectos hasta quinta generación) son animales que proceden de líneas de sangre libres de defectos genéticos. No es posible enumerar todas las taras genéticas que se pueden llegarse a encontrar, pero también aplicamos pruebas para identificar portadores de las enfermedades hereditarias que acechan a nuestras razas en particular.

Las enfermedades de transmisión genética pueden ser de muy distinta magnitud y gravedad, entre las más conocidas están el PRA, la anemia hemolítica, el paladar hendido, el enanismo o acondroplasia, la displasia de la cadera o el codo, la osteopatía craneomandibular, el criptorquidismo, la sarna demodécica, la hemofilia tipo A (deficiencia del Factor VIII), la hemofilia tipo B (deficiencia del Factor IX), el glaucoma, la hipomielinogenesis, la distrofia neuroaxonal, tetania recurrente, etc. Estos defectos son producidas por genes recesivos, lo que significa que «aparecen y desaparecen» de forma aparentemente aleatoria pero como sabemos que para que tales problemas se manifiesten en uno o más individuos de una camada, ambos progenitores tienen que ser portadores del gen que las produce, por lo que si aparecen dentro del historial de familia de algún potencial reproductor, esos individuos se excluyen de nuestro programa de cría.

Aún cuando estas son las que se sabe que son el resultado de un gen recesivo, no son las únicas, además de otras enfermedades también hereditarias que están producidas por genes dominantes, otras muchas que son de origen poligénico (es decir que en ellas interfieren no uno sino varios genes), y otras aún por genes autosomales dominantes o recesivos, sin olvidar muchísimas otras enfermedades también hereditarias de las que no conocemos la forma de transmisión, lo que subraya la importancia de obtener el máximo de información sobre las líneas de sangre de los individuos que se han elegido para participar en nuestro programa.

Así como es importante elegir machos y hembras procedentes de líneas en las que no haya problemas de este tipo, también consideramos fundamental asegurarnos de que los progenitores de nuestros futuros cachorros no presenten problemas de conducta asociados a desórdenes de naturaleza siquiátrica, pues si bien en algunos casos se puede pensar que los desórdenes de conducta tienen su raíz en la falta de identificación y socialización de los cachorros a edad temprana, sabemos que a pesar que muchos de los problemas de comportamiento del adulto sean el resultado de una serie de carencias durante su desarrollo infantil y juvenil, los hay también que tienen un origen genético, como es el caso de la timidez patológica. Y si algunos de los problemas derivados de las carencias infantiles, púberes y juveniles pueden ser corregidos con la ayuda de un especialista en comportamiento animal, no puede decirse lo mismo de casos como la timidez patológica. Por esto, cuando valoramos la idoneidad de machos y hembras para que participen en nuestro programa de cría, evaluamos lo que pueden ser problemas originados por la falta de contacto con el ser humano u otros congéneres durante una etapa vital de su desarrollo, en la que se sientan las bases para la futura convivencia con el mundo que le rodea contra lo que es mucho más grave: una patología que se ha adquirido por transmisión genética y que se transmite también, por transmisión genética.

Una tercera consideración, no menos importante es la de la tipicidad. Dado que el propósito del programa es la generación de individuos lo mejor posible encuadrados dentro de los lineamientos de los estándares de nuestras razas, sabemos que los ejemplares que elegimos como reproductores tienen que ser perfectamente típicos y correctos, acorde con el estándar de la raza. Pero tan importante como la tipicidad, son los elementos anteriores, porque un perro puede ser verdaderamente típico de su raza, pero si no está sano física o mentalmente, de poco le sirve serlo, pues sería un contrasentido criar cachorros a partir de ejemplares que no reúnen TODAS las condiciones y sean verdaderamente aptos para convertirse en padres y madres.

 Selección de madres y padres:

Para elegir adecuadamente a las hembras reproductoras fundacionales de un programa de cría, la experiencia demuestra que no sólo se debe evaluar la futura madre de los cachorros, sino valorar si su antepasadas directas han resultado ser buenas reproductoras, asegurando que los progenitores de esa hipotética camada estén libres de enfermedades de origen hereditario y de que esos progenitores (y sus ancestros) sean sujetos sin taras de conducta y, además, individuos perfectamente típicos, que cumplan con el mayor número posible de requisitos de acuerdo con el patrón racial (lo que comúnmente se denomina estándar), pues la meta es asegurarnos de poner en este mundo animales sanos, típicos, equilibrados, de los que podamos sentirnos plenamente satisfechos y completamente orgullosos el día de mañana. Y para poder alcanzar este propósito, no sólo hemos elegido hembras adecuadas en las que basamos nuestro programa de cría sino que también hemos procurado poder escoger sementales óptimos.

Siendo propietarios de las hembras podemos escoger entre un amplio elenco de candidatos machos; evaluarlos uno a uno, sopesando tranquilamente la idoneidad de cada cual, comparando los resultados (los hijos) que cada individuo ha producido en distintas camadas y con perras de distintas características, estudiando a fondo el pedigrí de cada uno y cotejándolos con los pedigríes de las hembras a cubrir. Todo esto lo podemos hacer con tiempo, con tranquilidad, despacio y con la cabeza despejada, sin dejarnos mediatizar ni por los éxitos obtenidos en Exposiciones, ni por el número de Campeones que aparecen reflejados en una genealogía.

Esto que parece un contrasentido, es un criterio importante a tomar en cuenta, por cuanto no necesariamente los campeones de Belleza o de Trabajo resultan los mejores sementales para una hembra en particular; puede darse el caso, que un multi-campeón, o no produce descendencia (porque está tan estresado viajando por todo el país, que su calidad de semen es inferior) o ésta, cuando la hay, no tiene mayor trascendencia para la raza, porque no es el fruto del cruce adecuado, que en nada contribuye a lo que es la esencia de la crianza canina: la mejora continuada de cada raza.

Procuramos seleccionar sementales adecuados, que sirvan al propósito de mejora continua de la raza, evaluando su grado de compatibilidad con la hembra a la que han de cubrir, probados, óptimos. Y aún cuando no se puede predecir el futuro y poder saber de antemano si los cachorros nacidos de ése cruce tan meditado, tan seleccionado y tan deseado, llegarán a cumplir con todas las expectativas, estamos convencidos de que las posibilidades de que así sea, son mucho mayores si la planeación y preparación la realizamos a conciencia.

Para localizar al perro que sea el más adecuado para cada hembra, adicionalmente podemos recabar las opiniones, de una parte por el criador de la línea de sangre de la que proviene esa hembra y, de otra, por el propietario del macho, que normalmente querrá antes de nada, comprobar que la perra que se le ofrece es adecuada y apropiada para producir, con su perro, cachorros de auténtica calidad, que no lleguen a hacer desmerecer la calidad de su semental como tal, contribuyendo a la mejora continuada de la raza.

A diferencia del pasado en que las poblaciones regionales tenían pocas posibilidades de intercambiar e introducir factores genéticos nuevos, una ventaja que se ofrece en la aldea global que es el mundo de hoy, es la posibilidad de elegir semental no sólo entre los que están geográficamente más cerca, sino entre otros que estando mucho más lejos, están al alcance de la mano, aunque se tengan que cubrir los costos de la maquila y el flete.

Genética y Aleatoriedad:

Convencidos de lo fundamental de conocer qué es lo que padres y madres y sus antepasados pudieran transmitir, de bueno y de malo, a la progenie, procuramos estar familiarizados con los principios de la Genética y las formas como la ciencia de la herencia determina nuestros resultados.

Nature y Genome Research han publicado recientemente un compendio con más de dos millones de diferencias genéticas entre las distintas razas caninas, de las que hay unas 350 bien diferenciadas para una población total de 400 millones de individuos.

Los investigadores, que comenzaron su estudio en junio de 2003 con la colaboración del Instituto Nacional de Investigación Genómica Humana de Estados Unidos, son un equipo internacional del Broad Institute de MIT y Harvard que también participó en la secuenciación del genoma del ratón y utilizó un presupuesto de 30 millones de dólares para realizar este proyecto. Previamente sólo se conocía la cadena genómica de especies como el gusano, el pollo, la mariposa de seda, el pez globo, la rata de laboratorio, el chimpancé, el ratón y la mosca de la fruta, además de la de algunas plantas.

El ser humano comparte con el chimpancé el 96 por ciento de su ADN y es 60 veces “menos diferente” de él que del ratón, con el que, no obstante, comparte regiones cromosómicas, incluso donde las secuencias subyacentes de ADN son diferentes.

La información genómica empleada en la investigación procede de una hembra bóxer llamada “Tasha”, de la que los científicos extrajeron la estructura básica del ADN con un 99 por ciento de genoma canino. Antes de Tasha, se había descifrado 75% del genoma de un perro de aguas macho, pero con una calidad menor. El paso siguiente fue estudiar los genomas de otras diez razas, además de otras especies de cánidos, como el coyote o el lobo gris.

A partir de estos resultados, los investigadores establecieron más de 2.5 millones de diferencias genéticas individuales a las que denominaron “polimorfismos nucleótidos únicos”, que sirven como señales reconocibles para establecer las causas de ciertas enfermedades.

La secuenciación genómica del perro, por otra parte mostró las similitudes entre esta especie y el ser humano. El director del Instituto Broad, responsable de la investigación, Dr. Eric Lander, expresó que “la increíble diversidad tanto física como de comportamiento de los perros está codificada en sus genomas, lo que ayudará a entender el desarrollo embrionario, la neurobiología y las dolencias humanas, así como las bases de la evolución”.  Además, la investigación descubrió las regiones del genoma humano más preservadas en la evolución de los mamíferos en los últimos 100 millones de años, que se cifra en un 5 por ciento que no ha mutado durante el proceso evolutivo. Se halló que las secuencias mejor conservadas en esta evolución no están distribuidas aleatoriamente en el genoma, sino ordenadas en una pequeña fracción de los genes que codifican las proteínas cruciales en el proceso del desarrollo. Esto significa que “una pequeña porción de genes cruciales está bajo un control mucho más elaborado de lo que se pensaba” , explicó Kerstin Lindblad-Toh, codirector de la secuenciación del genoma del Instituto Broad.

Por ejemplo, una de las causas principales de muerte en los perros es el cáncer y muchos de sus tumores son muy similares a los que afectan a humanos, por lo que el uso de los resultados combinados del genoma del ser humano y del perro “permitirá un trabajo más eficaz en el tratamiento de ésta y otras enfermedades”, según los autores. La investigación ha demostrado, además, la predisposición de ciertas razas a dolencias específicas como enfermedades cardíacas, cáncer, ceguera, cataratas, epilepsia y sordera, por lo que los científicos tienen ahora las herramientas para detectar los genes de estos males. Otros resultados se refieren a las diferencias en los esqueletos o al dimorfismo sexual, diferencia física entre machos y hembras.

Un gen es cada una de las partículas dispuestas en un orden fijo a lo largo de los cromosomas, encargados de determinar la aparición de los caracteres hereditarios en los individuos y un cromosoma es cada uno de ciertos corpúsculos, casi siempre en forma de filamentos, que existen en el núcleo de las células y que solamente son visibles en el momento en que se produce la mitosis. El número de cromosomas es constante para cada especie animal (o vegetal) y la especie canina presenta 78 cromosomas (39 pares).

En el momento de la concepción, cada individuo adquiere los genes que determinarán su anatomía, su fisiología, su aspecto externo, su carácter y comportamiento, las enfermedades de tipo hereditario que podría llegar a padecer y además adquiere genes que influirán de manera determinante en lo que ese individuo transmitirá, el día de mañana, a sus hijos. Para la crianza, esto es capital pues al realizar un cruce determinado, no solo somos responsables de que de ése cruce nazcan cachorros con características determinadas (visibles unas y ocultas otras), sino que lo somos igualmente de lo que en el futuro serán los hijos, nietos y biznietos de esos cachorros que un día decidimos producir, por lo qué la selección de ejemplares sanos, típicos y equilibrados es fundamental para fundar un programa de cría exitoso.

Imaginemos el cromosoma como un collar de perlas, cada una de forma irregular, unas más grandes, otras más pequeñas, enfiladas de forma caprichosa, aleatoria, unas auténticas, otras falsas. En el organismo de cualquier especie animal o vegetal, desde la más simple a la más compleja, cientos de genes están acoplados en cada cromosoma, formando esa especie de collar; la comunidad científica todavía no se ha puesto de acuerdo sobre dónde se ubican todos y cada uno de los genes que conforman un cromosoma, pero lo que parece perfectamente claro es que el orden, el lugar, en el que se ubica cada cual es siempre el mismo y por lo tanto perfectamente predecible. Si se le asignara una letra a cada uno de los genes colocados en ese collar de perlas; el gen A controlaría el color del manto, el B, su textura, el C, D y E, serán responsables del aspecto, forma, estructura de la cabeza, el F y el G, determinarán cuál sea la inserción y longitud de la cola, y así sucesivamente, hasta tener el cuadro completo del perro.

Para que los genes cumplan su papel, tienen que ir por pares, no individualmente y, por lo tanto, al primero tenemos que sumar otro collar de perlas, los dos distintos, irregulares, con perlas más grandes y más chicas, dispuestas a su antojo, unas verdaderas, otras falsas. Juntamos ahora los dos collares porque no sólo tienen que ir a pares los genes, sino que los cromosomas, también. Así tenemos por ejemplo que si el par de genes A, controla el color del manto, ocurre que cuando un gen, una perla A, es más grande y la otra perla A es más chica, la perla A grande será responsable de que el color del pelo sea rojo, y la chica, de que lo sea negro, por ejemplo. Como generalmente ocurre, el más fuerte gana, de modo que la perla A grande vence a la perla A chica, lo que significará que en el cachorro en el que se ha dispuesto una perla A grande para el color rojo, y otra chica para el color negro, el color rojo dominará al negro. Tendremos entonces que el cachorro que herede dos perlas A grandes, será necesariamente rojo, porque hay doble dominancia, mientras que ese otro cachorro que herede una perla A grande y una perla A chica, continuará siendo rojo, porque otra vez existe dominancia, aunque simple, y este será también el cachorro que tenga un gen recesivo de color negro y el que herede dos perlas A chicas, será negro. El gen recesivo es un gen que queda oculto, pero que no desaparece. Y son precisamente esos genes recesivos los que, pueden llegar a dar sorpresas, no siempre buenas.

Cuando en un par hay dos genes iguales, tanto si son dos dominantes o dos recesivos, ese par se dice que es homocigoto (puro), y será transmitido tal cual a sus descendientes. Por el contrario, cuando hay un gen dominante y otro recesivo en el par, entonces se dice que se trata de un par heterocigoto, lo que implica que transmitirá a su descendencia unas veces el gen recesivo y otras, el dominante. Sin embargo, aún cuando unas características vienen determinadas por genes «simples», como los del ejemplo anterior, otras, como por ejemplo el movimiento, las angulaciones anteriores o posteriores, la estructura de la cadera o del codo, y muchas otras que implican un conjunto de características morfológicas, vienen determinadas por varios pares de genes y no uno sólo. De ahí que en ocasiones se refieren como características poligénicas y también de enfermedades de origen poligénico.

Cuando el organismo se prepara para la reproducción, los pares de cromosomas se dividen, de tal manera que sólo un cromosoma, que contiene una mitad de cada uno de los pares de genes que lo conforman, va a parar a cada ovocito o a cada espermatozoide. Y cada una de esas mitades se combinará, luego de la fecundación, con la otra mitad que está en el otro ovocito o en el otro espermatozoide, dando origen a cada nuevo ser, y como esa combinación es aleatoria, este fenómeno explica la esencia misma de la individualidad que nos caracteriza a todos los seres vivos y explica porqué dentro de una misma camada podemos encontrar diferencias entre los cachorros.

Dado este fenómeno, resulta comprensible por qué no es posible producir dos perros (o cualquier otro ser vivo) exactamente iguales. Esos treinta y nueve pares de cromosomas que tienen que estar presentes en cada nuevo perro, son el resultado de la combinación aleatoria de dos mitades distintas, una procedente del óvulo y otra del espermatozoide. Por la misma razón tampoco es posible conseguir criar al perro ideal, sino aproximaciones a una concepción ideal que se pueden dar a partir de millones de combinaciones distintas. Y explica también que aún si se apareara el mismo macho y la misma hembra una y otra vez, los cachorros resultantes de cada una de las camadas siempre diferirían entre sí y por lo mismo, cada nueva camada es un experimento de combinación genética, que se realiza con ciertos objetivos, pero que no siempre serán del todo exitosos.

Genotipo y Fenotipo:

Para criar perros que deben responder a un estándar y a una función zootécnica específica, de forma responsable y segura, es necesario interpretar los mecanismos de la herencia, pues el éxito de cada cruza depende la planificación basada en el uso acertado de los conocimientos de genética, la capacidad de interpretación del estudio de los pedigríes de padre y madre y de la información de la que hace acopio sobre el mayor numero posible de antepasados de la futura camada.

El genotipo es el conjunto de genes existentes en cada uno de los núcleos celulares de los individuos que pertenecen a una determinada especie y el fenotipo, la realización visible del genotipo en un determinado ambiente. Puesto de otro modo, el genotipo es lo que no se ve, y el fenotipo lo que está a la vista, o en otras palabras, el fenotipo es el conjunto de características visibles de un perro que están determinadas no solo por la herencia, sino también por factores medioambientales, mientras que en el genotipo no se producen influencias externas, sino simplemente es la suma de los caracteres heredados genéticamente.

Por ejemplo, si el padre de una camada de cuatro cachorros tiene los ojos oscuros pero no todos sus hijos heredan esa cualidad, ¿qué puede significar? Que ese macho es heterocigoto en lo relativo al color de ojos, es decir que en el par que determina el color de ojos y que transmite a su prole, tiene un gen dominante y otro recesivo, y lo mismo le ocurre a la madre; también en ella se da esa circunstancia. Es decir que sus fenotipos son de ojo oscuro, pero no así sus genotipos. Si por el contrario, uno de los dos o ambos presentaran dos genes dominantes para el color de ojo, entonces todos los cachorros presentarían los ojos oscuros.

Otro aspecto determinado por la herencia es el sexo. Sabemos que hay un par de cromosomas distinto de los demás, que es el que determina el sexo; en el caso de las hembras, presentan dos cromosomas X, por lo tanto un par XX mientras que los machos presentan uno X y otro Y, o sea un par XY. Cuando en el momento de la fertilización los cromosomas de la madre se dividen, la mitad que transmiten al futuro embrión siempre está compuesto de cromosomas X, mientras que en el caso de los machos, aleatoriamente se transmite la mitad X y otras, la mitad Y, lo que explica que el macho sea el responsable de determinar el sexo que tendrá cada uno de los cachorros de su futura prole. Los genes que incluye el par que determina el sexo, son también responsables de otros que determinarán la producción de hormonas, otras características sexuales secundarias, el comportamiento más o menos maternal de las hembras, etc..

En este cromosoma se incluyen además otra serie de características hereditarias cuya transmisión está asociada con el sexo, tales como ciertas enfermedades hereditarias como la Hemofília de tipo A o deficiencia de Factor VIII. Este tipo de enfermedades son transmitidas por las hembras pero pueden manifestarse únicamente en los machos, esto es, las hembras, actúan como transmisoras, aunque no siempre manifiesten la enfermedad, es decir, no necesariamente serán hemofílicas, mientras que los machos, aunque sean hemofílicos, no pueden transmitir la enfermedad a sus descendientes.

Cuando decidimos cruzar dos perros, para obtener una camada con cachorros que combinen o mejoren las mejores características de sus padres, estamos incidiendo expresamente en la Evolución de esa raza y de alguna manera interfiriendo y tratando de modificar el patrón genético, de manera que lo que a la especie le ha llevado millones de años conseguir, lo estamos modificando, mediante una «selección» artificial y controlada en unas pocas generaciones, esta es la técnica sobre la que se ha basado el desarrollo de la gran mayoría de las especies de animales domésticos y por eso es tan importante si queremos contribuir al mejoramiento de una raza en particular y la especie en general, hacerlo cuidadosa y concienzudamente.

Evolución genética :

El doctor Spencer Wells, director del proyecto genográfico de la National Geographic Society ha señalado que el estudio de genes seleccionados podría ayudar a reconstruir eventos cruciales del pasado y podría servirle a antropólogos físicos como ayuda para explicar por qué la gente de todo el mundo tiene apariencias tan distintivas, aun cuando sus genes sean tan similares.

Este descubrimiento ha fortalecido la evidencia de que la evolución humana no se detuvo en un pasado distante e indeterminado, como lo presuponen tácitamente muchos científicos sociales, pues incluso algunos sicólogos evolutivos, quienes interpretan el comportamiento humano en términos de la evolución del cerebro, sostienen que el trabajo de la selección natural al crear la mente humana se completó en el pasado preagrícola, hace más de 10 mil años.

Jonathan Pritchard, genetista de población en la Universidad de Chicago ha señalado que «Es amplia la evidencia de que la selección fue el motor principal de nuestra transformación en los últimos 10 mil años, y no hay razones para suponer que se ha detenido».

Pritchard y sus colegas, Benjamin Voight, Sridhar Kudaravalli y Xiaoquan Wen, reportaron sus descubrimientos en la publicación PLOS-Biology. Su información se basa en los cambios del ADN en tres poblaciones recabados por el proyecto HapMap, que amplía los trabajos de decodificación del genoma humano de 2003.

La información, recopilada originalmente para ayudar a identificar genes variables que contribuyen al surgimiento de enfermedades, también ofrece evidencia de un continuo cambio evolutivo.

Las huellas de la selección natural en el ADN son difíciles de reconocer. Sólo un puñado de genes recientemente seleccionados han sido identificados previamente, como los que otorgan resistencia contra la malaria o la capacidad de digerir lactosa siendo adulto, una adaptación común en los humanos de la Europa septentrional cuyos ancestros prosperaron gracias a la leche.

Pero los autores del proyecto HapMap, encontraron varias regiones más en las que la selección jugó un papel importante, resultado similar al de un análisis publicado por Robert K. Moysis de la Universidad de California, Irvine.

La exploración de Pritchard del genoma humano difiere de las anteriores en que él desarrolló un análisis estadístico para identificar los genes que comenzaron a propagarse entre la población en milenios recientes y que todavía no se han vuelto universales, como lo hacen a la larga muchos genes con ventajas.

Los genes selectos detectados hasta ahora entran en un puñado de categorías funcionales, como se esperaría si la gente se estuviera adaptando a cambios específicos en su ambiente. Algunos son genes encargados de digerir alimentos en particular, como el gen para digerir la lactosa, común en los europeos. Otros son genes que afectan el gusto y el olfato, así como algunos que eliminan las toxinas de los venenos de las plantas, quizá evidenciando un cambio en la dieta de alimentos silvestres a plantas y animales domesticados.

Pritchard estima que el punto promedio en que los genes seleccionados comenzaron a hacerse más comunes bajo la presión de la selección natural fue hace 10 mil 800 años en la población africana y 6 mil 600 en las poblaciones de Asia y Europa.

El doctor Richard G. Klein, paleoantropólogo de la Universidad Stanford, encontró que era difícil correlacionar los cambios genéticos específicos en las tres poblaciones con sucesos en los registros arqueológicos, pero que el momento y la naturaleza de los cambios en asiáticos orientales y europeos parecería compatible con el cambio en la agricultura. El cultivo de arroz se generalizó en China hace 6 mil o 7 mil años, y la agricultura llegó a Europa, proveniente de Oriente, al mismo tiempo. Antes de ese periodo es difícil encontrar esqueletos similares a los de los chinos modernos, y hay pocos esqueletos europeos con más de 10 mil años de antigüedad que tengan alguna similitud a los de los europeos modernos.

Eso sugiere que en las dos poblaciones hubo un cambio en la estructura ósea, quizá en conexión con el cambio en la agricultura.

Wells, de la National Geographic Society, señaló que «Cada gen tiene la historia de una presión a la que nos hemos adaptado» y está reuniendo ADN de poblaciones en todo el globo para trazar con mayor detalle la variación genética puesta en evidencia por el proyecto HapMap.

La lista de genes de Pritchard también incluye cinco que afectan el color de la piel. Se ha asumido que los primeros humanos modernos que llegaron a Europa hace unos 45 mil años tenían la misma piel oscura de sus antecesores africanos y pronto empezaron a adquirir la palidez que necesitaban para recibir más luz de sol para procesar la vitamina D. Pero el descubrimiento de cinco genes de la piel seleccionados hace 6 mil 600 años podría implicar que los europeos adquirieron su piel pálida en épocas más recientes. O que los genes seleccionados pudieron haber reforzado un proceso establecido antes. Puesto que los grupos étnicos chinos y japoneses también son pálidos, en su caso la evolución probablemente cumplió el mismo objetivo en esas poblaciones, ya sea modificando distintos genes o cambiando los mismos pero muchos miles de años antes, por lo que las señales de selección ya no son visibles en el nuevo análisis.

Cuando nuestros antepasados «adoptaron» a los lobos salvajes que se acercaban a sus campamentos nómadas para aprovecharse de los desperdicios alimentarios que quedaban atrás, poco imaginaron hasta qué punto iban a interferir en la evolución de esa especie huésped. Poco a poco, los lobos fueron domesticados y sus descendientes se convirtieron en compañeros inseparables del hombre, y cuando el hombre comprendió todo lo que el cánido tenía para ofrecer, empezó a sacar provecho de sus virtudes no ya solamente como cazador, sino como guardián luego, más tarde como pastor y siempre como compañero, modificando su forma y estructura para cada función específica, lo que actualmente denominamos función zootécnica, a través de la selección entre generaciones.

La flexibilidad de la especie y su deseo de complacer, explica porqué hoy en día el perro, cualquiera que sea su aspecto, talla o tipo, esté presente en tantas actividades que desarrolla el ser humano, desde ser la mascota que presta soporte y apoyo emocional, hasta auxiliar enfermos terminales en un hospital, guiar invidentes o sordos por una gran ciudad, salvar vidas humanas y localizar cadáveres en catástrofes, ayudar a los médicos a detectar melanomas y otros tipos de cáncer de piel en personas que todavía no presentan síntomas, a través de su depurado olfato, avisar al epiléptico con la suficiente antelación de cuándo se le va a producir un nuevo ataque, y todo sin dejar sus ocupaciones tradicionales, en las que ha sido indispensable durante más de quince mil años, caza, guarda y pastoreo.

Un poco al azar al principio y luego cada vez con más intención, el hombre fue optando por mejorar, mediante cruces cada vez más elaborados, los atributos de los primeros perros y comenzó a fijar aquellas características que, para según sus propósitos circunstanciales, le resultaban más interesantes. Sin saberlo, estaba aprovechando el ínfimo porcentaje de trazos heterocigotos presentes en los animales, para convertirlos en homocigotos; y, también sin darse cuenta, estaba dando pequeños empujoncitos a la evolución natural, convirtiéndola en una evolución más selectiva, favoreciendo aquellas características que mejor cubrían sus necesidades específicas.

Así, primero de manera involuntaria, inconsciente, casi fortuita, y luego de forma cada vez más elaborada, planificada e intencionada, los primeros criadores fijaron una serie de características (a través de los genes homocigotos) como colores de manto, calidades de pelo, tipos de cabeza, de mordida, de orejas, de espaldas, de colas, temperamentos, habilidades específicas muy diversas, etc. Y hoy, cuando la genética se ha convertido en una ciencia que está al alcance de todos, ya no sólo decidimos cruzar a los perros de una u otra manera basados en nuestro instinto o en necesidades concretas, como hicieron nuestros antepasados, sino que tenemos la capacidad de determinar concienzudamente por qué y cómo queremos fijar tal o cual rasgo y con los conocimientos que tenemos, adquirimos la capacidad para sopesar, en cada momento, qué nos interesa más y a dónde nos puede llevar una u otra decisión.

Como Programa de Cría responsable, nuestro método parte de una base sana con sementales y hembras de cría con todas la garantías, en cuanto a salud, comportamiento y tipicidad, que tratamos de complementar con el conocimiento de los antepasados de esos ejemplares fundacionales, paciencia, planificación a corto, medio y largo plazo, empeño personal, honestidad, autocrítica y un poquito de buena fortuna, para decidir en cada momento qué tipo de cruce conviene más al Programa para mejorar sus productos.

Criterios de cruza:

Endogamia es la combinación entre individuos de la misma raza, comunidad y población que comparten una ascendencia común o son naturales de una pequeña localidad o comarca, y Exogamia, por el contrario, es la regla o práctica de seleccionar al cónyuge de distinta tribu o ascendencia o procedente de otra localidad o comarca.

Extrapolado a la crianza canina, la endogamia (en inglés in-breeding), es la práctica de cruces cerrados, entre individuos directamente relacionados entre sí con el único propósito de fijar una serie de características, en una descendencia que cada vez es más homogénea. Otra forma de endogamia, muy cercana y muchas veces confundida con el in-breeding, es el line-breeding, que como su nombre indica significa el cruce entre individuos de la misma línea de sangre, en los que la consaguinidad existe, aunque en menor medida y la única forma de distinguir entre uno y otro es mediante el estudio de los pedigríes. Se produce cierta confusión entre ambas formas de endogamia, porque los límites son difíciles de marcar, pero se puede decir que un in-breeding puro y duro es cualquier cruce entre padres e hijos, hermanos y hermanas o medio-hermanos y medio-hermanas y line-breeding, los que se hacen entre abuelos y nietos, tíos y sobrinos y primos entre sí.

Exogamia (en inglés out-cross), es justamente lo contrario, la práctica de cruces abiertos, entre individuos que no tienen ningún parentesco conocido entre sí, en al menos cuatro o cinco generaciones. Cuando se va a evaluar un pedigrí, en las tres primeras generaciones ya aparecen un total de catorce nombres, que se van multiplicando rápidamente, hasta que por ejemplo, en cinco generaciones son sesenta y dos los nombres que aparecen en un pedigrí y en seis generaciones, ciento veintiséis. Dado que no resulta sencillo encontrar perros de raza que no tengan ancestros comunes, se ha consensuado entre los Criadores, que deban considerarse como ejemplares fruto de un cruce exógeno todos aquellos que en cuatro o cinco generaciones no presenten en el pedigrí un sólo nombre siquiera por duplicado.

Por el material genético que cada pariente directo transmite a sus descendientes, cuando no existe multiplicidad entre los antepasados de las tres primeras generaciones (padres, abuelos y bisabuelos) se considera que ese animal es resultado de un cruce exogámico, de un out-cross porque el efecto de la influencia que pudieran tener en el ejemplar en cuestión los genes de los tatarabuelos ya queda muy diluido. La exogamia o out-cross, al extremo es el caso de cualquier perro de la calle, cruce de varias razas y de mestizos, con cualquier otro perro también de la calle e igualmente fruto del cruce de perros de distinto tipo y aspecto, e incluso con otro perro de raza; los hijos resultantes de estos apareamientos aleatorios son el fruto de cruces exógenos. Normalmente out-crosses totales no llevan a ninguna parte ya que son mezclas heterogéneas de ejemplares de unas y otras líneas de sangre.

Generalmente se piensa que el in-breeding es siempre malo y que el out-cross es siempre bueno; sin embargo, lo realmente importante al momento de decidir un cruce, es conocer a los ancestros directos y colaterales de los dos ejemplares que van a ser empleados como posibles progenitores de la futura camada y tomar decisiones a partir de ahí, teniendo en cuenta que no es tanto el método elegido lo que hace que los individuos nacidos de un cruce sean mejores o peores, sino la calidad del macho y la hembra seleccionados como padre y madre de esos cachorros. Calidad, que no se mide en base a que reúnan entre sí títulos de Campeones, pues la gran mayoría de las camadas que nacen de un cruce que sea el resultado de un out-cross puro y duro, son camadas en las que cada individuo será distinto del otro y en las que no necesariamente van a sobresalir más de uno o quizás dos individuos, pues la mezcla aleatoria de genes que se produce cuando tiene lugar la ovulación, en ningún caso garantiza calidad por calidad y precisamente por eso en un programa de Crianza se utiliza el out-cross casi exclusivamente cuando se pretende introducir alguna característica muy concreta en la línea de sangre.

Imaginemos que en un programa de cría perfectamente establecido, los ejemplares de esa línea son animales sanos, equilibrados y típicos, pero que en términos generales necesitarían tener un poco más de «máscara», el criador estudia concienzudamente a varios ejemplares susceptibles de aportar a la línea ese rasgo y realiza el cruce oportuno en su momento para conseguir introducir esa característica en la siguiente generación, que luego tratará de fijar en generaciones sucesivas mediante cruces cerrados. El hecho de buscar «sangre de refresco» está justificado por la necesidad de aportar algo nuevo a las líneas de sangre propias, pero se hace siempre con cautela, porque para que ese cruce exógeno tenga el resultado esperado y no efectos secundarios indeseables, es necesario identificar al ejemplar «extraño» a conciencia, y elegir preferentemente aquél que siendo ajeno al programa de cría, sea muy probablemente él también el resultado de un programa de cría basado en in-breeding, por cuanto sólo así se estará seguro de que ese rasgo que se procura introducir esté perfectamente asentado en el ejemplar con el que se vaya a hacer el cruce, y no sea fruto de la casualidad.

En contra de la opinión generalizada, los cruces endogámicos son la base de la gran mayoría de los programas de cría de reputación, pero por lo mismo, para que a cambio de realizar cruces cerrados, el resultado sean perros sanos y de probada calidad en todos los sentidos, es imprescindible que esos cruces se realicen solo entre animales de primera calidad pues para que la endogamia produzca los efectos deseados, no basta con asegurarse de cruzar a parientes cercanos, hay que conocer los detalles de las líneas de sangre y ser muy consciente de que de la misma manera que se fijan las características deseables a corto plazo, también se fijan las que no lo son, con la misma rapidez, por lo que es importante seleccionar para cada nuevo cruce, sólo ejemplares del máximo nivel  y tener siempre presente que la endogamia puede llegar a producir un deterioro de la calidad genética de los animales que son sometidos a ella; que se traduce en la disminución de la talla, la fertilidad y la viabilidad de nuevos individuos.

En suma, un programa de Crianza balanceado es aquél donde tratamos de aprovechar los beneficios de las tres formas de cría, in-breeding, line-breeding y out-crossing y entremezclarlas según mejor convenga en cada momento y es este juicio lo que hace que la crianza canina se convierta de verdad en un Arte, cada vez que una nueva camada, tiene como resultado la mejora de esa raza.

El control de cruzas:

Dada la importancia de conocer a los antepasados de los dos ejemplares, macho y hembra, se han establecido mecanismos reconocidos internacionalmente para identificar las líneas de sangre y los afijos que las manejan. Afijo es el “apellido” que llevan los cachorros nacidos y criados por una persona, independientemente de quienes sean el padre y la madre de la camada, siempre y cuando la hembra sea propiedad de esa persona en el momento del parto y de la posterior inscripción de la camada en el Registro de Orígenes de la Sociedad Canina que corresponda. Esto significa que sólo si la madre de la camada es propiedad de la persona que ostenta el afijo, los cachorros pueden ser registrados con ese afijo.

El trámite de solicitud de un afijo es un procedimiento sencillo y estandarizado en todos los países cuyos Clubes Canófilos están afiliados a la Federation Cynologique Internationale. Se requiere llenar un formulario, dando como mínimo tres posibles nombres para el afijo, y cumplir algunos requisitos como poseer un mínimo de tres hembras y dos machos y de esta población cuando menos dos deben tener un título de campeonato nacional y acreditar el contar con instalaciones y procedimientos adecuados para el mantenimiento de los animales; obtenido el visto bueno de la sociedad canina nacional, se abona una cantidad para la tramitación e inscripción del mismo y en pocas semanas, salvo que ninguno de los nombres sugeridos sea factible de ser utilizado (porque ya exista otro afijo en el ámbito de la FCI similar), se recibirá la comunicación de que uno de ellos ha sido aceptado y registrado.

Una línea de sangre es algo más complejo y se “construye” con tiempo, a partir de otras líneas de sangre de las que nos nutrimos para consolidar la propia, y se establece a partir de la relación familiar de parentesco de unos perros con otros, que puede ser directa (establecida de padres a hijos) o colateral o indirecta (cuando se establece entre animales que descienden, en distinto grado, de ancestros comunes como son hermanos o medio-hermanos, tíos, primos, sobrinos, abuelos, etc.). En una población tan reducida como es la de una raza canina registrada, y más todavía la de una línea de sangre (“bloodline” o “strain” en inglés), la relación de parentesco suele ser muy cerrada, lo que significa que entre unos individuos y otros existen muchos genes en común, y eso implica que los perros tengan grandes similitudes entre sí, tanto en fenotipo como en genotipo.

Cuando se emplean habitualmente cruces endogámicos, tanto en forma de in-breeding como de line-breeding, se va creando una línea de sangre específica y fácilmente reconocible. Se fijan ciertas peculiaridades, como puede ser la predominancia de un cierto color de manto sobre otro, la forma de inserción de orejas o rabo característica, que se van transmitiendo de generación en generación. Sin embargo dado que la combinación de genes que se produce durante la fertilización del óvulo por el espermatozoide es totalmente aleatoria, raramente se darán en una misma camada o en un mismo programa de cría dos individuos idénticos, si bien es posible que aparezcan gemelos nacidos a partir de un solo óvulo (gemelos uniovulares).

En un criadero, nos nutrimos de varias líneas de sangre y vamos estableciendo dentro del programa de cría “familias” distintas, con el objeto de discriminar e identificar los efectos genéticos. Tomamos en cuenta que el hecho de que el nombre de un campeón aparezca en un pedigrí, incluso más de una vez, no tiene por qué ser una garantía, pues TODOS los antepasados tienen la misma probabilidad de aportar su proporción de genes en igualdad de condiciones, aunque la aportación genética que cada individuo hace, unos transmitan mayor cantidad de genes homocigotos que otros, por lo que favorecemos la utilización de aquellos que “transmiten” mejor, para lo que planificamos las camadas con mucha antelación y teniendo en cuenta no sólo el presente o el futuro inmediato, sino también el largo plazo.

Partimos del concepto de que todos los perros, por hermosos que sean, presentan algún defecto. Unos pueden ser obvios y apreciables a simple vista, como por ejemplo pequeñas desviaciones del estándar. Otros, sencillamente permanecen ocultos. Hoy en día se cuenta con suficientes herramientas clínicas para poder detectar con gran fiabilidad, mediante pruebas de sangre (por ejemplo para descartar hipertiroidismo hereditario), rayos X (para descartar ciertas deformidades óseas transmisibles), exámenes oculares (para descartar problemas como la atrofia retinal progresiva, el entropión y el ectropión, etc.), biopsias u otros exámenes específicos, toda una serie de enfermedades y anomalías que son susceptibles de ser transmitidas de padres a hijos. Estos avances facilitan la posibilidad de evitar cruzar a un ejemplar afectado de cualquiera de estos u otros problemas para no continuar perpetuándolos.

La clave del éxito de un programa de Crianza radica en un “stock” de calidad, entendiendo por calidad no el que los machos y/o las hembras reproductores reúnan en sus pedigríes muchos parientes que hayan obtenido múltiples títulos de Campeonato, sino el que esos sementales y esas hembras de cría tengan tras de sí padres, tíos, hermanos y hermanas, abuelos y bisabuelos que hayan aportado a la raza mucho de bueno y poco o nada de malo.

Los avances recientes en el conocimiento del Genoma Canino han suscitado un mayor interés al comprobarse que es muy similar en tamaño al de los Humanos, por contener aproximadamente dos mil quinientos millones de pares base de ADN y precisamente en base a esa similitud y al hecho de que el 25% del genoma canino -es decir unos 18,450 genes- sea similar al humano, se sabe hoy que a través de su estudio y análisis y del conocimiento de muchas de las patologías y desordenes genéticos que afectan a los perros de raza (como ciertas formas de cáncer, enfermedades cardíacas, problemas auto-inmunes, epilepsia, distintos tipos de sordera y ceguera, etc.), se podrá investigar más a fondo sobre patologías paralelas que sufre nuestra especie.

Cuanto más se conoce sobre el Genoma canino, más posibilidades se tienen de ir erradicando enfermedades y alteraciones que se han venido transmitiendo y multiplicando a lo largo de décadas, a través de una larga historia de cruces en los que se ha actuado en forma poco “científica” y en la que se ha venido cruzando a los perros entre sí por estimarlos adecuados para fijar tal característica o erradicar cual otra, sin saber lo que se escondía detrás de esos cruces en el aspecto puramente genético, por carecer de un conocimiento suficiente sobre los cromosomas, que diera la pista sobre los rasgos que realmente importan a la hora de hacer una selección exhaustiva y tendiente a mejorar cada raza en particular. De hecho, cuando los genetistas se han fijado en la forma en la que se ha venido practicando, en la mayoría de los casos, la crianza canina (y la selección de reproductores), se han dado cuenta de que los perros se han venido cruzando con casi la única limitación de su tamaño y/o de no mezclar distintas razas entre sí. Esto porque todavía hoy los criadores, en gran parte, se fijan casi exclusivamente en lo que está a la vista, no en lo que está oculto, en las características que se aprecian en una exposición, y no en las que determinan que tal o cual familia o línea de sangre, se vea luego afectada de una u otra enfermedad hereditaria.  Eso, ha permitido a los genetistas localizar toda una serie de marcadores genéticos en muy poco tiempo que determinan la aparición de enfermedades tales como la atrofia retinal progresiva, la cistonuria, la deficiencia canina de adhesión leucocitaria, la displasia renal, la enfermedad de Von Willenbrand, la fucosidosis, la inmunodeficiencia combinada severa, la miotonía congénita o la mucopolisacaridosis, que ya son susceptibles de ser “trazadas” mediante pruebas de laboratorio, con lo que sus portadores pueden ser eliminados de los Programas de Cría. La importancia de este hecho radica en que estas enfermedades son debidas a la transmisión mediante un solo gen o lo que es lo mismo, por lo que se dice que la mayoría son desórdenes autosómicos recesivos y por lo tanto una sencilla prueba de ADN puede dar las pistas suficientes para acabar por erradicarlas.

El impacto que la revolución genómica canina llegue a tener en el Arte de Criar es todavía desconocido, pero basta extrapolar la importancia que el estudio del genoma humano ha tenido en la medicina humana para empezar a atisbar sus consecuencias. Desde que se completó la secuencia del genoma humano, se han ido conociendo todos y cada uno de los treinta y cinco mil genes humanos que, se estima, constituyen nuestro genoma. En base a la técnica denominada de «microarray» y la tecnología computarizada, la eficacia en el estudio de los genes humanos se ha incrementado y ello ha hecho posible describir la variación genética entre varios individuos a la vez, así como la expresión de miles de genes a la vez en células, tejidos y órganos específicos.  Esos métodos se están aplicando con la intención de encontrar cambios en la expresión de unos genes sobre otros, para poder llegar a aislar aquellos que sean verdaderamente relevantes para la causa y tratamiento de la enfermedad. Así ahora es posible tratar ciertas formas de cáncer (neoplasias) basándose en los perfiles de expresión genética y no en sus características histológicas, con lo que se abre una nueva expectativa como es ser capaces de determinar qué fármacos son más susceptibles de producir la remisión del tumor e incluso su curación.

Todo esto que ya se aplica en medicina humana, eventualmente encontrará su camino en veterinaria canina y cuando eso ocurra, se abrirá un nuevo abanico de posibilidades para criar perros más sanos y para tratar a los que están enfermos. Mientras se abren estas nuevas oportunidades, lo que sí podemos es profundizar en los datos que sirven para poner coto a la multiplicación de defectos congénitos y de enfermedades hereditarias. Es una tarea importante, complicada por lo que se tiene que familiarizarse con la nomenclatura y el conocimiento de lo que son fenotipos y genotipos, alelos, cromosomas X e Y, portadores heterocigotos u homocigotos, mutaciones, etc., pero esencial si de lo que se trata es de conseguir ejemplares no sólo estéticamente más bellos, sino y sobretodo más sanos y equilibrados.

Metodología del programa de crianza

Para la selección de ejemplares para un programa de crianza, se pueden seguir los siguientes procedimientos:

Inbreeding: es la cruza entre ejemplares muy cercanamente relacionados en su sangre, como padre e hija, entre hermanos o madre e hijo. Su propósito fundamental es inducir que se combinen genes idénticos en la progenie, de modo de fijar características deseables en ella. Muchos de los mejores ejemplares de la raza son producto de planes de Inbreeding llevados a cabo por criadores que sabían exactamente lo que estaban haciendo.
En efecto, este método de crianza sólo debe usarse cuando se conoce profundamente a ambos animales y sus ancestros, para no correr el riesgo de fijar características indeseables.

Linebreeding: es la cruza entre descendientes de un ejemplar cuyas características el criador quiere reforzar sin llegar al extremo del inbreeding en cuanto a cercanía genética.
Típicamente se cruzan «primos», de modo que tienen un «abuelo» común, junto con influencia de terceros perros.

Outcrossing: es la cruza entre perros que no tienen relación sanguínea cercana (no hay ascendientes comunes en, por ejemplo, unas tres generaciones). Este método usualmente produce algún cachorro en quien se combinan las mejores características de padre y madre, mientras que la mayoría de la camada presenta diferentes combinaciones que arrojan ejemplares promedio y uno que otro muy atípico. El problema principal del outcrossing es que no permite acercarse a un «tipo», cuyas características sean predecibles, de tal modo que los cachorros de un criadero sean reconocibles a simple vista.
Es el método al que recurren los criadores que han establecido un «tipo» pero desean agregarle virtudes que su tipo no tienen. También es el método típicamente usado por criadores ocasionales o aficionados. Finalmente, es un método de «búsqueda» o experimentación de combinaciones genéticas nuevas.

Está claro que las tres formas de crianza son igualmente útiles en distintas etapas de avance y conocimiento dentro de un plan de mejoramiento de la raza a largo plazo.

Grados de relación en crianza

La relación de los ancestros es un factor importante para las crías, especialmente si consideramos que especimenes relacionados son parecidos, no así los no relacionados.
Cuanto más parecidos son los padres mayores serás las posibilidades de que la cría tenga sus cualidades y sea mas uniforme. Las variaciones de herencia se ven reducidas en número y grado. Es como sacar una pelota roja de una valija llena de pelotas azules. Las posibilidades de sacarla son mayores si hay un total de diez pelotas en la valija y no quince.
La relación de los padres es representada de la siguiente manera en orden de cercanía: «Inbreeding», «Linebreeding», «Linebreeding de segundo grado», «Outbreeding» y «Mongrel Breeding».

1º INBREEDING.

Consanguinidad, es la cruza de la primera generación y abarca sólo seis posibles cruzas.
Tres de estas son de primer grado, padre e hija, madre e hijo, hermano y hermana (esta es la más cercana). Las tres restantes son de segundo grado: medio hermano y media hermana, tío y sobrina, tía y sobrino.

2º LINEBREEDING.

Es también consanguínea pero con otro grado de relación con miembros de la familia, abarca la cruza entre padres con segundos descendientes y permite un total de cuatro posibles cruzas. Abuelo y nieta, abuela y nieto, nieto y nieta, primera prima y primer primo.

3º LINEBREEDING DE SEGUNDO GRADO.

Abarca las cruzas que tienen una relación no tan cercana como las anteriores.
Debe haber por lo menos un ancestro común dentro de cuatro generaciones, por ejemplo un abuelo o una abuela.  Hay muchas combinaciones posibles.  Un caso común es el cual los dos perros tienen el mismo abuelo o abuela, ya sea del lado paterno o materno.

4º OUTBREEDING.

Es una forma de crianza que está dentro de la raza pero que no tiene ningún ancestro en común en cuatro generaciones. No es necesario regresar hasta una décima generación porque es cierto que en muchas razas aproximadamente el noventa por ciento de los perros tienen muchos ancestros en común después de esa generación. Mirar hacia la décima generación del pedigree de veinte perros de una raza no es un trabajo tan difícil como parece, que el pedigree de cada perro es la duplicación de los pedigrees de los otro diecinueve. De todos modos, para los propósitos prácticos de crianza no es necesario remontarse mas allá de la quinta generación. La dominancia desaparece después de esta generación aunque pueden aparecer algunos rasgos recesivos de ancestros lejanos.

5º CROSSBREEDING.

Es la cruza de padres de pura sangre pero de razas diferentes. El resultado es técnicamente en un ciento por ciento un perro indefinido pero que más tarde, aunque no necesariamente, puede emplearse con propósitos de cruzamiento.

6º MONGREL BREEDING. (Cría entre bastardos).

Es la cruza de un perro «mezcla» con uno de pura raza o mezcla también.
Estas cruzas sirven para propósitos experimentales, pero no le interesan al criador de perros.
Por lo general «romances de primavera» o apareamientos no deseados por los propios amos de los perros en sí, que por otra parte no se interesan por los ancestros de aquellos ni por su posteridad. Lo que puede surgir de esa unión no puede saberse hasta tanto no se produzca el nacimiento.

Línea de sangre

Es el término que relaciona a una cierta familia distinguiéndola de otros miembros de la misma raza. Por ejemplo, todos los Rottweiler son de la misma raza pero hay numerosas «familias» dentro de esta raza basadas en ancestros comunes, como por ejemplo Ives, Noris, Doc, Jackomo etc., y estas son las líneas de sangre. La intensidad de las líneas de sangre puede disolverse rápidamente cruzando a ejemplares sin relación (Outbreeding).

La introducción de dichos individuos hará variar la línea de sangre, la que llegará a configurar características propias aproximadamente después de veinte años de crianza. Criar seleccionando científicamente es el problema del criador de perros, que debe estudiar el árbol genealógico de los padres más que a ellos mismos.  Debe además interpretar los pedigrees por varias generaciones de ambos lados; y esto depende de lo que haya investigado de los rasgos dominantes y las cualidades hereditarias sobresalientes. Los estudios generalmente revelan que ostentar títulos obtenidos en exposiciones no es necesariamente garantía de calidad de reproducción ni de transmisión de cualidades.
Las perras son tan importantes en este sentido como los perros.

El mejor pedigree sería tener frente al criador a todos los perros presentes, en orden de ascendencia, carne y sangre un pedigree viviente. Podríamos observar enseguida del lado paterno un buen número de ejemplares que son muy parecidos e igualmente pasa con el lado materno.

Algunos perros pueden parecer que no son de la familia por ser muy diferentes a los demás.
Se verá claramente, que retrocediendo, un perro es el que transmite las características deseadas, color, tamaño, carácter, porte, etc.  La habilidad del criador reside en descubrir este ancestro dominante y determinar cual descendiente vivo posee las cualidades de su antepasado.

Es deseable poder elegir en el otro lado del pedigree (el de la perra) un perro similar relacionado con el primer perro dominante. En muchas líneas de cría el perro dominante de cada lado puede ser el mismo. Si se ha estudiado el pedigree de la perra y se llega a la conclusión de que sus características dominantes las va a trasladar, sean estas buenas o malas, generalmente de los abuelos, se tendrá que analizar cuidadosamente el pedigree de los perros en servicio de semental. Aquí debe emplearse el razonamiento de la herencia.
Primero el dueño de la hembra que desea seleccionar un macho para su cruza debe estudiar los ancestros dominantes en el pedigree del macho. Pero como, las características dominantes pueden ser deseables o indeseables, virtudes o faltas, el macho ideal será aquél que sus ancestros dominantes poseían las cualidades deseables y que en la hembra son faltas.

Si la hembra es dominante en pelaje, porte, color de ojos y tamaño, pero dos de estos son faltas: feo color de ojos y tamaño demasiado pequeño. El macho ideal, entonces, tendría que ser dominante en buen color de ojos y tamaño, pero no dominante en pelaje y porte a menos, que estos sean excelentes.  Aquí la consanguinidad (Inbreeding) tiene su parte, intensifica todas las características, ya sean buenas o malas.

Si la mayoría de las características son buenas y muy pocas son las fallas, lo ideal es elegir un tipo de padres uniformes que sean dominantes en las mismas cualidades.  En suma, debe elegirse un macho que tenga las mismas virtudes de la hembra (esto requiere criar Inbreeding o en muchos casos Linebreeding) y además, debe ser dominante de características adicionales que son fallas en la hembra.  Recordemos que las características del macho nacen con él y no le pueden ser agregadas después por triunfos en pista o por propaganda.

Como usar el pedigree

Cuando un criador novicio recibe el pedigree de su primer hembra, sobre la que está depositando todas sus esperanzas como criador, probablemente se emocione al encontrar algunos campeones entre sus antecesores. Puede llegarse a pensar que estos campeones, le van a ayudar al éxito de su futura crianza, y su presencia puede ser tomada como una garantía de que su perra está bien criada y es tan parecida a sus progenitores, como le han dicho.

Puede también pensar que con su nueva adquisición debe estar en el buen camino, y si la hembra ha sido cuidadosamente criada y un cierto grado de linebreeding ha sido practicado en las generaciones precedentes, probablemente esté en la buena línea, pero si como suele ocurrir, una cantidad de gente ha participado en su crianza, usando al último Campeón solo por serlo, apareándolo con hembras no relacionadas e inapropiadas para él, entonces el criador inexperto bien puede estar completamente en la línea equivocada al basar un programa de crianza sobre esa hembra en particular.

Un pedigree tiene un valor limitado, sin información complementaria sobre las virtudes y faltas de los machos y hembras nombrados en él y antes de utilizarlo como base de un programa de crianza, un criador concienzudo investigará a los individuos incluidos en él, considerará los mejores y peores puntos de cada macho y hembra en el pedigree y lo comparará con los de los antepasados de los posibles sementales que está considerando usar con su hembra y es está información del pasado, tomada a lo largo de los años, lo que da la ventaja al planificar cruzamientos futuros.

Antes que el criador resuelva como cruzar su nueva adquisición, debe tratar de averiguar tanto como le sea posible sobre cada ancestro en el pedigree de su hembra, así como sobre los ancestros de los perros que piensa que le convendría usar. Esto tal vez va sea fácil con respecto a los Campeones, dado que mucha gente los ha visto durante su carrera y se cuenta con las críticas publicadas, pero puede resultar muy complicado para los nombres menos distinguidos que entran en el pedigree, y a menudo puede ser imposible indagar alguna información sobre estos, especialmente si presentan algo indeseable que solo sus dueños conocen, por lo que ponen obstáculos en el pedigree y pueden frustrar las mejores intenciones si portan algunas faltas recesivas que se encuentran con recesivas similares en el otro pedigree, esta posibilidad hace de la tarea de encontrarlas algo importante, y bien vale la pena el esfuerzo y el tiempo gastado en ese examen.

La investigación para saber que hay detrás de su línea de crianza, es una parte medular para llegar a ser un criador exitoso, pero también se requiere habilidad para saber como balancear un pedigree de tal manera que los defectos se reduzcan y las virtudes se acentúen sin apartarse del Estándar. Por ejemplo, si un criador se concentra mucho en la forma de la cabeza, la conformación puede declinar, y si prosigue buscando la sustancia, puede no gustarle el resultado final o si trata de poner mucho refinamiento, puede terminar con falta de vigor. La destreza para usar un pedigree como ayuda en la crianza reside en saber donde están las buenas cualidades y de donde provienen, y lo mismo con los defectos.

Si hay una línea o familia que en particular tiene una falta predominante, digamos ojos más claros que lo deseable, es deseable balancear esto con una fuerte dosis de ese rasgo correcto, en este caso ojos oscuros en el otro lado del cruzamiento, por otra parte, si hay cualidades particularmente buenas en un pedigree, que no están presentes en el propio stock del criador, es de gran valor tomar un riesgo calculado para traer buenos rasgos a nuestra propia línea.

Si uno tiene una línea que está bien construida y vigorosa pero no le crece tanto pelaje como sería deseable, podría ser de valor usar un perro con abundante pelaje aunque no tan bien estructurado como su hembra, compensando la falta de la hembra con el buen manto del perro, por las buenas cualidades de la hembra, de cualquier manera, debe tenerse cuidado en las camadas subsecuentes, en seleccionar solamente cachorros bien construidos, vigorosos, para continuar la línea y cruzar a éstos nuevamente dentro de la línea con buenas estructuras y movimiento para asegurar que estos puntos vitales no se pierdan, de la siguiente generación, si seleccionar aquellos con los mejores mantos.

El balance de virtudes y defectos es la llave de la crianza exitosa, y el éxito depende en gran medida del conocimiento del pasado de la raza. Lo que hay que evitar, es duplicar rasgos indeseables o tendencias mientras se está detrás de algún punto en especial. El criador debe tratar de guardar un balance y mantenerse siempre tan cerca del Estándar como pueda.

Un pedigree puede parecer maravilloso a primera vista si está lleno de Campeones, pero si esos Campeones son todos de diferentes líneas y no están bien apareados en sus rasgos, el animal a que se refiere será probablemente de menor valor como material de crianza que un animal cuidadosamente criado en línea, con un pedigree basado en un ejemplar sobresaliente, con tal vez menos Campeones pero sin individuos malos o indiferentes. El tipo de animal que lleva esta clase de pedigree no siempre es fácil de obtener, pero es importante buscarlo pues es casi seguro el resultado de años de crianza constructiva y progresista.

Un programa de crianza puede estar fundado básicamente en “linebreeding”, que es criar dentro de una familia. Cuando se trae nueva sangre, puede tener mejor suerte comprando una hembra criada en línea para sus propios sementales criados en línea.

El proceso de crianza es un desafió continuo de superar defectos, considerando que todo perro tiene deficiencias y al corregirlas recogemos otras nuevas. Pero continuamos adelante, esperando siempre acercarnos un poquito más a ese perro “perfecto” que es el ideal.

Cuando se adquiere una hembra, se debe hacer por razones específicas, y debe estar criada en línea por varias generaciones para la característica que está tratando de cambiar o agregar. Puede tener tipos distintos en su línea que estén bien dentro del Estándar, pero provengan de diferentes combinaciones de los mismos perros. A través de los años, puede resultar que al cruzar estas familias se obtengan resultados satisfactorios al combinar las dos descendencias.

En función de comprender a nuestro perro, investigar dentro de su pedigree cambia la imagen instantánea a una película; vamos de una visión de túnel a una panorámica. La palabra pedigree deriva de la frase francesa «pied de grue», que significa pie de grulla. En el papel, el pedigree se extiende como el pié de esa ave o como el árbol genealógico de nuestros propios antepasados.

La diferencia entre nuestro árbol genealógico y el de nuestros perros es que nosotros, nos casamos y reproducimos por amor y no investigamos los ancestros de nuestra pareja para descubrir secretos y defectos escondidos o salud, inteligencia y otros atributos, aún cuando incluso entre nosotros los matrimonios entre familiares inmediatos no están permitidos por a Ley.

Los criadores dueños de perros, contienen los impulsos de sus animales y así los cruzamientos son planificados para corregir defectos y para mejorar cada generación resultante, por lo que tienen que aprender a leer el pedigree y prevenir malos cruzamientos.

Todos los perros de pura raza deben estar acompañados por un pedigree que muestre al menos tres generaciones. De este modo, el nombre de su cachorro seguido por sus padres, abuelos y bisabuelos dan catorce nombres para estudiar una corta historia de la familia del cachorro. Un pedigree con seis generaciones contiene 126 antepasados y es una leyenda de la familia.

Los colores

Agregar los colores al pedigree da una idea de si un perro tiene tendencia a producir un arco iris de colores o es dominante para negro. Algunos criadores escriben sus pedigrees en negro, resaltando los campeones u otros poseedores de títulos en rojo, pero un pedigree denso en rojo no necesariamente asegura que ese cachorro en particular va a ser un ganador o incluso que sea bueno, aunque ciertamente aumenta sus probabilidades. Aunque hay excepciones, la mayoría de los perros que obtienen títulos en estructura u obediencia son física y mentalmente sanos, mientras que la mayoría de los perros que no son buenos no pueden sobrellevar la tensión de exponerlos. Por lo tanto, un pedigree rico en títulos es más probable que nos dé cachorros con cuerpos y mentes saludables.

Los títulos

Cuando un perro posee títulos tanto de México como de otro país, ambos figurarán en el pedigree (combinado y abreviado). Otras abreviaciones significan otros títulos oficiales.

Además de los sonoros BIS Ch. Tal y Tal, a veces otras anotaciones y números acompañan a los nombres. En Estados Unidos, la Orthopedic Foundation for Animals (OFA) emite números y letras para certificar caderas normales. La Canine Eye Registration Foundation (CERF) certifica a los perros libres de enfermedades oculares.

Los títulos del American Kennel Club significan que los perros fueron de calidad lo suficientemente elevada para obtener los requerimientos básicos del premio y, tal vez, sobresalir en las competencias. Los clasificados que pregonan “línea de campeones”, aunque contengan solo dos perros con títulos en cuatro generaciones, puede ser impresionante para el novato, pero el expositor veterano reconoce que dos campeones o incluso varios en la cuarta o quinta generación están bien diluidos en el promedio.

Lo invisible

Si por ejemplo estamos enterados de que el hermano de Camp. X tuvo epilepsia y su tía produjo dos cachorros con algún mal, esto cambia la imagen de X hacia una producción con menores expectativas.

En una suposición menos grave, el saber que el abuelo de X era de tamaño excesivo puede que nos prevenga de cruzarlo con una hembra también excedida. Pero cuando descubrimos que las tres hermanas de Mega también eran de tamaño excesivo, seriamos inteligentes en tomar ventajas de las virtudes de X con una hembra que esté bien dentro del estándar. Esto es aún más cierto cuando nos damos cuenta que el abuelo de X aparece en su pedigree tres veces.

Estudiando el pedigrí de X, determinamos que él está criado en línea sobre su abuelo, Camp. Grande. Tal vez nuestra hembra también está en línea con Camp. Grande. Si el exceso de tamaño está viniendo de Grande, seria mejor que le pusiéramos una hembra que está en línea con Camp. Chico.

¿Quién fue cruzado con quien?

Es fácil ver si el nombre de un antepasado aparece más de una vez y si la crianza fue «cerrada» (inbreeding), «en línea» (linebreeding) o «abierta» (outbreeding). Generalmente, se considera a una camada «cerrada» si hay cruzamientos de parientes directos (por ejemplo hijo/madre, hija/padre, hermana/hermano). Los genetistas consideran «en línea» el cruzamiento con cualquier antepasado, pero la mayoría de los criadores trazan una línea entre los familiares directos y llaman a todo lo que está debajo de esto -abuelos, tíos, tías, bisabuelos- como “en línea”. Se considera «abierto» cuando ningún antepasado común aparece en el pedigree en cuatro o cinco generaciones. Por supuesto, reconocer si un perro es criado “cerrado”, «en línea» o «abierto» es inútil a menos que el investigador reconozca los nombres y tenga un conocimiento del genotipo del perro. Estudiando una lista de virtudes y defectos producidos por X, Chico y Grande, nos ayudará a decidir si hacer el cruzamiento «cerrado», «en línea» o «abierto”, más que hacer una elección solo por la terminología.

Cuando se observan los detalles, podremos ver si el tipo y el estilo son consistentes en el pedigree de un perro ¿Tienen la mayoría de los cachorros de X buen tamaño, fuerte pigmentación, angulaciones balanceadas y temperamento vigoroso? ¿Tenía la progenie de Grande el mismo aspecto? Investigar los pedigrees puede ayudar a dar una buena producción contra un perdedor en la paridera.

 

Veinte principios básicos de la crianza

Los criadores más experimentados nos dan los siguientes consejos:

1.- No haga uso de Outcross indiscriminadamente. Un juicioso Outcross puede ser de gran valor; uno insensato puede producir un agregado de toda falta imaginable de la Raza.

2.- No haga linebreeding solo por el fin de hacer linebreeding. Linebreeding con tipos complementarios puede traer grandes recompensas; con inapropiados puede lanzarse a un desastre inmediato.

3.- No tome consejo de gente que siempre ha sido desafortunada en la crianza. Si sus opiniones fueran para tener en consideración, lo tendrían que haber probado por sus resultados.

4.- No confié en la creencia popular de que el hermano o hermana del Gran Campeón es tan bueno como él para criar. Para cada uno que lo es, hay cientos que no. Depende del animal.

5.- No acredite a sus propios perros virtudes que no poseen. El autoengaño es seguro camino al fracaso.

6.- No críe con mediocres. La ausencia de una falta, de ninguna manera significa la presencia de su virtud contraria.

7.- No trate de cruzar en línea a dos perros al mismo tiempo; va a terminar por no hacerlo a ninguno.

8.- No determine el mérito de un semental por su más baja progenie. Todos los sementales producen basura a veces.

9.- No permita que sentimientos personales influyan sobre su elección de un semental. El perro correcto para su hembra es el perro correcto, quienquiera que lo tenga.

10.- No permita que la admiración por un semental lo ciegue a sus faltas. Si lo hace, puede llegar a ser víctima de auto-envenenamiento.

11.- No aparee animales que compartan la misma falta. Si lo hace se estará buscando problemas.

12.- No olvide que es el perro completo lo que cuenta. Si olvida una virtud mientras está buscando otra, va a pagar por eso.

13.- No busque el perro perfecto para su perra. El perro perfecto (o hembra) no existe, nunca existió ni existirá.

14.- No se asuste de criar con animales que tienen faltas obvias, en tanto tengan virtudes que compensen. La carencia de virtudes es de lejos la mayor de todas las faltas.

15.- No aparee tipos no complementarios los que tienen las mismas faltas y carecen de las mismas virtudes. La habilidad para reconocer el tipo de una mirada, es el mayor don de un criador, aprenda de los criadores exitosos que le expliquen este tema, no hay otra manera de aprender.

16.- No olvide la necesidad de preservar la calidad de la cabeza. Va a desaparecer como un sueño si lo hace.

17.- No olvide que sustancia más calidad debe ser una de sus aspiraciones. Cualquier tonto puede criar una sin la otra.

18.- No olvide que una gran cabeza más vigor debe ser una de sus aspiraciones. Mucha gente puede nunca criar ambos.

19.- No trate nunca de desacreditar a un gran ejemplar. Un tipo de belleza no es una alegría para siempre, pero un gran ejemplar debe ser causa de orgullo y placer estético para todos los verdaderos amantes de la raza.

20.- No se de por satisfecho con nada que no sea lo mejor. El segundo mejor no es nunca suficiente.

Mutaciones

El perro, al igual que todos los demás seres vivos, actúa como un mecanismo biológico susceptible a mutaciones, que se vienen produciendo con toda seguridad desde el momento mismo en que la especie comenzó a tomar forma. Tales mutaciones ocurren de distintas maneras y con distintas consecuencias. En unos casos se trata de mutaciones somáticas que son aquellas que ocurren en ciertos tejidos del organismo y son responsables, por ejemplo, de causar algún tipo de cáncer, sin que sean transmitidas a generaciones sucesivas. Otras, por el contrario sí se transmiten a los descendientes a través de los gametos (óvulos y espermatozoides) y son a las que, como criadores, se deben prestar atención, porque en algunos casos tales mutaciones serán algo deseable, como cuando por ejemplo implican una variación a mejor de las generaciones sucesivas a partir de la fijación y consolidación de la textura o color del manto, el color o forma de los ojos, la forma de las orejas, la talla, la sustancia, el peso y tantas otras características que son las que a la postre determinan las diferencias que existen entre unas razas y otras. Pero muchas otras veces pueden tener consecuencias adversas para la salud de los animales y son estas las que hay que cuidar que no se produzcan mediante una selección responsable.

Un ejemplo de una mutación indeseable para la mayoría de las razas caninas es la hemivértebra, cuando aparece en la parte intermedia de la cola y que sin embargo se favorece y aprecia en el Bulldog, pues da lugar a la cola en sacacorchos. Una cola partida o en sacacorchos no va a influir en la salud del perro afectado, cuando se trate en alguna de las razas en las que se considera un defecto, pero no la hace más deseable por lo que tiene de antiestética, y si bien no afecta al animal de ninguna manera, es susceptible de ser transmitida a las siguientes generaciones. Si este defecto, la hemivértebra, aparece en cualquier otra parte de la espina dorsal -sea a nivel cervical, torácico o lumbar-, será causa de enormes perjuicios para el animal afectado por cuanto causará dolor e incluso impedirá el desarrollo de una actividad normal y podrá derivar en alguna forma de parálisis o afectación que tenga como consecuencia incluso el sacrificio del sujeto. Exceptuando al Bulldog y otras pocas razas en las que la hemivértebra caudal se considera una característica deseable, se trata de una condición genética y por tanto transmisible que  tiene muchas implicaciones para el presente y el futuro de la especie en general y de cada una de las razas en particular.

Las repercusiones que un defecto transmisible puede tener para una raza, demuestra la importancia de no enmascarar los problemas. Si un perro tiene un defecto, cualquiera que sea su índole, susceptible de ser heredado y de causar problemas estéticos u otros que afectan la conformación o la salud de los animales afectados, no debe ser empleado como reproductor y el Criador  es el primer interesado en ser lo suficientemente crítico y exigente con su stock de cría, para evitar problemas que luego resultan de difícil erradicación, y debe ser capaz de determinar si ciertas características o mutaciones, que se repiten una y otra vez en sucesivos individuos de una misma raza, son propios de la raza misma –es decir están implantadas a nivel general—o sólo se dan en una o varias “familias”. La mejor manera de determinarlo pasa por la observación y estudio de muchos ejemplares de esa raza y dentro de la raza, de esas familias, haciendo acopio de toda la información relativa a los pedigríes de los animales afectados para tratar de encontrar el “denominador común” o ejemplar responsable de la transmisión.

Por ejemplo, hoy en día se piensa que la gran mayoría de ejemplares de la raza Shar-Pei sufren de graves problemas de entropión porque en su momento quienes fueron responsables de cuidar que esto no ocurriera, no seleccionaron adecuada y concienzudamente el stock de cría para evitar la transmisión y proliferación de ese problema, y en vez de erradicar de los programas de cría a los animales afectados, una gran mayoría se limitó a realizar una operación quirúrgica muy sencilla en los cachorros conocida como “tacking”, para recortar y sujetar los párpados con unos puntos de sutura especiales de tal manera que se evite que esos ojos parezcan afectados por el problema. Tal procedimiento no evita el problema, sólo lo disimula y permite que continúe prevaleciendo y seguirá siendo recurrente generación tras generación. Otro caso que ejemplifica hasta qué punto una mutación puede ser nociva para la especie es el paladar abierto. A nivel fisiológico puede deberse a una avitaminosis producida por la administración excesiva de Vitamina A (aunque para ello la madre del o los cachorros afectados hubiera de haber consumido más de 100.000 U de Vitamina A en la tercera semana de gestación) y/o de ciertos corticoides durante el embarazo y más concretamente durante la etapa de implantación de los embriones en las paredes uterinas y posterior desarrollo de los órganos, miembros, cara, boca, ojos, etc. pero dado que esto es improbable que ocurra pues es prácticamente imposible que una perra preñada tome tal cantidad de vitamina A en tan poco espacio de tiempo y/o que un veterinario le administre Prednisona o Prednisolona a un hembra en su estado en cantidades suficientes para producir tal defecto, hay que asumir que cuando aparece un paladar abierto en uno o más componentes de una camada, estamos en presencia de una mutación genética que se deriva de una inadecuada selección.

Cualquier defecto, que se pueda considerar como inducido genéticamente, no va a “desaparecer” simplemente por que se lo ignore y ni siquiera porque se decida que, para evitarlo, se hagan cruces exógenos entre el individuo susceptible de estar transmitiendo el problema y otro que no esté directa ni indirectamente emparentado con él/ella. Si se opta por el cruce abierto, es posible que el defecto no aparezca en la siguiente generación ni en las sucesivas, al menos durante un tiempo prudencial, pero esto no significa que no quede oculto, dormido, esperando la oportunidad de volver a aparecer. Por ello, si se pretende ser honesto, serio, exigente y responsable como Criador y hacer las cosas bien desde el principio, aquél ejemplar que se suponga responsable de la transmisión de un defecto debe suprimirse de un programa de cría y así evitar la proliferación del problema. Esto que puede parecer exagerado y radical es, la mejor alternativa para quien quiera evitar problemas posteriores. Ciertamente implica tener que buscarle un sustituto a ese macho o a esa hembra reproductores y ello puede significar un serio revés y una aparente marcha atrás en el programa de cría y puede incluso tener consecuencias económica para el Criador, pero a largo plazo derivará en un beneficio para ese mismo programa de cría, pues evitará la proliferación de ejemplares defectuosos y se conseguirá mantener a esa “familia” y eventualmente a la raza libre del defecto y de sus consecuencias, lo que hace que el sacrificio merezca la pena.

Control de los desórdenes genéticos

La honestidad del Criador, que es capaz de reconocer cuando surge un problema en su Programa de Cría para actuar oportunamente para evitar su mantenimiento y proliferación, es central para quien le preocupa la selección y mejora de la raza a la que se dedica. Para ello, cabe preguntarse cómo se puede realizar un control exhaustivo sobre los desórdenes genéticos que pudieran afectar a sus líneas de sangre y a su programa de cría.

Lo primero que el Criador se pregunta, con respecto de su raza en general y de sus líneas de cría en particular, cuando se encuentra con un problema es:

1) ¿Se ha confirmado una base hereditaria en ése problema?
2) ¿Cuál es la incidencia?
3) ¿Cómo se hereda/transmite el problema?
4) ¿De qué forma pueden identificarse los genes recesivos portadores?

Estas cuatro cuestiones son de vital importancia para lograr un Programa de Cría de absoluta garantía y máxima calidad. La primera de las cuestiones, la de la confirmación de si los defectos aparecidos en uno o más individuos de una o más camadas tienen una base hereditaria o influenciada por causas medioambientales es toral para el enfoque genético. Lo primero que se debe tener presente es que el diagnóstico de una gran parte de las enfermedades hereditarias se ve complicado, en muchos casos, por la aparición de problemas no hereditarios que producen una manifestación clínica similar. A estos problemas no hereditarios que enmascaran la situación, se les denomina fenocopias dado que presentan un fenotipo similar a un rasgo puramente genético, aún cuando estén producidos por razones muy diferentes y casi siempre debido a problemas medioambientales que afectan al embrión en fase de desarrollo o al cachorro en fase de crecimiento. La capacidad de diferenciar entre un problema heredado y una fenocopia, es crucial para la consecución del objetivo primordial del Criador que es seleccionar ejemplares sanos y libres de defectos transmisibles para desarrollar y perpetuar un Programa de Cría de calidad,  por lo que está muy atento a cualquier defecto o anomalía que presente cualquier nuevo cachorro en un momento dado, pues del correcto análisis de la situación puede depender el éxito mismo del Programa de Cría.

El Criador con la ayuda de su Veterinario tiene que ser capaz de detectar si un defecto es el resultado de la transmisión genética por parte de los progenitores o de una malformación congénita atribuible a causas medioambientales o de otra índole. En el primer caso tendrá que investigar cuál de los progenitores es el responsable de la transmisión del problema y, en su caso, apartarlo del programa de cría y hacer lo propio con el o los individuos que se hayan visto afectados, y en el segundo, habrá que tomar medidas para evitar que en camadas posteriores se repitan circunstancias que puedan haber dado lugar a tal malformación.

En el caso de que son las condiciones medioambientales las responsables de la aparición de una anomalía, recurre a una ciencia denominada Teratología que estudia las malformaciones congénitas y cualesquiera desviaciones de la normalidad y se denominan teratógenos aquellas sustancias, agentes o procesos que interfieran en el normal desarrollo prenatal. La Teratología se ocupa del estudio de los agentes teratogénicos tales como drogas, productos y agentes químicos e infecciones de origen viral o bacteriana susceptibles de afectar al embrión.

El tejido embrionario es especialmente susceptible y muy vulnerable a cualquier agente teratogénico, y la fase embrionaria, especialmente delicada, empieza con la primera división del ovocito fertilizado en dos células y continúa hasta en tanto las estructuras básicas pueden ser reconocidas en un feto, lo que significa que embrión es el individuo desde el momento mismo de la concepción hasta aproximadamente los 28-30 días de haberse producido ésta. La afectación o defecto producido por un agente teratogénico estará determinada por el momento en que se produce la exposición a éste y por el grado de afectación que el agente produce sobre el embrión.

Son muchos los agentes teratogénicos que pueden tener una influencia directa en la aparición de defectos congénitos y lo que es peor es que la mayoría están al alcance de la mano de cualquiera y pueden ser empleados con la mejor de las voluntades por el Criador, causando serios problemas. Algo tan simple, por ejemplo, como la deshidratación o el golpe de calor en una hembra preñada puede resultar en la aparición de paladares hendidos y labios leporinos, por ejemplo; algunos antibióticos administrados en las primeras semanas de embarazo son los responsables de la criptorquidia (ausencia de uno o de los dos testículos) y, la administración de ciertos suplementos vitamínicos o minerales pueden llegar a causar defectos de la arteria aórtica (por hipercalcemia materna), defectos del esqueleto (por abuso de la Vitamina D) y también los propios paladares hendidos (por vitaminosis de Vitaminas A, D o E). Para evitarlo, el Criador debe documentarse y no fiarse ciegamente de las recomendaciones farmacéuticas de suplementos, medicamentos o productos que en otros casos pueden hacer maravillas durante el embarazo de sus perras.

La mayoría de los productos químicos también pueden ser responsables de la aparición de defectos congénitos y por lo tanto en la medida de lo posible se debe evitar su uso sobre perras preñadas. Tal es el caso de pesticidas y herbicidas, dado que la mayoría de ellos pasan al torrente sanguíneo por absorción a través de la piel y de las almohadillas plantares. Asimismo se debe evitar el uso y abuso de antibióticos (salvo por prescripción veterinaria debidamente informado de estado de gestación de la hembra) y de muchos otros medicamentos que en condiciones normales son beneficiosos para la salud del animal pero que en estas condiciones pueden resultar peligrosos para su progenie.

Aparte de agentes químicos, medicamentos y suplementos de todo tipo y accidentes, puede haber otras causas para la aparición de ciertas taras, como el estrés (hembras que viajan a Exposiciones, durante las primeras semanas de gestación suelen parir camadas reducidas y a veces individuos con defectos fácilmente identificables ya desde el nacimiento), una dieta inadecuada e incluso el clima, sobretodo cuando se producen cambios de temperatura extremos en pocos días u horas incluso.

Si bien existen causas ajenas a las puramente hereditarias para la aparición de defectos y taras, en muchas otras ocasiones tales taras son la consecuencia de la herencia en sí misma y no pueden ser atribuibles a factores externos ni medioambientales. En ese caso, el criador se pregunta de qué forma puede llegarse a sospechar de ésta causa y no la anterior. Cuando existe una base familiar, esta puede reconocerse y tomarse en cuenta dado que el defecto en cuestión aparece en varios miembros de una misma familia y se repite con cierta frecuencia. Claro que puede darse que varios miembros de una misma familia pertenecientes a un mismo criadero pueden verse afectados por los mismos agentes teratogénicos, por lo que puede resultar que esos agentes sean los causantes y no la genética en sí misma.

Ser capaces de identificar causas posibles que justifiquen o expliquen problemas reales que afectan a un Programa de Cría y que pueden estar o no relacionados con la herencia, el análisis exhaustivo de las distintas posibilidades y el conocimiento de aquellas situaciones que hayan podido poner en riesgo una camada, es de vital importancia para prevenir y evitar esos riesgos. El Criador debe ser capaz de identificar correctamente si un defecto tiene su base en la conjunción de genes aportados por los dos progenitores y su combinación aleatoria, la conjunción de situaciones medioambientales teniendo por tales todas las exhibidas anteriormente o la combinación de uno y otro, de genes y ambiente, para lo que se hace necesario realizar un estudio exhaustivo de las posibles causas de una u otra índole y para hacerlo debe contar con el máximo número posible de datos referidos a los ancestros de la camada (directos e indirectos) y de aquellos que tienen que ver con la manipulación que se haya hecho con la madre (y a veces también con el padre) de la camada antes de la fecundación y durante la primera etapa, sobretodo, del embarazo.

Del análisis de todos los datos, se puede llegar a inferir de dónde proviene el problema, que unas veces será de índole puramente hereditario pero muchas otras no y en ser capaz de identificar el origen reside parte del secreto del éxito o fracaso del Criador pues no siempre se puede culpar a padre o madre o ambos de la aparición de tal o cual defecto, como tampoco se les puede eximir siempre de culpa adjudicándola exclusivamente al clima, la dieta, el estrés, el uso de fármacos inadecuados o de suplementos poco recomendables en un momento dado o incluso accidentes de todo tipo que puedan llegar a afectar de una manera u otra a la hembra gestante.

Aquí una vez más la autocrítica y honestidad del Criador juega un papel esencial para ser capaces de determinar qué es lo que ha salido mal y corregirlo. Si lo que ha dado lugar a la aparición de tal o cual defecto tiene que ver con agentes teratogénicos, identificados y evitados estos, se evita la multiplicación de tales defectos y su reiterada aparición; si se trata de un problema puramente hereditario, para lograr ese mismo objetivo se tiene que ser mucho más drástico y eliminar del programa de cría a los individuos susceptibles de transmitir y multiplicar el problema, difícil decisión para muchos dado que en ocasiones llegar a tal conclusión significa tener que volver atrás a veces incluso varias generaciones para acabar con el problema y esto no todos los que se dedican a la cría están dispuestos a hacerlo.

Con respecto a la cuestión de la de la incidencia, no resulta nada fácil descubrir hasta qué punto esta está presente en el pool genético de una raza o en un programa de cría. Tema nada fácil, ni siquiera para el Criador más experto, discernir si una tara aparecida en uno o más cachorros de una o más camadas, tiene que ver con problemas habituales en la raza o circunscritos exclusivamente a ciertas líneas de sangre dentro de ésta.

Existen estudios sobre la prevalencia de ciertas taras y enfermedades en varias razas, gracias a los estudios de ADN y la información facilitada por un buen número de Criadores responsables y de Clubes de Razas, sobretodo en Estados Unidos, a lo largo de los últimos años. Tales listas no dan claves sobre la verdadera incidencia de esas taras y enfermedades pero al menos sirven como advertencia si éstas están o no presentes en razas concretas.

Tales listados se refieren por ejemplo a enfermedades y defectos oculares tales como el PRA que han sido identificados y compilados por la “Canine Eye Registration Foundation” (CERF) estadounidense, cuyos datos son muy fiables para tener en cuenta.

Otros hacen referencia a la Displasia de Cadera, que hace años vienen siendo compilados por la “Orthopedic Foundation for Animals” (OFA) también de Estados Unidos, fundada en 1966 y que ofrece un registro exhaustivo de todos los perros de raza que son verificados, certificados e inscritos con un número de referencia y el resultado derivado del estudio practicado.

También la OFA mantiene registros sobre la Displasia de Codo y la Luxación de Patela; en el primero de los casos se ofrecen certificaciones e informaciones sobre camadas registradas y también sobre individuos, si bien no se hace una clasificación específica sobre el resultado obtenido en el estudio. En el caso de la Luxación patelar la prioridad es identificar qué individuos son fenotípicamente normales y pueden ser utilizados sin riesgo como reproductores, para lo cual deben ser estudiados tan sólo después de haber cumplido los doce meses de edad.

En el caso del Hipotiroidismo, que en Estados Unidos, causa estragos entre la población canina, la OFA desde 1996 se viene ocupando de mantener activo un registro de incidencia de la enfermedad, tratando de identificar a los ejemplares fenotípicamente normales y procurando además recopilar información útil sobre la Tiroiditis autoinmune (Tiroiditis de Hashimoto, como es conocida en su afectación humana) y sobre aquellos otros cuya tiroiditis es puramente idiomática (es decir, sin origen ni causas conocidas).

La OFA se ocupa también de mantener activo un registro sobre las Enfermedades Cardíacas Congénitas, mediante el cual se intenta conocer qué reproductores son fenotípicamente normales para que puedan ser empleados sin riesgo en Programas de Cría, para lo cual se realizan estudios ecocardiograficos y exámenes Doppler, en perros de al menos un año de edad, teniendo en cuenta como “libres” aquellos que no presentan ningún tipo de rumor cardíaco y que por lo tanto se consideran libres y aquellos otros que presentan un rumor cardíaco puramente fisiológico o funcional, que no signifique ningún problema ni tenga ninguna consecuencia para su descendencia.

Finalmente la OFA mantiene un registro nacional de ADN, que es gratuito, dado que se considera importante para la consecución de la mejora de la crianza conocer fácilmente qué perros puedan estar afectados y ser transmisores de una serie de enfermedades hereditarias cuyos patrones de transmisión y cuyos marcadores genéticos ya están perfectamente identificados. Este registro está resultando cada vez más útil dado que continuamente se identifican nuevos marcadores genéticos para nuevas enfermedades y por lo tanto la información recopilada es esencial para cualquier persona interesada en llegar al fondo de la cuestión y conocer al detalle todo lo relativo a esas enfermedades de transmisión genética.

En muchos otros países se han puesto en marcha también registros de ADN, si bien hoy todavía los datos más fiables provienen de la información recopilada en Estados Unidos, no solo por los años que se lleva practicando el muestreo sino por el hecho de que el número de perros identificados y registrados es mucho mayor que en cualquier otro lugar y esto permite asumir los porcentajes de incidencia como muy fiables.

Pero estos registros no son los únicos datos que se pueden tener en cuenta cuando se trata de estudiar y conocer la incidencia de ciertos problemas genéticos en razas y/o líneas de sangre. En la Red se ofrece información que puede resultar de gran utilidad, si se utilizan bien los recursos y datos disponibles. Los datos que procedan de Facultades Veterinarias estadounidenses como Cornell o Pennsylvania, por ejemplo, de la UAB o la Complutense de Madrid o de Zaragoza o Granada (españolas), por citar tan sólo unos pocos referentes, son fiables y muy interesantes a tener en cuenta.

Lo mismo si se trata de datos facilitados por los grandes Clubes de Raza estadounidenses, canadienses, británicos, alemanes y franceses muy preocupados por obtener datos que sirvan para la mejora de la crianza, o por organizaciones como la AKC (American Kennel Club), el CKC (Canadian Kennel Club) o el KC (The Kennel Club británico).

El Criador interesado en la mejora de la crianza, busca respuestas e información dónde las haya, se documenta de todas las maneras posibles, mediante contacto con otros Criadores igualmente responsables, Clubes de Raza, Veterinarios y expertos y procura por todos los medios estar al tanto de las fuentes más adecuadas. Más aún, es absolutamente sincero consigo mismo y con los demás cuando se encuentra con un problema de esta índole y no trata de enmascararlo de ninguna manera. Querrá saber cómo y por qué se ha producido y será consciente de la importancia de que no se repita incluso si para ello tiene que prescindir de un reproductor determinado. Hace necropsias a los perros afectados que hayan de ser sacrificados y estará en constante evolución. Porque sólo así puede asegurarse de no repetir ni perpetuar situaciones que con la suficiente honestidad y el necesario conocimiento pueden y deben ser evitadas.

El siguiente problema es identificar las formas de herencia y transmisión, destacando la  importancia del diagnóstico de la enfermedad o tara en cuestión por un lado y reconocer la forma en que se transmite.

El control de los desórdenes genéticos – Formas de herencia y transmisión

Para aprender algo más sobre la forma de herencia y transmisión de algunas de esas enfermedades que pueden llegar a afectar al Criador preocupado de evitarlas en su Programa de Cría, debe reconocerse que no siempre resulta fácil aseverar que tal o cual tara o enfermedad provenga directamente de la herencia en sí misma y no sea el resultado de una condición adquirida a lo largo de la vida del animal.

Por citar un ejemplo muy válido y relativamente común tenemos que un cachorro que en el momento de su cesión de propiedad presenta dos testículos perfectamente descendidos en el escroto, unos días o semanas después se convierte en criptórquido (presenta la ausencia de uno o de ambos testículos), simplemente debido a un factor puramente medioambiental como pueda ser el estrés motivado por el cambio de casa, de ambiente, de vida, de situación. Y ello porque el o los testículos se retraen en un momento dado y al enredarse con el cordón espermático se quedan “atascados” y no vuelven a su posición normal.

En este caso tenemos que la criptorquídea, tantas veces hereditaria, no ha sido el resultado de un gen determinante sino de una situación concreta que ha producido el problema. No se trata pues en tal caso de una criptorquídea atribuible a la herencia genética ni a una tara como tal, sino a circunstancias bien distintas, pero difíciles de diagnosticar apropiadamente.

Esto mismo puede ocurrir si por ejemplo a la edad de tres o cuatro años un animal que hasta ese momento estaba perfectamente sano y no presentaba sintomatología específica alguna, desarrolla una insuficiencia cardiaca determinada. Si a la edad de seis o siete semanas cuando fue inspeccionado por el Veterinario responsable no se detectó en ningún caso la presencia de un rumor cardíaco ni antes ni posteriormente tampoco, cabe pensar que la condición no es heredada sino adquirida por circunstancias ajenas a la genética en sí misma.

Es pues importante para el Criador, que sus veterinarios practiquen un exhaustivo estudio a cada uno de sus cachorros desde el momento mismo del nacimiento y un seguimiento de sus condiciones de salud a lo largo del tiempo que permanecen bajo su tutela, dado que esa información puede resultar en el futuro esencial para entrar a valorar si tal o cual condición que puedan aparecer posteriormente tiene o no tiene una base genética y heredada. Cuando esto no ocurre, la falta de información puede enmascarar y equivocar un diagnóstico y modificar la presunción de las causas para tal o cual problema.

Queda claro que el control y la erradicación de muchas de las posibles enfermedades de transmisión genética se basa en la habilidad para detectar y diagnosticar tal o cual tara o enfermedad lo más tempranamente posible de una parte y, de otra, en el conocimiento de sus posibles formas de transmisión y herencia o de las condiciones externas que pudieron haberla provocado. Así de simple y así de complicado.

Sin embargo, cuando una persona interesada en conocer qué enfermedades y taras pueden ser atribuibles a factores de herencia, estudia los listados que ya están disponibles y que supuestamente aclaran estos extremos, se encuentra con que -en una gran mayoría de casos-, tales enfermedades o taras cuando son descritas no incluyen el modo de herencia, es decir no hablan de si se trata de un gen dominante o recesivo. Muchas veces porque tal información todavía no ha podido ser contrastada con plena certidumbre y a veces, muchas veces, se determinada su factor de “herencia” en base al estudio poco documentado y basado en unos pocos ejemplares emparentados entre sí (a veces no llegan siquiera a la decena) dentro de una raza concreta y poco más.

Para que se pueda afirmar con certidumbre que tal o cual problema tiene una causa basada en la transmisión familiar o racial, necesariamente han de concurrir y entrar a ser valorados toda una serie de factores más allá de los propiamente medioambientales y circunstanciales (los que determinarían que su razón de ser es puramente adquirida), hay que poder confirmar que exista una ligazón por razón de sexo, una co-dominancia, una penetrancia y una expresividad variables, pues muchos de los genes que concurren en la aparición de tal o cual tara, defecto o enfermedad transmisible genéticamente son recesivos y por lo tanto no fáciles de desenmascarar y poner al descubierto.

A pesar de lo anterior, si en algunos casos se consigue identificar a los ejemplares portadores de tales genes recesivos y se les elimina del Programa de Cría afectado, entonces la corrección del problema se produce con relativa facilidad y rapidez, tal y como ocurre cuando el gen implicado es dominante y fácil de “detectar” por tanto. También se debe tener en cuenta que siempre que se produzca un desorden genético de cierta importancia, el gen que lo cause será el mismo para todas las razas y por lo tanto, conocido éste, resulta más fácil identificar su presencia no en una raza concreta sino en todas.

Sin embargo, en demasiadas ocasiones una expresión genotípica idéntica no siempre implica una mutación igualmente idéntica y el modo de transmisión puede variar sustancialmente de una condición a otra. Cuando uno se encuentra frente a frente con una duda sobre si una distiquiasis o un entropión, por ejemplo, o alguna de las posibles formas de diabetes, por citar otro ejemplo, de aparición tardía en un individuo son el resultado de la herencia propiamente dicha o, por el contrario, la consecuencia de una situación o circunstancia ajena a los genes propiamente dichos

 

Conceptos

 Alrededor de 10.000 genes interactúan para producir un perro. Todos los genes se heredan en pares, la mitad del padre y la mitad de la madre. Si el par de genes heredado de ambos padres es idéntico, el par se llama homocigota. Si los genes del par no son iguales se llama heterocigota.

Los pares de genes que hacen que un perro sea un perro y no un gato son siempre homocigotas. De igual modo, los pares de genes que hacen que una cierta raza sea siempre una raza pura son también homocigotas.

Por lo tanto, una gran proporción de genes homocigotas son invariables, aquellos que dan a una raza sus características específicas y por los que no tenemos que preocuparnos. Los genes variables, como aquellos que controlan el color, tamaño angulaciones, etc., son los que producen variaciones dentro de una raza y son esos genes los que los criadores pretenden manejar para mejorar su stock.

El arte de mejorar una raza se basa en dos pilares básicos: Métodos de Selección y Sistemas de Cría o Apareamiento. Dicho en otras palabras, la elección de determinados individuos para la próxima generación y cómo deben aparearse entre sí.

Selección

Es el proceso de decidir qué animales de una generación podrán ser padres de la siguiente y cuantos descendientes se permitirá que tenga. No crea nuevos genes sino que permite que los animales que poseen ciertos genes dejen más descendientes y, así, aumenta la frecuencia de los alelos más deseables.

La Selección modifica las frecuencias génicas y genotipos de la población. Como efecto podríamos decir que modifica las frecuencias génicas aumentando la frecuencia de los genes deseables y disminuyendo la de los indeseables.

Sistemas de Cría

Consanguinidad – Endogamia o In Breeding: apareamiento de individuos que tienen relaciones de parentesco más cercanas del resto de los miembros de la raza a la que pertenecen: padre/hija, hermano/hermana, madre/hijo.

El inbreeding no crea genes indeseables, sólo incrementa la expresión de aquellos que están presentes en estado heterocigota; puede exacerbar una tendencia hacia los desórdenes controlados por múltiples genes, tales como displasia de cadera y anomalías congénitas del corazón. Si no se conocen los problemas de su línea de sangre, el inbreeding puede exponer a sus cachorros a un gran riesgo de defectos genéticos. Las investigaciones han demostrado que la disminución de salud y viabilidad a través del inbreeding están directamente relacionadas a la cantidad de genes perjudiciales recesivos presentes. Algunas líneas prosperan con este sistema y otras no.

Exocruza – Exogamia – Exocría o Out Breeding: es lo opuesto a In Breeding. Individuos de la misma raza no emparentados (dentro de las terceras o cuartas generaciones). Es la única forma de introducir nuevos genes donde se ha practicado un inbreeding muy cerrado.

Cuando se quiere usar este sistema, se piensa en un perro de otra línea de sangre diferente de la suya pero se trata de encontrar un ejemplar excelente con alto grado de homocigosis, criado a su vez en línea. De esta forma se asegura que la mayoría de sus buenas características estarán en forma homocigota. Si se hace con un ejemplar con alto grado de heterocigosis (abierto) tendrá las mismas probabilidades que sus cachorros hereden lo bueno como lo malo.

Outcross: es casi sinónimo de Out Breeding y debe reservarse para cuando es usado durante un plan de In Breeding y lleva implicado que una vez efectuado se volverá al In Breeding.

Cruzamiento en línea o Linebreeding: se trata de mantener un alto grado de parentesco entre los individuos a cruzar con un antepasado común de alto mérito; nieta/abuela, medios hermanos, primos. Aumenta las posibilidades que la descendencia tenga genes del antepasado elegido.

Es un inbreeding más atenuado, pero ayuda a aquellos criadores que temen al inbreeding muy cerrado a retener características deseadas.

Criar perros es como jugar una partida de ajedrez, cada movimiento de las piezas debe ser perfectamente planeado, con la diferencia que podrá «mover» después de muchos meses o tal vez en uno o dos años.

Aprovechamos “los tiempos de espera” entre cada jugada para aprender cada vez más acerca de esto, con la idea de que luego de años veremos sus frutos.

Diversidad Genética

La constitución genética de una población de un organismo dado se denomina fondo común de genes (pool genético), esto significa que todos los genes de todos los individuos de una población constituyen el fondo común de genes. Genotipo es la constitución genética de un solo individuo.

Algunos Clubes Especialistas de diferentes razas en el mundo apoyan códigos de ética para desalentar el inbreeding (cruzamiento cerrado) o el linebreeding (cruzamiento en línea), como un intento de incrementar la diversidad genética de una raza.

Esta posición está basada sobre una falsa premisa. Ni el inbreeding ni el linebreeding causan la pérdida de genes del pool genético de una raza. Esto ocurre a través de la selección, por el uso o no uso de los individuos de una raza. Si algunos criadores de una determinada raza crían en línea sobre ciertos perros y otros crían en línea sobre otros perros, entonces una amplia diversidad genética en la raza se mantiene.

Los criadores seleccionan para sus cruzamientos a los mejores individuos de todas las líneas de sangre. Hay una tendencia de muchos criadores a cruzar con un macho que no produzca hijos epilépticos, un macho libre de displasia de cadera, etc., o con el ganador tope de las exposiciones. Sin importar la popularidad de una raza, si cada uno sirve con el mismo perro de semental por el motivo que sea, el pool genético derivará en la dirección de ese único perro y habrá pérdida de diversidad genética. Demasiados cruces sobre un solo perro le darán al pool genético una extraordinaria dosis de sus genes, y también de aquellos recesivos perjudiciales que él puede portar, que serán descubiertos en las posteriores generaciones. Esto puede causar futuras enfermedades genéticas relacionadas a la raza a través del efecto instaurado.

Los perros que son pobres ejemplos de su raza no deberían ser usados simplemente para mantener la diversidad genética. Sus parientes con cualidades deseables podrían ser usados para mantenerla y mejorar la raza. Los criadores deberían concentrarse en la selección hacia el estándar de la raza, basado en el temperamento ideal, función y conformación, y deberían seleccionar en contra de los problemas de salud inherentes a la misma.

¿Qué constituye una aceptable diversidad versus una restringida? Los problemas con la diversidad genética en las poblaciones puras tienen que ver con la fijación de genes recesivos deletéreos que, cuando se encuentran en homocigosis, causan enfermedad. Si no hay diversidad pero la homocigosis no es perjudicial, no afectará la salud de la raza.

Conservación Genética

Los problemas observados en algunas razas, causados por un limitado pool genético han sido utilizados por algunos para apoyar el outbreeding de todos sus perros. Los estudios en conservación genética han mostrado que esta práctica actualmente contribuye a la pérdida de la diversidad genética. Cruzando uniformemente todas las líneas en una raza, se pueden eliminar las diferencias entre ellas, y por lo tanto la diversidad entre los individuos. El proceso de mantener líneas saludables o familias de perros con muchos criadores cruzando entre las líneas y volviendo luego a las suyas mantiene la diversidad del pool genético.

Por ejemplo, la raza Dobermann es grande y genéticamente diversa. La raza manifiesta un problema con la enfermedad de von Willebrands, un desorden de la coagulación autosómico recesivo (no ligado al sexo). Algunos investigadores estiman que alrededor del 60% de la misma puede ser homocigota recesiva para ese gen defectuoso, y la mayoría de los restantes perros pueden ser heterocigotas. Por lo tanto hay diversidad genética disminuida en esta raza en el locus de von Willebrands . Ahora existe un test y un programa de screening para los criadores. Ellos pueden identificar portadores y perros afectados, y disminuir la frecuencia del gen defectuoso a través de selección de descendientes normales controlados. No eliminando a los portadores, sino reemplazándolos por los normales, la diversidad genética será conservada.

Metodología Genética para el Desarrollo de la Raza

La decisión del sistema de cría a usar se basa en el conocimiento de las características de un perro individual y aquellas de sus antecesores. Con el inbreeding podrá rápidamente identificar en la descendencia los buenos y malos genes recesivos que comparten los padres.

Si se usa el linebreeding y no se esta satisfecho con sus logros, se cruza con la línea menos relacionada a la suya creando una línea abierta y obtendrá así nuevas características.

Repetidos outbreeding para tratar de diluir los genes recesivos deletéreos no constituye el método deseable para el control de una enfermedad genética. Los genes recesivos no pueden ser diluidos, están o no presentes.

Haciendo outbreeeding de portadores multiplica y esparce el o los genes defectuosos en el pool genético. Si se sabe que un perro es portador o tiene alto riesgo de serlo a través del análisis del pedigree, éste puede ser retirado de la cría, y reemplazado con uno o dos de sus descendientes de buena calidad. Estos descendientes deberían ser cruzados, y reemplazados a su vez con sus propios descendientes de buena calidad, con la esperanza de perder los genes defectuosos.

Como la mayoría de las razas caninas se desarrollaron en una época en la cual aun no se habían descubierto las leyes de la herencia, su formación se basó en principios tradicionales con una gran dosis de empirismo. Por otro lado, pasaron años, antes que la genética evolucionara lo suficiente para que realmente aportara conocimientos y modelos que permitieran un mejoramiento efectivo. Con el aporte inicial de la genética cualitativa, apareció información de gran utilidad conceptual. Por ejemplo el descubrimiento mendeliano de que los genes no se mezclan y que cada par de factores se distribuye independientemente, con las consecuentes posibilidades del calculo de proporciones gaméticas, genotípicas y fenotípicas. Posteriormente aparecieron los conocimientos sobre interacción de factores, epistasis, herencia ligada al sexo y ligamiento factorial, con formación de recombinaciones de genes, que se encuentran en el mismo cromosoma. Todos ellos fueron fundamentales para el progreso del conocimiento de la herencia de caracteres, destruyendo antiguos mitos. Los mismos son empero de aplicación para casos muy elementales, por ejemplo para los casos de herencia simple del color del pelaje. Recién con la aparición de los conocimientos sobre la herencia cuantitativa o multifactorial, que si bien mantienen su esquema mendeliano, se comprobó que necesitan un tratamiento distinto en la selección. El conocimiento del mecanismo genético de estos caracteres ,resulto ser un aporte indiscutible, para los progresos prácticos del mejoramiento canino.

La posibilidad de seleccionar caracteres cuantitativos es fundamental, puesto que la mayor parte de los caracteres hereditarios que rigen a los perros, entran en esta categoría. La mayoría están influenciados por muchos pares de caracteres hereditarios, dado que casi todos poseen individualmente efectos menores. Es casi imposible identificar el efecto de cada uno de estos genes. Poseen una distribución continua, sin una demarcación definida entre los diferentes animales. Estos caracteres poseen una acción génica caracterizada principalmente por un conjunto de genes que poseen fundamentalmente una acción aditiva que es la que otorga a estos genes el mayor efecto en la heredabilidad de un carácter. Su expresión se encuentra a su vez altamente influenciada por el medio, con diferentes grados de magnitud, según el carácter.

En los organismos vivientes superiores, como en el caso de los perros, la reproducción sexual para la perpetuación de las especies derivada de que al haber sexos en los mismos hay gametogénesis, con el objeto forzoso de reducir el número de cromosomas y evitar la duplicación de material genético en cada generación con la consecuente formación de espermatozoides y óvulos. El mecanismo de reducción consiste en aparear los cromosomas homólogos y luego cada uno va a parar a distintas células hijas ,que heredan la mitad del número de cromosomas de la célula materna .En este proceso de apareamiento de cromosomas homólogos hay intercambio de material genético entre ellos al producirse la replicación de los cromosomas. Este hecho fundamental produce nuevas combinaciones, llamadas recombinaciones en la especie, que como consecuencia, mantienen una continua variabilidad fundamental para su preservación, pero ante la cual el criador siempre se va a encontrar y forzosamente tendrá que tomar en cuenta. Este proceso es tan importante, que se ha llegado a la conclusión que el objetivo de la reproducción sexual desarrollada por las especies superiores para perpetuarse, se debe a la necesidad de mantener una determinada variabilidad genética para poder sobrevivir como tal. Esto lo debe meditar muy seriamente todo criador de animales, ya que muchas veces deberá luchar contra ella, pero sin dejar de considerarla.

El hombre puede hacer solamente algunas cosas para cambiar la herencia de sus animales. Ante todo posee algún poder para decidir cuales de ellos deben tener mucha descendencia y cuales menos o ninguna. Esto por supuesto es selección, y prácticamente es el único método de cría aplicable.

El conocimiento actual que poseemos de cómo opera el mecanismo genético es bastante completo, pero este conocimiento aún no nos ha otorgado, alguna habilidad de interferir con alguno de los procesos de tal manera de lograr un resultado en el sentido deseado.

Hasta ahora no se ha encontrado la forma de controlar la segregación de los genes, de manera de producir desde padres heterocigotas, gametas que contengan una proporción mayor que al azar de los genes deseados. Además no hay ninguna posibilidad que dicho poder de controlar la distribución durante la segregación pueda alguna vez ser logrado.

Todo lo que el ser humano puede realizar en este aspecto es seleccionar, de aquellos animales disponibles como padres, aquellos que le resultan mas apropiados y entonces aceptar cualquiera de las gametas que producen .Pero incluso cuando las gametas han sido producidas, no podemos seleccionar las gametas que mas cercanamente posee los genes que preferimos o promover la unión de aquellos que son como ellos. Todo lo que se puede hacer es permitir al conjunto de gametas del macho elegido lleguen a unirse al azar con cualquiera de los óvulos que la hembra electa ha producido.

Tampoco podemos cambiar las leyes mendelianas ni el número de genes ni sus relaciones de ligamiento dentro de los cromosomas.

Aunque encontremos los animales que posean la herencia mas cercana al ideal, sabremos que no todas las características que posea serán las ideales. Para criar con las buenas características tendremos que criar también con aquellas que son pobres, aunque sean las menores. El gen es la menor unidad de la herencia, pero el animal es la menor unidad que podemos elegir o rechazar, con el propósito de criar. El reproductor viene con todo su paquete de genes buenos y malos.

Los problemas de la selección en los perros, son aquellos que consisten en obtener, las mejores estimaciones posibles de los genotipos de los animales bajo consideración, de manera que aquellos con los mejores genotipos puedan ser seleccionados y utilizados para propagar la próxima generación. Las estimaciones de los genotipos probablemente nunca podrán llegar a ser perfectas para caracteres cuantitativos. La información sobre el individuo, sobre sus ancestros y parientes colaterales, y además de su progenie es útil para llegar a estimaciones sobre el genotipo.

Esto nos deja como único sentido práctico de controlar la herencia de nuestros animales, la libertad parcial de decidir cuantos descendientes tendrá cada animal, dentro de los grupos selectos, quienes deben ser apareados con cuales. Estas posibilidades los criadores las poseían anteriormente y las utilizaron previamente al conocimiento de los trabajos de Mendel. Pero se utilizaron con muchos errores desestimando muchas oportunidades de utilizar métodos de apareamiento que podrían haber adelantado exitosamente el trabajo.

El pleno uso del conocimiento genético disponible en la actualidad nos puede ayudar a disminuir los errores de la selección, aunque no pueda prevenir todavía todos, a la vez que permite efectuar distintos tipos de cruzamientos, que los criadores anteriormente no se hubiesen animado a efectuar jamás, gracias a la comprensión de los principios a los cuales responden los mismos.

Para el mejoramiento de las especies domésticas, como se ha mencionado, contamos con dos métodos básicos :-

A.-Selección

B.-Consanguinidad.

Todos los demás métodos conocidos, son en realidad distintas sistemas de aplicación dentro de ambos métodos básicos, y son los principales sistemas mas apropiadas para cada caso, con las cuales cuentan los criadores y su utilización, para mejorar el plantel de perros de pedigree. Es cierto, que la utilización de la selección y la consanguinidad, se conocían antes de la aparición de los modernos conocimientos genéticos, pero la explicación de sus efectos en la cría y su aplicación racional es posterior a su aprovechamiento.

A.-Selección.

La selección limita a cada reproductor cuantos hijos o ninguno se le permite producir. Es el método mas efectivo para cambiar las frecuencias genéticas y el promedio génico de la raza para variar determinadas características. Es el método inicialmente considerado, puesto que es el que mas rápidamente corrige la calidad media de los animales. Si la selección actúa sobre los genes favorables y no sobre los no deseables, la selección será constante. En caso de arrastrar genes desfavorables, la selección debe continuar por muchas generaciones, ya que produce solo leves cambios en la homocigosis o uniformidad de los animales, si la presión selectiva no es muy intensa por muchas generaciones. La selección cambia mas la media del conjunto, que la uniformidad del mismo, por lo tanto nos lleva a nuestro objetivo, pero no hacia fijar caracteres.

B.-Consanguinidad.

La consanguinidad en muchos aspectos es el perfecto complemento de la selección. Puede realizar aquello que a la selección no se le permite y no aquello, que la selección efectúa eficientemente. Es exclusiva y poderosa como el medio para producir homocigosis, prepotencia y fijación génica del tipo. Produce uniformidad dentro de las distintas familias de la raza, pero a su vez marca las diferencias entre ellas. La misma es utilizada para mantener elevado el parentesco con un antecesor sobresaliente, resultando en una favorable combinación de selección con consanguinidad, sobre todo perpetuando efectos epistáticos favorables de ciertas combinaciones genéticas.

Los conocimientos genéticos actuales permite un uso mas liberal de la consanguinidad y las exocruzas en una forma que anteriormente no se hubiera siquiera intentado.

Aplicación Práctica de ambos Sistemas de Mejoramiento.- Mecanismos y Recursos.

A.-Selección.

Como hemos visto, se pueden utilizar diferentes grados de selección. Básicamente los mismos son cuatro. Se pueden basar sobre:

1.- Individuales decir sobre apariencia individual o fenotipo.

2.- Los antecesores, generalmente denominado sobre relaciones sanguíneas, como lo visualizamos en un pedigree.

3.- Sobre progenie, según sus descendientes.

4.- Sobre desempeño, según la producción de los individuos

5.- Recurriendo a distintas combinaciones de selección, entre varias en diferentes graduaciones.

Dado que selección y estos cuatro sistemas generales de apareamiento son con los cuales el humano puede modificar la herencia de los animales, es importante para el criador practico conocer que tipos de cambios cada uno es apto de producir. La mayor eficiencia de cada sistema y aquello que cada sistema no realiza en forma eficaz. Cuales son los mayores peligros y dificultades que presenta cada sistema y cuales son las formas de superar estos peligros y dificultades.

1.- Selección Individual o Fenotípica – Apreciación con evaluación visual y morfológica.

El primer paso del mejoramiento es decidir qué es lo ideal. Para ello, cada criador dispone del Standard de la Raza. En la cría de perros, los viejos criadores siempre le dieron mayor importancia a la conformación. La evaluación fácil de la apariencia o tipo, muchas veces tienta al criador a otorgar mas énfasis a esta característica en la selección. En los perros es muy tentador debido a la bastante alta relación entre apariencia y valor del animal. Este énfasis por el tipo y la forma, ha hecho que se obtuvieran importantes avances, en ese sentido, pero pagando el costo de factores mas importantes desde el punto de vista funcional. Afortunadamente los factores de mayor valor comercial en la producción de perros, poseen una heredabilidad razonable, por lo cual los avances en la selección individual y fenotípica en ese sentido, han sido satisfactorios. Pero al criador preocupado por mejorar la raza, le interesa su vez seleccionar por caracteres que no son visibles ni palpables, generalmente de baja heredabilidad pero de gran importancia en la funcionalidad eficiente del perro, en casos tan importante como la capacidad pastoril, cinegética, guardia y otros factores. En esos casos la selección fenotípica no es suficiente. En todas las exposiciones, tenemos numerosos ejemplares de la razas que responden correctamente al mismo estándar pero visiblemente diferentes entre si. Por ello el criador tiene que tomar un rumbo determinado de acuerdo a lo que él considera superior. Cuanto mas recto sea ese rumbo, mas pronto y con mayor seguridad se llegará a destino. Pero hay muchos hechos que pueden producir indecisión, como las distintas opiniones de los criadores experimentados, la de los jueces, las modas y la evolución natural de las razas a través del tiempo crean confusiones. Como criadores escuchamos y observamos a todos, pero debemos tomar nuestra propia decisión en el momento de la cruza, de otra manera ira variando el rumbo a través del tiempo, sin llegar a ningún destino. El tipo en la raza significa el complejo de características externas, que son típicas de una raza y son consideradas ideales para la misma, producto de la función para la cual fue seleccionada. En el contenido de tipo mucha veces en una raza se entra a considerar belleza, que resulta ser un factor sumamente subjetivo. Se cae entonces en las modas con exageraciones producto del preciosismo, perdiéndose a través del tiempo por la selección exclusivamente por tipo, la distorción del mismo, contribuyendo a la desaparición de razas en el país, por haber olvidado completamente la función que les da razón de ser. Muchas veces el criador ante un defecto visible en el animal recurre a cruzarlo con la exageración contraria, produciendo lógicamente un desbalance en el aspecto de la cría y un aumento de la variación en el conjunto de la raza. Un ejemplo aleccionador es el hecho, que una excelente vaca lechera siempre posee una buena ubre, pero no todas las vacas con buenas ubres resultan ser buenas lecheras.

Las exposiciones no son el mejor factor indicativo para el criador de una raza. Los que crían exclusivamente guiados por las exposiciones y para las exposiciones, no duran mucho en la actividad de producir reproductores de razas de perros. Solo que un pequeño número de los animales criados en el criadero pisan una exposición. La mayoría son comprados por interesados en una raza determinada, que se interesan por las características funcionales de la raza y no por la belleza, que en cierto momento se considera en una pista, donde su función muchas veces pasa desapercibida. El verdadero criador cría seleccionando por la función para lo cual el perro fue creado, que considera apreciar visualmente en el animal. Cuanto mas se conoce al respecto menos nos vamos a equivocar en el camino. Si se nos ocurre presentar animales en una exposición, los perros con netas características funcionales, sin caer en el preciosismo, harán siempre un buen papel y serán siempre apreciados por los verdaderos interesados en la raza. Cuando aparezca un juez capaz y exigente que busque reproductores para producir hijos con la funcionalidad específica de la raza, recibirá la sorpresa de obtener importantes premios. Por supuesto siempre encontrara en sus animales defectos a corregir. Tenemos que hacer una evaluación exacta de estos defectos y hasta que tenemos realmente individualizados nuestros problemas, podemos seguir adelante.

El siguiente paso es encontrar que los animales posean la mayoría de los genes deseados. No tiene sentido buscar el animal perfecto, puesto que este aún no ha nacido. Por lo tanto siempre estamos ante una situación de compromiso. Elegiremos animales que estén sobre la media en la mayor cantidad de caracteres, pero que esta debajo en otros factores. Cuidando empero que nuestros ejemplares no tengan los defectos de los reproductores elegidos. En  muy pocos casos conoceremos la fórmula genética, de algunos pocos genes de sus perros. Nunca podremos ver los genes pero si nos damos cuente si están presentes, exclusivamente por los efectos que producen, ya sea en los animales propios o en algunos parientes.

En todos los casos de selección el criador es dependiente de la presión selectiva, que pueda ejercer. La presión selectiva será siempre mayor cuanto mayor sea la cantidad de animales sobre los cuales pueda ejercer la selección y a su vez cuanto menor sean los factores a seleccionar. También cuanto menor sea el intervalo generacional, mayor será el avance genético en la selección.  Es decir, que cuanto mayor cantidad de generaciones seleccionadas, se obtengan a través del tiempo, mayor será el mejoramiento de nuestros perros.

Podemos apreciar que la selección fenotípica nos brinda buen resultado en general cuando iniciamos la selección de un conjunto de perros, pero tiene serias limitaciones cuando aspiramos a producir animales que sean buenos y eficientes en su función.

2.-Selección por Ancestros – Análisis de Pedigrees.

En general los criadores de animales somos muy propensos a darles mucha trascendencia a los pedigrees, en la raza que estamos criando. Básicamente, el pedigree como intención inicial es certificar la pureza de los ejemplares de una raza. Siempre y cuando los mismos sean llevados con honestidad y prolijidad. Por ello es que los alemanes consideran, que lo mas importante en un criadero es la seriedad con que se lleva el registro genealógico. Ya en los comienzos, en que se emitieron los pedigrees, entidades de criadores afirmaban, que el registro sin datos de los animales, tienen poco valor para la selección, si no traen adicionados datos fundamentales sobre los animales inscritos. Consideran que traer nada mas un conjunto de nombres, significa poco. Hay quienes han conocido en vida los animales de un pedigree y por lo tanto pueden tener una evaluación mas amplia de los ejemplares inscritos. Pero la selección exclusiva por el mismo, tiene una limitación muy grande, debido a la naturaleza distributiva al azar de la herencia, en todos los casos de heterocigosis. Esto hace realmente imposible tener la certeza de cual va a ser la descendencia de un apareamiento, aunque supiéramos exactamente, que herencia poseen el macho y la hembra a cruzar. Menos seguridad aun, el no saber que han producido estos padres anteriormente, lo cual disminuye aun mas el valor estimativo. Podemos apercibirnos del pobre valor que posee el pedigree en la selección, si tomamos en cuenta dos pares de factores de herencia simple. Si consideramos un macho colorado, es decir un homocigota recesivo, de nada nos sirve el tener en el pedigree, a todos sus antecesores sables, pues el gen dominante se ha perdido en la distribución al azar de dicho carácter. Si con un carácter podemos obtener este resultado, imaginemos la complicación que resulta, tomar en cuenta los miles de factores, que se encuentran en cada reproductor. Es por ello, que jamás un Pedigree debe poseer en la cría un mayor peso, que el aspecto exterior o el rendimiento de un animal. Además, tomemos en cuenta, que un pedigree pierde completamente su valor después de la cuarta generación. Si consideramos empíricamente, que un ejemplar hereda el 50% de los genes de cada uno de sus padres, como consecuencia solo el 6,25% de cada uno de sus tatarabuelos. A ese nivel ya ni se consideran consanguíneos los antecesores comunes a partir de dicha generación.

De los pedigrees surgen las denominadas Líneas de Sangre. Este es un concepto que utilizan frecuentemente los criadores, pero raramente tratando los casos de mejoramiento animal y menos aun entre los genetistas .Ello se debe a que es un termino muy elástico y analizado se confunde con el termino familias, parentesco o sistema de cría. Por ello tiene mala reputación como termino científico. Si analizamos una llamada línea paterna, observamos, que no es mas que la selección, del mejor hijo de un reproductor seleccionado en cada generación. A un criador avezado le interesa saber cual es la media de cada  generación y no solo el mejor sino también los peores que se obtienen en cada generación. Sabemos que los malos genes nos siguen acompañando a través de las generaciones, por deriva génica. A su vez resulta que en los mamíferos el macho es el sexo heterogamético, de manera que si seleccionamos solamente el mejor macho de cada generación resulta que perdemos en cada generación el cromosoma X del padre, ya que su hijo hereda solamente el de la madre. Es este una de las importantes causas por las cuales siempre las líneas paternas se van desmejorando, e inclusive se pierden. No puede por lo tanto perderse de vista el plantel de perras y en muchos casos se llevan para complementar líneas maternas, pero resulta casi imposible trabajar con ambas líneas simultáneamente, pues ambas lógicamente se entrelazan. Por tanto es claro porqué en la  potencialidad genética de los vientres, se encuentra el valor de un criadero. Generalmente la sangre del mejor macho siempre se puede adquirir de alguna forma, mientras que el mejor vientre que uno posee, resulta ser mejor, que el mejor vientre que uno pueda adquirir en el mercado de pedigree.

En un principio los criadores confiaron inicialmente en la selección por pedigree, pero en la mayoría de los casos dependieron de la selección basada en las características individuales de los reproductores o en las cualidades de su progenie.

3.-Selección por Progenie.

Superando el paso de selección individual o por pedigree, solo nos quedan posibilidades para la selección por progenie. Se obtiene por la misma información fresca, desde una dirección completamente distinta, y brinda mayor progreso que los otros sistemas de selección. La Prueba de la Progenie, es un término general aplicado para la estimación del valor reproductivo de un animal estudiando las características de los hijos. Sin lugar a dudas es el mejor sistema de selección, puesto que los resultados se encuentran a la vista. Pero a su vez es el sistema mas difícil, desde el punto de vista económico y con respecto al factor tiempo. El perro tiene la ventaja sobre otros mamíferos domésticos, por el hecho de ser pluríparo, tener un período de gestación relativamente corto y poseer un intervalo generacional menor. Resulta tan difícil, que en la mayoría de los criaderos no se pueden realizar pruebas de progenie con sus reproductores. Un perro debe evaluar la calidad de su progenie con la mayor cantidad crías posible. Es por ello, que en un pedigree deben figurar sus características así como también la calidad de su progenie y de sus parientes colaterales sin descuidar los parámetros funcionales de la raza. Las pruebas de progenie son indispensables para caracteres que se poseen en un solo sexo y que no pueden descuidarse, como la capacidad materna de las perras. Además son de máxima importancia para caracteres que son levemente hereditarios o de baja heredabilidad. Heredabilidad es un parámetro que nos indica en que porcentaje un carácter determinado es heredado por los hijos de un apareamiento. Prácticamente nos indica en cuanto se parecen los hijos a los padres selecionados por un carácter determinado, en los que la selección individual posee una respuesta muy lenta y de resultados muy pobres. En general los caracteres, sobre todo los que interesan a la funcionalidad eficiente del desempeño del perro, son de baja o mediana heredabilidad. Por lo tanto, cuanto mayor sea la cantidad de pruebas de progenie con que podamos contar y mayor cantidad de datos podamos conocer de los parientes colaterales y antecesores, mas eficiente se torna nuestra selección. Las deficiencias de las pruebas de progenie provienen de las influencias que pueden resultar en la crianza de los cachorros en diferentes medios, con respecto al lugar y tiempo. También tiene un efecto en la evaluación de un macho si sus crías se evalúan con perras de calidad inferior o de mucha variación en ellas, debido a que en la  evaluación de las crías solamente la mitad de ellas, corresponde al padre probado.

Por eso pensamos que el aspecto exterior de un perro nos dice lo que el animal aparenta ser, su pedigree lo que debería ser, y el desempeño de su progenie, nos indica lo que realmente es.

4.-Selección por Desempeño o Producción.

El estándar de una raza es su descripción, producto de la función por la cual fue seleccionada, ser por ejemplo, un buen perro de caza, de pastor o de guardia. Pero el tipo ha ido cambiando según apreciaciones poco funcionales de cada época afectado por las exageraciones de moda y preciosismo del momento. Es increíble como las razas van pasando por modas achicando o agrandando el tamaño, alargando cuellos, afinando cráneos o afinando las estructuras, etc. Estas modas y las exageraciones se producen por los juzgamientos en los cuales los jueces en la pista se guían por conceptos empíricos del momento sin ninguna base científica. Pero básicamente el fenómeno proviene porque gran parte de los parámetros que interesan al seleccionador, escapan a los valores perceptibles del exterior del animal. Caracteres fundamentales para la producción eficiente del perro, como fertilidad, capacidad materna, valentía, etc. son cualidades inapreciables por el ojo humano, pero son parámetros evualables y hasta medibles. Sabemos que para seleccionar debemos evaluar y para evaluar eficientemente, no tenemos mas remedio que cuantificar, y para ello tenemos forzosamente que medir, pues solamente cuantificando los factores que hacen a la producción canina, puede llegarse a una selección rápida y coherente. Deben cuantificarse todos los parámetros posibles. Inclusive llevar a la misma aquellos que pueden tener alguna apreciación visual, de esta forma se escapara definitivamente de juzgamientos subjetivos y de diferentes resultados con distintos clasificadores. Pues toda evaluación exclusivamente basada en apreciaciones visuales y morfológicas llevan a conclusiones disparejas, engañosas y falsas.

5.-Selección por la Combinación de los Diferentes Sistemas.

Todo criador aplica dentro de su selección las diferentes posibilidades de selección que tiene a mano. Por supuesto analizará visualmente a sus reproductores, consultará los pedigrees de los mismos y si posee algunos datos de los parientes colaterales y de progenie los tomara en cuenta. Pero sus conclusiones estarán lejos de ser definitivas, puesto que no pasan de ser apreciaciones personales y poco precisas. Hoy en día el avance en los estudios genéticos de la selección ha elaborado índices, que contemplan todos los datos computables de un reproductor para indicarnos cuan eficiente será la producción de su progenie. Es cierto que estos índices no lo pueden elaborar los criaderos, ya que por su complejidad y costo solamente los pueden desarrollar clubes especialistas de razas respaldadas por instituciones especializadas en el tema. Con este objeto se han desarrollado los índices denominados:

a.-EPD (Expected Progeny Differences): en castellano DEP (Diferencias Esperadas en la Progenie) utilizado para en parámetros definidos como capacidad en el trabajo, facilidad de parto, etc., donde se toman para la obtención de este índice todos los datos necesarios para llegar a conclusiones fehacientes.

b.-BLUP (Best Linear Unbiased Prediction) : en castellano también denominado BLUP (Mejor Predicción Lineal Desinfluenciada), elaborado por C.R.Henderson. Este índice en un comienzo careció de factibilidad, debido a la cantidad de parámetros que toma en cuenta para su elaboración, como las diferentes épocas de nacimiento, diferentes años meteorológicos, etc. hacían imposible su cálculo. Pero la aparición de la computación hicieron  posible la obtención de este índice con resultados realmente espectaculares. Por ejemplo la aplicación del BLUP en la raza de vacas lecheras Holstein hizo, que en diez años aumentara el promedio de la producción láctea anual por vaca de 5 mil a 8 mil litros. Pero lo mas interesante del caso es que les modifico el tipo a las vacas, cambiando del tipo trapezoidal clásico con gran desarrollo de la ubre, a un animal de proporción cuadrada con un ubre de forma de palangana. La sociedad criadores de pastores alemanes de Alemania, Schäferhund Verein (SV), ya lo aplica en la selección de sus reproductores. Como puede apreciarse, no hay mas remedio que cuantificar.

c.-índices con Suma de Porcentajes de los Parámetros: Con el BLUP se elaboran primeramente los distintos parámetros. Este sin duda es hasta el momento el sistema de selección genética mas elaborado y sin duda ha producido los mejores resultados con respecto a su eficiencia y al tiempo de resultados positivos obtenidos. Consiste dar un % a cada parámetro de acuerdo a la importancia que posee cada uno, en el mejoramiento de la raza y dando la sumatoria de los mismos el valor final del índice. Podría además agregarse construir por selección una línea de materna para vientres y otra paterna para los machos. Para ello, haciendo una selección equivalente para ambos sexos, luego al finalizar una generación se cruzan las hembras de la línea materna con los machos de la línea paterna. Aquellas hembras que demuestran buena capacidad de combinación con los machos de la otra línea son los únicos que vuelven a su línea como reproductores. De esta forma se obtiene un mejoramiento de la raza, con un mayor vigor hibrido en cada generación, sin recurrir a la consanguinidad con sus posibles inconvenientes. Si bien este modelo parece económicamente y con respecto al tiempo, muy costoso, si esta bien organizado se va desarrollando casi automáticamente, a través del tiempo.

La eficiencia de un programa de cría con índices, producto de la suma de parámetros de selección, dependen fundamentalmente cuanto peso en la selección se otorga a cada uno de ellos. Ellos dependen de: 1. de su importancia económica, 2. de su heredabilidad y 3. de la relación genética que existe entre los caracteres.

Esto significa, que caracteres, con la mayor importancia económica y con suficientemente alta heredabilidad, que indicarían un posible progreso en la selección son aquellos que deben recibir un mayor énfasis en la selección.

B:-CONSANGUINIDAD.

Es el apareamiento entre animales, que poseen un mayor parentesco entre si, que con el resto de la raza. Sin duda la consanguinidad entre animales de una misma especie, es el sistema lógico para la formación de nuevas razas, pero esto no significa que muchos perros de una misma raza sean consanguíneos entre si. El propósito de la consanguinidad es producir el efecto de la misma, que es el de producir que la mayor cantidad de pares de genes deseables se tornen homocigotas y bajar consecuentemente la tasa de heterocigosis. Debido a que por ello muchos genes recesivos indeseables, se tornan homocigotas, al no ser cubiertos por sus genes dominantes respectivos, ello hace que la consanguinidad disminuya el vigor de la descendencia cuando se practica la misma, produciéndose la llamada depresión consanguínea. Por otro lado ayuda a su vez a fijar caracteres y combinaciones genéticas deseadas. Entre las mas importantes razones para practicar consanguinidad estriban las siguientes:

a.- Si es necesario mantener el parentesco con un antecesor deseado. Es el caso cuando practicamos cría en línea.

b.- Sirve para descubrir recesivos indeseables, y de esta manera eliminarlos por selección.

c.- Sirve para formar familias uniformes, de manera que la selección entre familias, de mejores resultados.

d.- Aumenta la prepotencia. La cruza con animales consanguíneos, aumenta la posibilidad de obtener descendientes con sus características. Los animales muy consanguíneos, con características sobresalientes, producen mejores ejemplares, que ellos mismos, cuando se efectúa una exocruza con otros consanguíneos por aparición del vigor híbrido o heterosis. El peligro de la consanguinidad, hace que a su vez se produzca por deriva génica la homocigosis de genes indeseables, en forma tan veloz, que le resulta imposible al criador descartar todos, quedando algunos genes indeseables fijados en la cría. La perdida que ello produce para la cría se recompensa por la prepotencia de los ejemplares que no poseen estos defectos de genes indeseables.

No debemos olvidarnos que la consanguinidad no crea nada nuevo. No aporta ni genes ni caracteres nuevos. Su utilización, simplemente tiende a la homocigosis, luego de una segregación de caracteres.

Por efecto de la depresión consanguínea, muchas veces los ejemplares consanguíneos, no resultan ser los mas sobresalientes. Pero demuestran ser grandes reproductores, produciendo los deseados efectos de heterosis al cruzar con hembras consanguíneas, con las cuales posea una buena capacidad combinatoria. Contrariamente nos sucede, que perros, Grandes Campeones y ganadores de muchos BIS, productos de una exocruza, de apariencia sobresalientes, no lo manifiestan en su progenie, por carecer de prepotencia y disminuir su vigor hibrido.

1.-Diferentes Grados de Consanguinidad.

a.-Closebreeding o Consanguinidad Estrecha.

Es aquella en que encontramos antecesores comunes entre las dos primeras generaciones de antecesores. Es muy poco empleada en la cría de animales superiores por la gran segregación inicial de caracteres que produce y la gran perdida de vigor en la progenie como también la disminución de camadas vigorosas. Jamás debe emplearse con animales que no demuestren ser superiores. Solamente se justifica cuando en casos muy especiales, o cuando se desea detectar la presencia de genes indeseables, que se desean eliminar.

b.-Inbreeding o Consanguinidad Moderada.

Esta consanguinidad, en la cual encontramos antecesores comunes después de la segunda generación, se practica cuando se desean mantener las características de un plantel y eventualmente producir distintas familias para luego cruzar sus descendientes entre ellas y obtener un cierto grado de heterosis, que ningún buen criador debe desestimar. Debe tomarse en cuenta, que la heterosis hace que aumente la heredabilidad de los caracteres, por lo cual aumenta las posibilidades de su selección.

c.- Linebreeding o cría en línea.

Es una forma de consanguinidad, dirigida hacia el mantenimiento de los descendientes lo mas cercanamente emparentados, a un antecesor sobresaliente. Se evita en cambio, toda la consanguinidad posible con factores no deseables. El parentesco hacia un antecesor elegido, es el factor mas importante que distingue a esta cría en línea de otras formas de consanguinidad. Se practica para conservar los buenos caracteres de un reproductor o una reproductora entre sus descendientes, aumentando el número de aquellos en la progenie, sin disminuir el parecido de su antecesor. cría en línea significa, cuales antecesores deben conservar su influencia sobre la progenie, manteniendo y multiplicando las cualidades en las misma. También cuales antecesores deben disminuir su influencia a través de las generaciones, hasta que casi desaparezcan sus defectos. El peligro de la cría en línea, depende de cuantos genes no deseables se encuentren entre los perros, cuando se comience esta consanguinidad. A su vez es de suma importancia en el éxito de la cría en línea, de cuantas pruebas de progenie sobre los reproductores pueda beneficiarse el criador, cuando desea aplicar este método de mejoramiento. Todo depende también de cuanto se puede contar con otros criadores, que efectúan el mismo sentido de cría en línea, para poder recurrir a estos animales y obtener refrescamiento de sangre, sin caer en depresión consanguínea y sin desviarse de su finalidad.

d.-Exocruzas.

Viene a ser lo opuesto a la consanguinidad. Las exocruzas fuera de la consanguinidad promueve el mérito individual tendiendo a ocultar genes recesivos. Es un remedio para el daño producido por la consanguinidad y útil para introducir genes deseados dentro de nuestra cabaña que no los posee. Debido a que destruye las características de una familia, cubre genes recesivos y disemina combinaciones epistáticas favorables, las exocruzas evitan el mejoramiento de la raza, con la excepción de la introducción de genes que no posee una familia determinada.

Cruzando animales, que se parecen entre si, sin selección, no se produce prácticamente ninguna influencia sobre la homocigosis o prepotencia. Pero aumente la media del parecido entre padres e hijos. Si los padres se parecen entre si ello aumenta el doble la magnitud, de que los hijos se parezcan entre si. Pero si no se practica selección aumenta la variación de nuestros ejemplares. Los efectos de cruzar individuos que se parecen está limitado, por la correlación entre genotipo y fenotipo, no obteniéndose resultados positivos si la correlación no es muy alta.

Aplicación Práctica del Método de Mejoramiento Teórico, hacia un Modelo Factible de Mejoramiento Canino con Base Genética.

Todo plan de mejoramiento de especies vivientes domesticas esta limitado por:

1.-Sistema de reproducción. En el perro la misma es de fecundación cruzada entre dos sexos diferentes.

2.-Intervalo generacional. En el perro es siempre mayor de 3 años.

3.-Número de individuos que se obtienen por individuo en un lapso de tiempo. En el perro es un promedio máximo de 3 camadas de 6 cachorros en 2 años.

Si comparamos con las plantas cultivadas, las mismas poseen las enormes ventajas de posibilidades de autofecundación, ciclo anual y una gran cantidad de productos posibles por generación. Con las plantas por lo tanto podemos obtener resultados mas efectivos y mucho mas rápidamente que con los animales.

Supongamos, que iniciamos un Criadero con la cría de una raza determinada:

A.- Para llevar los conocimientos anteriormente expresados, enfocándolos al nivel directo de las cría y mejoramiento canino, tenemos que llevar a cabo primeramente las siguientes consideraciones generales:

1.-Lo primero y fundamental, es decidir que tipo de perro buscamos en nuestra raza. Este es el paso mas difícil y donde el criador demuestra su idoneidad en el conocimiento de la raza. Cambiar de rumbo durante las generaciones venideras es una perdida de tiempo y en todos los demás sentidos, alargando el proceso de mejoramiento en forma indefinida.

2.-Tratemos de iniciarnos con perros del máximo nivel posible a nuestro alcance. Para ello localizar donde se encuentran los animales mas cercanos o accesibles, que mas se aproximan a los genes necesarios, para producir ese perro ideal.

B.-Criadero Básico.

1.-Un numero apropiado para el comienzo del desarrollo de un Criadero consistiría en cuatro perras. Comenzamos con un plantel base de cuatro perras de cría, lo menos emparentadas posible, en las cuales se ha efectuado una gran presión selectiva, antes de posibilitar su inclusión en el Criadero, pues de ellas dependerá todo el futuro de la raza que criaremos.

2.-Haremos de las posibles hembras candidatas, inicialmente una Selección por Desempeño o Funcional con un análisis de su carácter y de su capacidad para la función para lo cual la raza fue creada. Una perra que no reúne ambas condiciones, no merece ser incluida en el programa de cría. Si se trata de perras que ya han criado tomaremos además su capacidad materna.

2.- Efectuaremos luego una Selección Fenotípica, visual y morfológica, juzgando primeramente el balance y proporción de las perras, para luego apreciar y probar la estructura del cuerpo en forma dinámica. Finalmente analizar en forma muy exhaustiva las distintas partes del cuerpo, no descuidando la corrección de la dentadura, comprobando la no existencia de faltas de piezas dentarias.

3.-.Luego efectuaremos una Selección por Pedigree, con un análisis de los ancestros y colaterales con la mayor cantidad de datos posibles.

4.-Haremos una Selección de Progenie, si se trata de perras que ya han producido camadas, tratando de obtener la mayor cantidad de datos posibles de los cachorros producidos.

5.-Una vez elegidas y obtenidas las hembras, las mismas serán apareadas si es posible con distintos machos que han pasado, como las hembras por un mismo proceso de las cuatro selecciones indicadas anteriormente. Estos machos preferentemente no necesitan ser propiedad de nuestro Criadero.

6.-Obtenidas las camadas de nuestras perras iniciales, efectuaremos las selecciones de los parámetros posibles en las mismas. Conservaremos únicamente aquellos machos y hembras, que consideramos, serán superiores a sus padres y madres respectivas.

7.-Comprobado esto, luego del tiempo necesario sustituimos las hembras iniciales por sus hijas, que fueron comprobadas superiores a sus madres en el Criadero. A su vez conservamos los machos hijos superiores, para cruzar con las hembras que no son su madre.

8.-De las cuatro líneas que se crían con las hembras, tres siempre se cruzaran con machos de cría de las cuatro hembras, nacidas en el propio Criadero. Una de las línea de hembras se destinará al cruzamiento con machos externos haciendo Exocruza, para incorporar genes nuevos, tratar de mejorar caracteres o refrescar sangre.

Únicamente los machos, que hayan producido machos hijos superiores se emplearan para cruzar con las demás hijas del grupo del Criadero.

9.-Una vez que se ha llegado al nivel deseado en la raza, de acuerdo con el progreso de la misma a través de las generaciones, se procederá a efectuar una Consanguinidad de cría en línea, con el objeto de obtener una disminución en la variabilidad dentro del material de nuestra raza y fijar el tipo deseado.

10.-El objetivo de este modelo, es criando con un plantel relativamente reducido, ejercer dentro de lo posible una máxima presión selectiva y acortar el período generacional al mínimo. De esta forma acelerar al máximo la selección en todos los órdenes para alcanzar la finalidad deseada en un período lo mas corto posible. Posibilitar a su vez una vez alcanzada la meta unificar el tipo del material de cría y su progenie, sin caer en la Depresión consanguínea, manteniendo la posibilidad de un Vigor Híbrido continuo y posibilitar una Selección continua en todos los órdenes, que permita a su vez un Mejoramiento continuo, progresivo y ascendente.

Aplicando estas técnicas y metodologías de cría y selección, lograremos ser uno de los pocos mejoradores de las razas, diferenciándonos de la mayoría de los criadores de perros, que analizando su metodologías de cría, no son mas que multiplicadores de una raza a través de las generaciones.

El significado de parentesco y consanguinidad.

No obstante y teniendo en cuenta que el estudio de la transmisión de los genes se basa en el cálculo de probabilidades, no está de más que repasemos sus distintas definiciones.

PROBABILIDAD SIMPLE: Para definir este concepto podemos razonar de la siguiente manera: Cada vez que arrojamos al aire una moneda, lo mismo puede salir cara que cruz, y como esto sucede todas las veces, decimos que es igualmente probable que salga cara que cruz o sea que la probabilidad es la misma. Entonces como que de dos casos posibles, solamente se ha verificar uno en cada tirada, decimos que la probabilidad de que salga cara o cruz es 1/2. Pongamos otro ejemplo:

Si suponemos el caso del dado, al arrojarlo al aire se dan seis posibilidades, todas ellas equiprobables, a saber: que salga el 1, el 2, el 3, el 4 el 5 o el 6. Luego la probabilidad de cada una será 1/6.

En general, la probabilidad de un suceso que se presenta en «C» casos favorables sobre «C», casos posibles, se hallará por el cociente:

Si un suceso se presenta siempre, su probabilidad es uno y decimos de él que es seguro; si no se presenta nunca, su probabilidad es cero y decimos de él que es imposible.

En el caso de la transmisión genética, cada individuo traspasa siempre sólo la mitad de sus genes o sea, uno de cada dos cromosomas homólogos, y como que ello se produce al azar, la probabilidad de que traspase unos u otros será 1/2.

PROBABILIDAD COMPUESTA: Es la probabilidad de un acontecimiento constituido por una sucesión de otros acontecimientos probables que se desarrollan independientemente unos de otros pero que están relacionados entre sí. La probabilidad resultante final es igual al producto de las probabilidades de cada uno. Por ejemplo, en la transmisión de los genes la probabilidad de que un individuo reciba unos genes determinados de un antepasado suyo, viene dada por el producto de las probabilidades de transmisión de estos genes en cada generación, desde el antepasado de referencia hasta este individuo.

El paso de los genes de una generación a otra es un hecho independiente en cada generación pero el conjunto de genes del individuo resultante depende de como se han transmitido los genes desde el antepasado hasta llegar a él. Como la probabilidad de transmisión de los genes en cada generación siempre es 1/2, bastará multiplicar esta cifra por si misma, tantas veces como generaciones separen a este individuo de su antepasado.

Con este pequeño repaso del cálculo de probabilidades podemos desarrollar los conceptos de consanguinidad y parentescos.

CONSANGUINIDAD: La consanguinidad se puede definir como el cruzamiento entre individuos emparentados. Cuanto mayor sea el parentesco entre dos individuos, mayor será el coeficiente de consanguinidad de su progenie y menor será la probabilidad de que esta progenie sea heterocigótica.

COEFICIENTE DE CONSANGUINIDAD: Comencemos considerando la situación más sencilla posible: dos descendientes B y C que tienen un progenitor A en común. Utilizando flechas para indicar la dirección de la herencia, esta situación se puede representar de la siguiente forma:

Fig. 1              A

B         C

Se dice que A es el antepasado común de B y C. Si B y C reciben ambos una copia del mismo gen, es decir, el mismo segmento de ADN de un locus cualquiera de A, podemos decir que B y C tienen genes que son idénticos por descendencia procedentes de A. Recordemos que dos genes son idénticos por descendencia si son copias del mismo segmento de ADN.

Supongamos ahora que B y C se cruzan para producir un descendiente O:

A
Fig. 2
B         C

O

Si B y C tienen genes que son idénticos por descendencia, en cualquier locus existe una cierta probabilidad de que O herede dos genes que son idénticos por descendencia, uno procedente de A a través de B y otro procedente de A a través de C. Ahora estamos en disposición de definir el coeficiente de consanguinidad:

«El coeficiente de consanguinidad de un individuo es la probabilidad de que dos genes presentes en un locus de dicho individuo sean idénticos por descendencia».

El coeficiente de consanguinidad se designa generalmente mediante la letra F. Sin un individuo tiene dos genes que son idénticos por descendencia en un determinado locus, será homocigoto para dicho locus. Por tanto, el coeficiente de consanguinidad es un reflejo de la homocigosis.

POBLACION BASE. En genética se define como población a un grupo de individuos que se cruzan entre sí y comparten un acervo común de genes que se transmiten de generación en generación de acuerdo con las leyes de Mendel. Para medir el coeficiente de consanguinidad se toma como base a un grupo de individuos, de ahí el nombre de población base, que se supone no están emparentados.

Es importante tener en cuenta que el coeficiente de consanguinidad no mide la homocigosis en un sentido absoluto. De hecho, es una cantidad relativa que lo que realmente mide es el descenso de la heterocigosis en relación a una población base en la que todos los individuos se supone que no están relacionados y que tienen una consanguinidad cero. En otras palabras mide el grado en que un individuo es menos heterocigoto que los individuos que se supone tienen consanguinidad cero. En la práctica, suponemos que tienen consanguinidad cero (F=0), todos aquellos individuos sobre los que no disponemos de información. Para calcular el descenso de la heterocigosis se resta de la unidad (heterocigosis total) el coeficiente de consanguinidad F: (1-F). Sin embargo, no olvidemos que por el sólo hecho de que el Montaña es raza pura, los individuos que conformen la población base de la cual partamos en cada caso, ya llevan implícito un elevado nivel de homocigosis en muchos de sus loci, producto de una consanguinidad ancestral, pero ello no importa; los homocigotos en esta población base tienen genes que son considerados como «similares en estado» en vez de idénticos por descendencia. Esto es, son idénticos en estructura porque tienen la misma secuencia de ADN, y aún así, no son idénticos por descendencia porque proceden de diferentes genitores.

Dicho de otro modo, son homocigotos para copias de distintos genes que proceden de genitores ancestrales, en vez de para dos copias de un único gen originario de un genitor ancestral.

Entonces, es lícito que nos preguntemos como las medidas de parentesco y consanguinidad pueden ser de alguna utilidad cuando su magnitud real depende de la elección arbitraria de una población base, cuyos miembros se supone por conveniencia que no tienen antepasados en común. A primera vista, es difícil reconciliar esto con el hecho de que si retrocedemos un suficiente número de generaciones, dos individuos cualesquiera deben tener antepasados en común y ser por tanto parientes. En la práctica, esto no representa un problema siempre y cuando recordemos que los coeficientes de parentesco y consanguinidad son cantidades relativas en vez de absolutas. Así, si un individuo tiene un coeficiente de consanguinidad cero relativo a una determinada población base, la probabilidad de que este individuo sea heterocigoto en un locus cualquiera es igual a la frecuencia de heterocigotos en dicho locus en la población base. Si el nivel de heterocigosis en la población base es bastante bajo, debido por ejemplo a un número significativo de cruzamientos entre parientes próximos entre los antepasados de la población base, el individuo con un coeficiente de consanguinidad cero tendrá de hecho un nivel bastante bajo de heterocigosis. El punto importante es, sin embargo, que si un segundo individuo tiene un coeficiente de consanguinidad de 0,3 en relación a la misma población base, inmediatamente sabemos que este segundo individuo es un 30% menos heterocigoto que el individuo cuyo coeficiente de consanguinidad era cero.

Por otro lado, si un individuo tiene un coeficiente de consanguinidad de F=1, la probabilidad de que este individuo sea heterocigoto en un locus cualquiera, es igual a cero (1-1=0); puesto que el individuo tienen genes idénticos por descendencia en todos los loci, ha de ser necesariamente homocigoto en todos ellos. Esto subraya el hecho de que los coeficientes de consanguinidad permiten comparar los niveles relativos de heterocigosis entre individuos cuyos pedigríes pueden seguirse hacia atrás hasta la misma población base. Más adelante desarrollaremos la fórmula para calcular el coeficiente de consanguinidad.

PARENTESCO DIRECTO: El parentesco más simple es aquel que hay entre un progenitor (P) y su descendiente (N). En un locus cualquiera un descendiente tiene dos genes, uno de los cuales (el gen paterno) es una copia de uno de los genes de su padre, y el otro (el gen materno) es una copia de uno de los genes de su madre. Puesto que esto es cierto para todos los loci, podemos decir que un descendiente comparte exactamente 1/2 de sus genes con cada uno de sus padres. En otras palabras, un progenitor y un descendiente tienen exactamente 1/2 de sus genes en común. Luego podemos definir que: «La proporción esperada de genes en común entre dos individuos no consanguíneos es el parentesco entre ellos». (Si lo individuos son consanguíneos hemos de aplicar la definición que veremos más adelante en el parentesco colateral).

Por tanto el parentesco entre un progenitor y su descendiente es 1/2, (probabilidad simple). Tanto el parentesco directo como el parentesco colateral, que estudiaremos más adelante, se designan con la letra «a».

Ahora, tenemos que hacer la pregunta: ¿Cuál es el parentesco entre un descendiente (O) y su abuelo (A). Para contestarla debemos de seguir la transmisión de los genes desde el abuelo (A) al padre (P) y al descendiente (O). Es evidente que (A) transmite exactamente 1/2 de sus genes a (P), que a su vez transmite exactamente 1/2 de sus genes a (O). De aquí que como promedio (O)  recibirá 1/2 x 1/2 = 1/4 de sus genes de (A) (probabilidad compuesta). Por tanto el parentesco entre un descendiente y uno cualquiera de sus abuelos es 1/4.

No obstante, es importante advertir que mientras que la proporción real de genes en común entre un descendiente y su progenitor es siempre exactamente 1/2, la proporción real de genes en común entre un descendiente y su abuelo, y entre todos los restantes parientes, puede no ser exactamente igual a la proporción esperada. Por ejemplo, la proporción real de genes en común entre un determinado descendiente y uno de sus cuatro abuelos podría ser mayor o menor que 1/4. Esta proporción podría ser 0 (si se diese el caso de que el gameto procedente de (P) no hubiese llevado ninguno de los genes que (P) heredó de (A) o podría alcanzar el valor de 1/2 (si por azar el gameto procedente de (P) hubiese llevado todos los genes que (P) heredó de (A)). No hay forma de saber la proporción real de genes en común entre un determinado descendiente y uno de sus cuatro abuelos. Lo único que podemos decir es que la proporción esperada, es decir el parentesco, es 1/4.

Mediante un razonamiento semejante al que acabamos de utilizar, se puede deducir que el parentesco entre un descendiente y uno de sus bisabuelos es: 1/2 x 1/2 x 1/2 = (1/2)3  = 1/8.

En general, el parentesco entre un individuo y uno de sus antepasados disminuye en 1/2 por cada generación que lo separa de dicho antepasado.

Por tanto, el parentesco entre un individuo y un antepasado cualquiera es:

donde «n» es el número de generaciones entre el individuo y su antepasado en la línea de descendencia directa del antepasado al individuo.

Se deduce que independientemente de lo sobresaliente que pueda haber sido un determinado antepasado, si sólo aparece una vez y varias generaciones atrás en el árbol genealógico de un individuo, existe sólo una pequeña probabilidad de que el individuo en cuestión (al que llamamos O) haya heredado alguno de los genes de su antepasado. De aquí que sea inútil seleccionar un individuo solamente porque su pedigrí contiene un antepasado distante que se da la circunstancia de que fue muy famoso.

La situación es ligeramente distinta si un determinado antepasado aparece más de una vez en el árbol genealógico. En este caso, cada aparición del antepasado en el pedigrí proporciona una oportunidad independiente de que el individuo (O) haya heredado los genes del antepasado. El parentesco total es, en este caso, igual a la suma de las contribuciones independientes hechas por cada línea de descendencia directa. Por ejemplo:

Fig. 3                                 B
O
B
J
L

Observemos que el individuo B es padre y a la vez abuelo de O. ¿Cual será el parentesco total entre ellos?. En este caso hay dos líneas de descendencia directas, por tanto, tal como hemos enunciado, sus contribuciones al parentesco serán la suma de ambas:

parentesco entre B y O (padre e hija)   =  (1/2)  =  0.50
»      »      B y O (abuelo y nieta)        =  (1/2)2 =  0.25
____
parentesco total . . . . . . . . . . . . . . . . . .  a =  0.75

El tipo de parentesco que hemos considerado se denomina «parentesco directo» ya que se refiere al parentesco que puede seguirse en una línea directa o línea de descendencia de antepasado a descendiente. El otro tipo de parentesco es el que existe entre dos individuos que tienen un antepasado en común y pueden por tanto haber heredado el mismo gen de dicho antepasado. Este tipo de parentesco se denomina «parentesco colateral».

PARENTESCO COLATERAL: Consideremos dos descendientes, (B) y (C), con un progenitor (A) en común, (figura 1). En este caso, (B) y (C) se dice que son «medio hermanos» y (A) es su antepasado común. Si (B) y (C) reciben ambos una copia del mismo gen de un locus cualquiera de (A), podemos decir que (B) y (C) tienen genes que son idénticos por descendencia procedentes de (A).

Ahora podemos considerar una definición más general del parentesco: «El parentesco entre dos individuos cualesquiera es el número esperado de genes en un locus de un individuo que son idénticos por descendencia con un gen elegido al azar en el mismo locus del otro individuo». Esta definición es más correcta que la que hemos usado en el parentesco directo, tanto si los individuos emparentados son consanguíneos como si no. Si los individuos emparentados no son consanguíneos, esta definición es equivalente a la que se ofreció en el parentesco directo. Para comprender mejor la diferencia entre las dos definiciones observemos la siguiente tabla:

                        Tabla 1
_____________________________________________________________

Genotipo       –       Coeficiente de consanguinidad      –
Parentesco aditivo entre B y C

B      C         FB      FC                      Definición
Definición
simple            exacta
______________________________________________________________

A1A2   A3A4      0        0                 0         0
A1A2   A3A2      0        0                1/2       1/2
A1A2   A1A2      0        0                 1         1
A1A1   A1A1      1        1                 1         2
_____________________________________________________________

Como podemos ver, la limitación de la definición simple es que no puede distinguir entre las dos últimas situaciones de esta tabla, esto es, no puede distinguir entre individuos que tienen ambos el mismo par de genes en común, y dos individuos homocigotos para el mismo gen. En ambos casos, los dos individuos tienen el 100% de sus genes en común. Sin embargo, si B y C se cruzan, los dos casos distintos darán lugar a resultados muy diferentes con respecto al coeficiente de consanguinidad de la descendencia resultante. En el último caso los descendientes de B y C tendrán sin duda dos copias del mismo gen A1 y su coeficiente de consanguinidad será por lo tanto F = 1 para este locus. En cambio, en el caso en que tanto B como C sean A1A2, según los principios de la herencia mendeliana podemos esperar el resultado reflejado en la tabla siguiente:

                             Tabla 2

A1       A2
_________________
|
A1  |  A1A1     A1A2
|
A2  |  A2A1     A2A2

La probabilidad de que un descendiente tenga dos copias del mismo gen es 1/4 para A1A1 y 1/4 para A2A2, lo que da lugar a un coeficiente de consanguinidad F = 1/4 + 1/4 = 1/2.

Como en el caso de los parientes directos, el parentesco entre dos parientes colaterales disminuye 1/2 por cada generación que separa los dos parientes a lo largo de un determinado trayecto. La única diferencia es que en el caso de los parientes colaterales, el trayecto entre ellos consta de dos líneas de descendencia: una desde el antepasado común hasta uno de los parientes y la otra desde el antepasado común hasta el otro pariente.

Para subrayar esto, el número total de generaciones que separa a los dos parientes colaterales se escribe n + n’, dónde n es el número de generaciones entre el antepasado común y el primer pariente y n’ es el número de generaciones entre el antepasado común y el segundo pariente. Así para un trayecto cualquiera, el parentesco entre dos parientes colaterales es:

A veces, puede haber más de un trayecto que pasa a través de un antepasado común, y a veces puede haber más de un antepasado común. En todos los casos, el parentesco total es la suma del parentesco con el que contribuye cada uno de los trayectos.

El antepasado común tiene evidentemente una importancia crítica en la determinación de los parentescos colaterales. ¿Qué ocurre cuando este antepasado es consanguíneo?. Hemos visto que el coeficiente de consanguinidad de un individuo es la probabilidad de que dos genes en un locus de dicho individuo sean idénticos por descendencia. Se deduce que cuanto más alto sea el coeficiente de consanguinidad del antepasado común, mayor será la probabilidad de que transmita el mismo gen a cada uno de los dos parientes colaterales que descienden de él, y por tanto mayor será la probabilidad de que los dos parientes tengan ambos genes que son idénticos por descendencia. De hecho, si el antepasado común es consanguíneo, el parentesco entre los dos parientes colaterales que descienden de él, aumenta en una proporción igual al coeficiente de consanguinidad del antepasado común. Esto significa que el trayecto del antepasado común consanguíneo deberá contener un término añadido en consideración a su endogamia. Algebraicamente, esto equivale a:

trayecto  + (trayecto x FA) = trayecto (1+FA)

lo que representa multiplicar (1/2)n+n’ para cada trayecto del antepasado común consanguíneo por (1+FA), donde FA es el coeficiente de consanguinidad del antepasado común. Teniendo todo esto en cuenta, y utilizando el símbolo a para el parentesco, podemos expresar ahora el parentesco entre dos individuos cualesquiera como:

donde el sumatorio  S  (letra sigma mayúscula del alfabeto griego) significa que ha de efectuarse la suma de los distintos trayectos (p), y en caso de que el antepasado fuera consanguíneo, antes de incluir su trayecto en la suma, se ha de multiplicar por (1+Fa). La misma fórmula puede usarse también para calcular el parentesco directo, simplemente teniendo en cuenta que en tales casos sólo existe una línea de descendencia para cada trayecto, y por tanto n’=0 para cada trayecto.

CALCULO DEL COEFICIENTE DE CONSANGUINIDAD: Sigamos con el ejemplo de la figura 2, con el de cruzamiento entre B y C para producir un descendiente O y consideremos un gen elegido al azar que B transmite a O.

Para calcular el coeficiente de consanguinidad de O, necesitamos calcular la probabilidad de que el otro gen del mismo locus en O (el gen procedente de C) sea idéntico por descendencia al gen recibido de B.

Para calcular esta probabilidad hemos de recordar, en este caso, que el parentesco entre B y C es el número esperado de genes de C que son idénticos por descendencia con un gen elegido al azar en el mismo locus de B. Como que C es el otro progenitor de O y por tanto existe una probabilidad de 1/2 de que un gen cualquiera de C sea transmitido a O, se deduce que la probabilidad de que O reciba un gen de C que sea idéntico por descendencia con el gen que O recibió de B, es igual al parentesco entre B y C, multiplicado por 1/2.

Esto significa que: «El coeficiente de consanguinidad de un individuo cualquiera es 1/2 del parentesco entre los padres de este individuo».

Esto puede parecer muy complicado pero con unos ejemplos lo veremos mucho más claro:

Fig. 5                            A
B
D
O
A
C
E

Es mucho más fácil si modificamos el árbol genealógico tradicional para convertirlo en un diagrama de trayectos, en el que los individuos implicados aparecen solamente una vez y en el que las flechas indican la dirección de la herencia (fig. 2):

A

B         C

O

Obsérvese que en el diagrama no aparecen todos los individuos; se han excluido aquellos que no son antepasados comunes y que no se encuentran en ningún trayecto entre el antepasado común y el individuo en cuestión (en este caso D y E).A continuación calcularemos el parentesco entre los dos medios hermanos, B y C, y el coeficiente de consanguinidad de su descendiente O. Comenzaremos por construir la siguiente tabla:

Tabla 3

Trayecto       n     n’    Contribución al parentesco

B   A    C      1     1     (1/2)1+1 (1+FA)=1/4

En esta tabla, la A se ha subrayado para indicar que se trata del antepasado común en este trayecto. Como en el diagrama hay un solo trayecto, existe una única entrada (fila) de datos en la tabla que nos proporciona el parentesco entre B y C como:

Se deduce por tanto que el coeficiente de consanguinidad de O viene dado por:

Hasta aquí se han expuesto las definiciones y las fórmulas matemáticas para llegar a una comprensión razonada lo más clara posible de los conceptos tratados. No obstante, una vez comprendidas estas nociones ya estamos en disposición de aplicar un método abreviado para llegar a los mismos resultados. Para ello podemos resumir en una, las fórmulas de las figuras 6 y 7:

Siendo  la suma de todos los trayectos posibles y n, el número de generaciones transcurridas del antepasado común desde el lado paterno al lado materno, y FA  es el coeficiente de endogamia del antepasado común A. A es un símbolo general representativo de cualquiera de los antepasados susceptibles de contribuir a la endogamia de X. Si los antepasados comunes no son endógamos, entonces FA = 0 y la fórmula se escribe:

Veamos ahora otro ejemplo en un pedigrí algo más complejo:

F
D
G
B
H
E
I
X
D
B
E
O
B
J
L

El individuo X es el resultante de dos cruzamientos consecutivos respecto al padre B. En la ascendencia la endogamia se produce en dos momentos. En el primero, el apareamiento de J con B que da el trayecto XOJ; en el segundo, el apareamiento de O con B que da el trayecto XO.

Ahora procedamos de la siguiente manera:

Trayecto XOJ  = (1/2)3   = 0,125
»    XO   = (1/2)2   = O,250
_____
F  = 0.375

¿Que hemos hecho? En el primer trayecto hemos contado el número de generaciones transcurridas de B a X por el lado paterno, y vuelta a B por el lado materno hasta encontrar el primer cruce de B, dándonos tres generaciones, o sea n=3, (reparemos que el antepasado común B nunca se cuenta).

En el segundo trayecto hemos obrado de igual manera dándonos dos generaciones, o sea n=2. Luego, solamente nos ha faltado sumar estas endogamias parciales. Observemos que tanto D como E, aún estando a ambos lados del pedigrí (paterno y materno) no se cuentan, puesto que sus contribuciones a la endogamia están incluidas en la de B. Observemos también, que este coeficiente de consanguinidad F=0.375 del individuo X, es justamente la mitad del parentesco que hay entre sus padres (a=0,75), Fig. 3.

Esto viene a corroborar lo dicho cuando hemos explicado el cálculo del coeficiente de consanguinidad: «El coeficiente de consanguinidad de un individuo es siempre 1/2 del parentesco entre sus padres».

Qué ocurre si en el pedigrí de la figura 10 se sustituye la segunda aparición de B por un hermano M, y la tercera por un individuo N sin ningún parentesco respecto a B?. Esto significa que B no contribuye a la endogamia de X, en cambio D y E sí lo hacen. Veamos el ejemplo:

                                       F
D
G
B
H
E
I
X
D
M
E
O
N
J
L

El trayecto para D es BXOM = (1/2)4 = 0.0625 y el de E también es BXOM = (1/2)4 = 0.0625. Intervienen dos antepasados diferentes y la endogamia total (Fx) es la suma de los dos trayectos; a saber, 0,125. Este ejemplo demuestra que puede haber más de un antepasado común en un pedigrí y que cada uno de ellos hará su propia aportación al coeficiente de endogamia (Fx).

Una vez vistos estos ejemplos, podemos resumir en tres reglas básicas la determinación de los caminos (trayectos) genealógicos:

1ª. El antepasado común del individuo X nunca se cuenta.
2ª. Identificar siempre todos los caminos (trayectos) posibles.
3ª. Los individuos presentes a ambos lados del pedigrí, nunca serán contados más de una vez en el trayecto.

Ahora vamos a calcular el coeficiente de consanguinidad de un individuo X, en el que el ascendiente común B es endógamo (hijo de hermanos, siendo sus abuelos también hermanos) y es a la vez, padre y abuelo del individuo X:

                                            H
F
I
D
H
G
I
B
H
F
I
E
H
G
I
X
F
D

G                                                        B
F
E
G
A
L
J
M
C
N
K
O

El trayecto de B es XA o sea (1/2)2, pero al ser B endógamo tenemos que calcular su coeficiente de consanguinidad aparte:

trayecto de H, desde F hasta G: FDBEG: (1/2)5  = 0,03125
»     »  H,   »   G   »   F: GDBEF: (1/2)5  = 0,03125
»     »  I,   »   F   »   G: FDBEG: (1/2)5  = 0,03125
»     »  I,   »   G   »   F: GDBEF: (1/2)5  = 0.03125
»     »  F,   »   D   »   E: DBE  : (1/2)3  = 0,125
»     »  G,   »   D   »   E: DBE  : (1/2)3  = 0,125
________
Coeficiente de consanguinidad de B:         FB = 0,375
aplicando la fórmula:

Fx =  (1/2)2 (1+0.375)
Fx =  0.25 x 1.375
Fx =  0,34375
Luego, el índice de consanguinidad de X es:
Fx = 0,34375 o lo que es lo mismo 34,375%.

Otro ejemplo complicándolo un poquito más. Vamos a sustituir al individuo C del ejemplo anterior por E que es la madre de B:

                                         H
F
I
D
H
G
I
B
H
F
I
E
H
G
I
X
F
D
G
B
F
E
G
A
H

F
I
E
H
G
I

Primero buscamos todos los trayectos posibles:

trayecto de H, desde F hasta G: FDBXAEG = (1/2)7  = 0,0078125
»     »  H,   »   G   »   F: GDBXAEF = (1/2)7  = 0,0078125
»     »  I,   »   F   »   G: FDBXAEG = (1/2)7  = 0,0078125
»     »  I,   »   G   »   F: GDBXAEF = (1/2)7  = 0,0078125
»     »  F,   »   D   »   E: DBXAE   = (1/2)5  = 0,03125
»     »  G,   »   D   »   E: DBXAE   = (1/2)5  = 0,03125
»     »  E,   »   B   »   A: BXA     = (1/2)3  = 0,125

ahora solo falta calcular el trayecto de B, pero como sabemos que es endógamo y su coeficiente de consanguinidad visto en el ejemplo anterior es 0,375:

trayecto de B, desde X hasta A: XA =(1/2)2=0,25 x 1,375 = 0,34375

Luego sumando los resultados de todos los trayectos nos da:

Fx = 0,5625 = 56,25%, un índice ciertamente muy alto.

La contribución en la endogamia de los antepasados consignados en este ejemplo puede valorarse de la manera siguiente: la mayor contribución pertenece al individuo B; en primer lugar porque sólo se halla a una y dos generaciones de distancia de X, y en segundo lugar por ser endógamo él mismo. La contribución de E también es importante, básicamente por haberse cruzado con su hijo B. Si B es un perro excepcional, X podrá considerarse un buen reproductor a causa de la contribución de B, ya que éste tiene un coeficiente de endogamia bastante alto (37,50).

¿ES CONVENIENTE O NO LA CONSANGUINIDAD?. La pregunta sobre la conveniencia de la endogamia no es fácil de contestar. Sin embargo, hemos de considerar que si un criador desea fijar unos caracteres y obtener perros con características propias y uniformidad en la descendencia es necesario cierto grado de endogamia. La razón fundamental es que una raza pura o una casta homocigótica no puede obtenerse por otros medios. La selección por sí sola no puede hacerlo. Puede hacerlo atípicamente cuando se ha seleccionado un tipo de padres que presenta fenotipos similares, en cuyo caso, sólo algunos individuos de la progenie tenderán de cuando en cuando a parecerse a los padres. La endogamia es necesaria para «fijar los caracteres que con tanta perseverancia se han estado seleccionando».

Sin duda alguna la endogamia es básica para estabilizar los resultados de la selección. Pero, ¿cuando se ha de empezar la endogamia?. Principalmente los avances más significativos de la selección se realizan en los primeros estadios. La disminución de los resultados acaba por volverse estacionaria y es más difícil alcanzar nuevos progresos. Entonces, antes de que se diluyan los caracteres seleccionados, es cuando hemos de empezar la endogamia para consolidar los resultados obtenidos. Esta es la filosofía simple y pura de la reproducción: la selección debe suspenderse y la endogamia iniciarse cuando el criador lo considere oportuno.

SIGNIFICADO DE «LINEA» COMO CONSECUENCIA ENDOGAMICA. El término «línea de sangre» muchas veces se usa indiscriminadamente y con cierta frivolidad para indicar un simple parentesco entre los perros. Para algunos, basta para que un reputado semental se aparee con un determinado número de hembras y algunos de sus descendientes sobresalgan en las exposiciones, para hablar de «línea de tal» o «línea de cual». Pero, desde luego, hay algo más.

El término no debe ser usado a la ligera sino que debe reservarse para un criadero con rasgos únicos que se repiten generación tras generación, fruto y culminación de años de cría selectiva ininterrumpida, acompañada de cierta cantidad de endogamia para asegurar la tendencia hereditaria.

VENTAJAS Y DESVENTAJAS DE LA ENDOGAMIA. Sabemos que existen bastantes perros con cierto grado de endogamia. Pero coeficientes inferiores a 0,25 raramente serán peligrosos. A partir de esta cifra y por encima de 0,5 denota una endogamia de moderada a alta y el perro debe ser vigilado de cerca.

Una de las objeciones con más frecuencia formuladas contra la endogamia es que ésta produce anomalías. La objeción es fundamental y merece ser contestada. En principio hay que precisar que la posibilidad de que se dé una anomalía es muchas veces exagerada. En primer lugar, porque la endogamia por sí misma no puede inducir anomalías; aunque puede suscitar la aparición de cualquier anomalía latente en la perrera.

El apareamiento aleatorio o el cruzamiento externo tienden a mantener a raya los genes detrimentales recesivos salvo apariciones insólitas o inesperadas. Es posible, incluso, que un gen deletéreo sea introducido en la perrera, persista durante algunas generaciones y luego aparezca en una generación sin que nadie entienda qué es lo que está ocurriendo.

Con la endogamia la situación es diferente puesto que tiende a «destapar» los genes recesivos indeseables y por tanto revela las anomalías latentes. En este sentido puede considerarse como una operación purificadora puesto que además de propiciar la aparición de la anomalía, contribuye, igualmente, a su rápida eliminación. Sucede así, porque los individuos en los que aparezcan genes letales en homocigosis no tendrán viabilidad. Y en el caso que afloren genes deletéreos en homocigosis, se evitará su transmisión no haciendo procrear a los individuos portadores de estas anomalías. No obstante, la aparición aleatoria de una anomalía es infrecuente e imprevisible y no debe confundirse con la «depresión endogámica».

DEPRESION ENDOGAMICA. La llamada «depresión endogámica» es una posibilidad que no puede ignorarse. Con frecuencia se indica que la endogamia produce un decaimiento de la fuerza vital de los reproductores; en efecto, la mayoría de genes recesivos deletéreos se encuentran ocultos en los heterocigotos. Como la consanguinidad disminuye la frecuencia de heterocigotos, tiende a desenmascarar estos genes recesivos detrimentales, en forma de homocigotos.

La pérdida de energía vital se debe a la homocigosidad creciente en los poligenes indeseables que controlan la salud, el vigor y la capacidad reproductiva. El efecto de cada uno de ellos es reducido, y pasaría inadvertido, pero el efecto simultáneo de varios de ellos, se traduce en un animal de aspecto enfermizo sin motivo aparente, de retraso en el crecimiento, menos vivaz que sus hermanos de camada y predisposición a todas las enfermedades que se presenten.

En las poblaciones normales esos poligenes ligeramente deletéreos se presentan como heterocigotos y su presencia pasa inadvertida hasta que son puestos en evidencia por la endogamia.

Para explicar porqué las líneas endogámicas ven reducido su vigor y fertilidad pensemos primero en una población en la que los cruzamientos se den, habitualmente, entre individuos no emparentados. Si en un individuo aparece por mutación un alelo deletéreo recesivo, transmitirá ese alelo a la mitad de sus descendientes. Como el alelo es recesivo, puede permanecer transmitiéndose y extendiéndose durante generaciones en esa población sin que se note nada en el fenotipo. Si se diera un cruce endogámico y dos miembros de la población, portadores del recesivo, tuvieran descendencia entre ellos, según la herencia mendeliana cada descendiente tendría una probabilidad de 1/4 de ser homocigoto recesivo, mostrando entonces el fenotipo aberrante.

Como las mutaciones deletéreas suelen estar a frecuencia baja en las poblaciones, dos individuos cualesquiera de una población grande, aunque puedan llevar mutaciones deletéreas en heterocigosis, tienen una probabilidad muy baja de ser portadores del mismo alelo recesivo. Por ello la frecuencia de aparición de anomalías genéticas en la descendencia de individuos no emparentados es, proporcionalmente, mucho menor que en la de individuos emparentados.

En las líneas endogámicas en las que se fuerza el cruzamiento entre parientes generación tras generación, irán surgiendo homocigotos recesivos para muchos alelos deletéreos o letales, por lo que cada vez los individuos serán más débiles, menos fértiles y las líneas más difíciles de mantener. Las líneas en las que aparezcan letales en homocigosis se perderán, de manera que tras sucesivas generaciones de endogamia forzada las líneas resultantes no tendrán letales, aunque pueden tener numerosos alelos deletéreos en homocigosis.

Cabe preguntarse porqué los alelos recesivos que aparezcan por mutación han de ser deletéreos en homocigosis. La respuesta es doble, primero porque los alelos mutantes representan una variación frente a una situación previamente adaptada. Pensemos, en este ejemplo: si un impresor comete un error al imprimir una hoja de un libro y cambia al azar una coma, una letra o una palabra, es muy difícil que el texto mejore respecto al manuscrito original, casi siempre empeorará. En segundo lugar porque no importa cuantos alelos recesivos «buenos» haya; en cuanto aparezca un solo homocigoto para un alelo «malo», el individuo será peor que si fuera heterocigoto en ese locus. Basta, por ejemplo, un sólo alelo mutante en homocigosis para producir sordomudez, no importa cuantos genes «buenos» haya para otros caracteres.

Eso no significa que todos los perros sean portadores de esos genes indeseables, ni que la endogamia produzca indefectiblemente una descendencia frágil. Ni mucho menos. La endogamia es inocua en  los animales inherentemente sanos y normales, pero merece la pena tomar algunas precauciones, tal como la introducción de al menos un elemento de salud fuertemente ponderado en el análisis de las características de los animales. Los poligenes deletéreos pueden afectar a cualquier rasgo de un perro normal, imperceptiblemente al principio, más seriamente después, si no se han tomado las disposiciones convenientes. Puede producirse un descenso del peso al nacer seguido de crecimiento insatisfactorio, alteración de la capacidad reproductora en la forma de falta de interés por el sexo contrario, falta de deseo de copular o disminución de la frecuencia copulatoria. En ambos sexos la madurez sexual se retrasa. Los períodos de celo de la perra son irregulares, el número de cachorros por camada disminuye y las camadas no alcanzan el peso normal. La depresión endogámica suele presentarse paulatinamente, afectando a ciertos animales y a otros no. Por consiguiente, conviene combatirla haciendo procrear exclusivamente los perros más sanos y vigorosos. Si no se logran los resultados esperados sólo resta el recurso a cruzamientos externos. No obstante, se debe estar muy atento con la integración de material genético distinto, ya que puede comportar la introducción de defectos inesperados.

EFECTOS DE LA SELECCION Y DE LA ENDOGAMIA. Los efectos de la selección y de la endogamia son tan trascendentes en la reproducción animal que juzgamos útil contrastarlos de la forma resumida siguiente:

SELECCION                     ENDOGAMIA

-Perpetuación de algunos genes.             -Fijación mayoritaria de genes
-Disminución reducida de la                      -Disminución ininterrumpida
heterocigosidad.                                         de la heterocigosidad.
-Aumento de la similitud                             -Aumento de la similitud
fenotípica.                                                     genotípica.

A primera vista podría parecer que las consecuencias de la selección y la endogamia son complementarias, y que basta con que el criador seleccione los animales apropiados y los haga criar entre sí para que los mejores genes se fijen y se obtengan animales de primera calidad. En realidad resulta muy difícil concentrar todos los genes deseables en unos pocos individuos para que puedan fijarse en la descendencia. La endogamia conlleva el agotamiento de la variabilidad genética y el perro deja de progresar. Una posible solución de compromiso consistirá en una endogamia leve o moderada. En cambio no puede existir compromiso en materia de selección; esta debe ser lo más estricta posible, habida cuenta de la calidad de los animales disponibles. Las fijaciones de los genes deben proseguir incansablemente pero sin prisas, evitando que los rasgos indeseables se fijen antes que el criador haya llegado a eliminarlos. La aparición de ciertos caracteres indeseables son posibles en cualquier momento del proceso, de ahí la necesidad de proseguir la selección.

 El pedigree es una herramienta de selección, es como tener un libro, si no lo abrimos y no lo leemos, no tendrá ningún uso. Saber leer el pedigree de nuestro perro podrá decirnos mucho acerca de el, el pedigree es como un libro de historia sobre la carga genética de cada ejemplar a través del cual nos podrá ayudar a determinar con que ejemplares cruzar, que podremos obtener, que líneas posee y si conocemos mas allá (que trasmite cada línea), viendo también como rindieron sus ancestros en los ruedos (si hay CH), que sistemas de cría fueron usados para la obtención de este ejemplar y como criar nuestra próxima generación. Si no sabemos leer, interpretar y entender el pedigree de nuestros ejemplares (por desconocimiento de las líneas que contiene) no tendremos buenos resultados o tardaremos en obtener algún resultado positivo. Mientras mas sepamos de las líneas que estén en ese libro (debilidades y fortalezas) mejor será el trabajo al criar la próxima generación.

El pedigree proveerá la herramienta que nos permitirá o nos hará capaces de tomar sabias decisiones de manejo en los sistemas de cría en nuestra línea. Algunos de nosotros según su raza vera o leerá en el pedigree que la línea «tal» trasmiten hueso-estructura (musculatura), la línea «cual» trasmite cabezas, otras movimiento, y así muchas características mas pero también nos mostrara que líneas poseen defectos que a lo mejor no poseemos y no queremos incluir en nuestras líneas o sencillamente que tal perro no trasmite nada (entonces para que perder nuestro tiempo). Por esto es de suma importancia el pedigree nos alertara de defectos o cualidades presentes en un ejemplar que queramos criar o comprar.

La cría canina no responde solo a una ciencia (el sentido básico del término <ciencia> es <conocimiento>. Es la acumulación de conocimiento, no sólo como datos y hechos, sino como una comprensión o interpretación del mundo material que nos rodea y también es un arte. El criador debe de tener intuición (un buen ojo clínico), cuestión que no se aprende en los libros sino que se adquiere a lo largo de años de observación, guiados por la experiencia, el amor y la afición a los perros. Debe examinar la genealogía de los reproductores para calibrar las cualidades que aportan los ascendientes y también los defectos. Un título de campeón no significa que un perro sea un buen reproductor y menos aún que sus hijos sean buenos perros de trabajo o las exposiciones. Por lo que es muy importante examinar y estudiar sus camadas anteriores (instinto cinegético y rendimiento de sus hijos) y la calidad de sus antecesores. Conocer la impronta genética de un semental y saber si transmite las cualidades que consideramos apropiadas para compaginar con las de la hembra, es un paso hacia el éxito en la cría responsable.

La cría es considerada una ciencia inexacta, por estar basada en la genética que son teorías, La palabra proviene directamente de un término griego, <theoreo>, que quiere decir <contemplo>; proviene del verbo <contemplar> o <percibir>, y por ello una teoría es algo conceptual. Es algo que percibo, algo que comprendo, algo que contemplo en un sentido conceptual. Así, una teoría puede ser definida como un concepto que unifica e interrelaciona los hechos observados. Una teoría es un entendimiento, una comprensión que impone un orden o significado sobre los hechos observados. El científico, al ir recogiendo ciertas informaciones o datos, al hacer experimentos y efectuar mediciones, reúne los datos que tiene delante. Entonces, al ver estos datos, percibe que no son resultados independientes o accidentales, sino que cuadran juntos en unas ciertas relaciones. Los hechos de la observación son como las piezas de un rompecabezas, y la teoría es la imagen que sale cuando se colocan todas las piezas en su lugar. De manera más exacta, la imagen es lo que hace posible poner bien las piezas pero en la cría no tenemos una seguridad en el resultado que vamos a obtener (es cuestión de tiempo), existe también el factor de que los criadores no reconocen el trabajo que hacen algunos criaderos para mejorar las líneas o una raza en especifico o para producir exitosamente un ejemplar. Unos criadores sostienen que es el semental el que ejerce una mayor influencia, otros creen que es la madre, unos buscan un método de crianza, selección, otros lo refutan y señalan que el que ellos usan es el mejor, los conflictivos cambian los nombres de los sistemas de cría y los mas osados los siguen usando, algunos argumentaran que el pedigree no significa nada, otros dirán que es tan cierto y confiable que lo usaran a ciegas lo que si es cierto es que un pedigree de un ejemplar malo no va a hacer que sea mejor, pero si determina que un perro bueno sea mejor, es decir, un perro con un excelente pedigree tiene su valor y ese valor se ve reflejado en sus crías apenas en las primeras generaciones… en fin… a pesar de que cada criador tiene su propia filosofía, todos se basan en una sola «cruzar lo mejor para obtener lo mejor» Los ejemplares sobresalientes pueden ser la llave del éxito de su cría. Estos animales portan los genes o combinaciones deseadas de genes. Es real que el que posea ganadores (Ch) en su pedigree no garantiza éxito, pero tienden a incrementar las probabilidades de producir prósperamente aunque no es determinante.

La compensación de defectos está muy arraigada, sobre todo entre criadores ocasionales de perros, la creencia de que un defecto se compensa y corrige pasándose al extremo contrario. Por ejemplo, si una hembra tiene las orejas muy pequeñas se suele buscar para cruzarla un macho que tenga las orejas muy grandes, pensándose que de esa forma se obtendrán orejas tipo medio y «correctas». Pues bien, este cruce genéticamente es equivocado porque si bien algún cachorro nacerá con el tamaño adecuado de oreja, otros las seguirán teniendo muy pequeñas y encima ahora nos aparecerán algunos con la oreja excesivamente grande. Es decir que si antes teníamos un defecto seguro en el genotipo, el «defecto oreja pequeña», con este cruce hemos introducido un segundo defecto seguro, el «defecto oreja grande» y en vez de reducir el problema lo hemos agravado. La solución para compensar un defecto pasa siempre por cruzar con ejemplares que tengan en su justa medida la expresión del carácter o forma que buscamos arreglar. De esta manera iremos estabilizando la carga genética hacia la corrección adecuada y la desaparición paulatina del defecto

La cría con énfasis en el pedigree o cría por selección nos permite usar los acercamientos de familias para obtener crianzas exitosas. Pero acá debo incluir que es básico tener conocimientos mínimos de cuido, gestación, biología, genética, reproducción, el estándar de la raza que criamos debe ser LA BIBLIA, debe ser aprendido y memorizado para trabajar apegado a el.

En todas las razas existen animales dominantes que pueden aportar avances a su raza por la importante habilidad de reproducir crías de alto grado de balance, tipo y calidad. Cada uno de estos ejemplares ayudan a perpetuar características de su línea al punto que al extenderla se convierte rápidamente en líneas de cría para el criadero que los posea. Por ejemplo algunos sementales son reconocidos por trasmitir buen movimiento, buen tipo, buena estructura (hueso), buen balance, buena cabeza o una combinación de varios rasgos al mismo tiempo. Nunca constituye una buena política criar con el solo objetivo de conseguir una característica única determinados a expensas del «tipo» (término éste con el que se quiere dar a entender la constitución general del perro) (morfología) ni tampoco de características tales como algunas buenas aptitudes de los padres, temperamento, etc. Es bueno que cada criador se centre en varias características a la vez y previniendo que al fijar unas características se pueden perder otras, hay que estar muy al pendiente y llevando un registro exhaustivo de lo que hagamos.

El futuro de una cría exitosa se posa sobre los hombros de aquel criador que posee buenos vientres de cría, ya que este criador escoge la calidad del semental que quiere para cubrir estas hembras. La diferencia en el resultado de cría esta estipulado por el buen manejo, el análisis y la interpretación correcta del pedigree tanto de sus hembras como el del semental escogido para mejorar y perpetuar su raza.

El criador o propietario de una o pocas hembras seria bueno que supiera catalogar a que línea pertenecen sus vientre. Estos se obtienen después de ubicar que animales aparecen con más frecuencia en sus primeras generaciones en su pedigree. Puede ser sencillo o utilizando el método de Writting o medición del grado de consanguinidad (es a su elección). Luego debería estudiar los tipos de cruces o métodos de cría para determinar que semental escoger para efectuar el cruce. Tendremos en cuenta que el criador no puede cambiar las leyes mendelianas ni el número de genes ni sus relaciones de ligamiento dentro de los cromosomas, ni predecir las mutaciones, ni las variaciones pero puede seleccionar (que es el método mas efectivo para cambiar las frecuencias genéticas y el promedio génico de la raza para variar determinadas características) estipulando que animales se cruzan, que sistema de cría usara, cuanta descendencia tendrán y cuales no se cruzaran jamás.

Primero recordaremos los tipos de cruces usados o Métodos de Cría, sus ventajas y desventajas para luego proseguir:

IN-BREEDING:

In-breeding significa el cruce de dos ejemplares pertenecientes a la misma familia entre sí. Su expresión máxima es de hermano/hermana (no permitido por la FCV), o padre/hija, madre/hijo, etc. A pesar de su «fama», el inbreeding no es necesariamente malo, pero para hacerlo bien hay que tener un amplío conocimiento de las leyes genéticas, y conocer a fondo y en detalle los padres, abuelos y bisabuelos de las aves en cuestión. Es un arma muy útil en manos expertas, y sumamente peligrosa en manos del no entendido. No es, entonces, nada aconsejable para aquel que no reúne el conocimiento y experiencia imprescindible para aplicar debidamente este sistema.

VENTAJAS DEL IN-BREEDING:

La selección constante de determinadas características hace que el resultado, a través de tres ó cuatro generaciones, sea un ejemplar dominante para todas esas características. Es una forma de fortalecer lo deseado y de eliminar lo no deseado.

DESVENTAJAS DEL IN-BREEDING:

Las desventajas en el cruce de por ejemplo hermano con hermana (no permitido por la FCV), al tiempo que se producirán algunos ejemplares reuniendo lo deseado de ambos, también aparecerán algunos que reúnen todo lo no deseado. Estos últimos son o bien el resultado de fallos que ya se veían en uno de los ejemplares (Si se veían en ambos, nunca deberían haber sido apareados), o bien porque el gen del «fallo» estaba disimulado en la composición genética de los padres, heredado por lo tanto de los padres de estos. Por ello, la necesidad de conocer íntimamente a toda la «familia», como son y como reproducen, antes de hacer el in-breeding. Al meterse en in-breeding, el criador debe estar preparado para estos «desastres» que han de ser o bien eliminados o neutralizados para que no puedan reproducirse jamás ni tan siquiera «por accidente». Si no se es dispuesto a ello, a afrontar las consecuencias del in-breeding, más vale no meterse en ello. Otra desventaja del in-breeding, llevado a cabo de forma extrema, es:

1. Menor índice de fertilidad tanto en los machos como en las hembras.

2. Mayor predisposición a las enfermedades.

3. Fallos del sistema esquelético, crecimiento y desarrollo. Entre otras…

El criador que utiliza este sistema debería estar dispuesto a guardar todas sus camadas hasta que alcancen la edad de madurez para estar seguro que cuando finalmente vende sus crías, están exentos de fallos corporales y que ya han pasado por la delicada época de temprana edad cuando están más expuestos a enfermedades.

LINE-BREEDING:

Line-breeding significa el cruce de dos ejemplares de la misma línea, o sea, es un tipo de in-breeding débil. En su extremo más cercano al in-breeding podríamos considerar el cruce de medio-hermanos, padre-nieta, primos etc. El line-breeding se efectuó para fortalecer las mejores características de la línea sin perder su «tipo establecido», sin arriesgar tantos problemas como pueden surgir del in-breeding estricto.

VENTAJAS DEL LINE-BREEDING:

Line-breeding es el sistema más común entre los «criadores serios» ya que les permite incorporar las virtudes de ambos progenitores en los hijos pero sin doblar los riesgos de producir ejemplares tan defectuosos. Es una forma de conseguir que los «puntos buenos» de un tal ejemplar (llamémoslo «XX») se expresen en forma segura en la nueva generación. No obstante para ello hemos de tener en cuenta todos esos rasgos de toda la familia en cuestión para asegurar que mientras se reproducen los buenos puntos de «XX», no vayan a reproducirse los malos puntos de «Cualquiera», miembro de la misma familia.

Para reproducir el tipo de «XX», es necesario que «XX» conste en el pedigree de la nueva generación varias veces. Si contamos a los padres como la Primera Generación, «XX» tenía que aparecer dos veces en la Segunda Generación, tres veces en la Tercera Generación, ó cuatro veces en la Cuarta Generación.

DESVENTAJAS DEL LINE-BREEDING:

Las desventajas del line-breeding son las mismas que del in-breeding aunque algo más suaves en su repercusión. No obstante, un line-breeding continuo nos llevaría a los mismos resultados del in-breeding, que son los siguientes: no ser muy fuertes, falta de vigor reproductivo, desordenes esqueléticos, etc.

GRADE-UP BREEDING:

Grade-up breeding significa el subir de grado (hacia la perfección) de los ejemplares que son mediocres. El proceso consiste en encontrar a un semental que sea homocigótico para todas las características que desearíamos producir. O sea, un macho que no tenga genes recesivos para ellas. Es imprescindible estar seguro de dicha homocigoticidad, conociendo a fondo los padres, abuelos y bisabuelos de él, así como los que ha producido en cruces anteriores.

Cruzando la hembra mediocre con este macho. Posteriormente se cruza una hija de ese cruce nuevamente con su padre. Una hija de este cruce se vuelve a cruzar con su padre-abuelo, o puede utilizarse un hermano u otro pariente cercano a él siempre que sea igualmente homocigótico. Durante 5 generaciones, las hembras «vuelven» al semental/familia.

VENTAJAS DEL GRADE-UP BREEDING:

El grade-up breeding se logra, efectivamente, que de una línea mala, a través de 5 generaciones, se produce una buena línea.

DESVENTAJAS DEL GRADE-UP BREEDING:

Como este grade-up es, a fin de cuentas, un tipo de in-breeding, mientras que no se producirán ejemplares recesivamente defectuosos, sí pueden producirse algunos problemas de fertilidad y debilidad ante las enfermedades. Además, después de luchar para criar 5 generaciones, el resultado final no será mejor que el semental que elegimos al principio. Por lo tanto, es más práctico y más seguro desistir de criar con ejemplares mediocres, y se deben eliminar o colocarlos en casas de familia esterilizados donde no serán nunca usados para criar. Se deben adquirir aunque sean más caros líneas de las cuales se pueden criar buenos ejemplares desde el principio.

OUT-BREEDING:

Out-breeding significa cruzar «fuera de línea», o sea, entre ejemplares de la misma raza que no tengan ningún pariente en común entre las últimas cinco generaciones.

VENTAJAS DEL OUT-BREEDING:

El out-breeding es una forma muy útil de crianza, sobre todo, para eliminar las características homocigóticas recesivas de los ejemplares. Por ejemplo si la hembra es excelente pero tiene un fallo que reproduce además en los hijos, como puede ser, por ejemplo tener la cabeza pequeña, seria conveniente cruzarla con un macho que no solo tenga la cabeza ideal o apegada al estándar, sino que también las tengan sus padres, abuelos e hijos de cruces anteriores. Este macho homocigótico para cabeza ideal nunca dará ejemplares de cabeza pequeña. (es solo un ejemplo)

DESVENTAJAS DEL OUT-BREEDING:

Lógicamente, este semental de cabeza ideal, no solo va a aportar a la cabeza ideal, sino toda una serie de genes tanto, dominantes como recesivos que podrían alterar la línea ya conseguida por el criador de la hembra. Por ello, es necesario que los hijos de cabeza ideal o perfectas (recordando que todos tendrán cabeza ideal, pero todos serán capaces de producir cabezas pequeñas también por la heterocigoticidad) sean introducidos nuevamente en la familia de «línea tipo». Sólo un 50% de los hijos tendrá cabeza ideal, y de forma heterocigótico. A la tercera generación se pueden cruzar estos hijos/nietos entre sí produciendo algunos ejemplares homocigóticos para las cabezas ideales incorporadas el resto de las características de la línea tipo. Cruzando el resultado de ese cruce con hembras de cabeza pequeña de la misma línea o incluso de otra línea, se verá cual es el homocigótico de la familia ya que todos los de «su» camada tendrán la cabeza ideal mientras que los heterocigóticos tendrán algún porcentaje de cabezas pequeñas.

Otra desventaja es que, a pesar de que la primera generación sea buena en un out-breeding dónde no se pretendía «eliminar» ningún defecto especifico sino mejorar en general, todos los hijos posean los genes de las dos líneas. En los cruces de entre ellos (in-breeding hermano/hermana) (no aceptado por la FCV) veríamos que algunos de los hijos se parecían a un abuelo pero con determinadas características de una abuela etc. Y esas características no necesariamente resultan armoniosas, por «hermosos» que fuesen el abuelo y la abuela en sí individualmente.

CROSS-BREEDING:

Cross-breeding significa el cruce entre ejemplares de diferentes razas. Hoy en día, «accidentes» y perros vagabundos aparte, ningún criador se dedica a cross-breeding, ya que existen razas suficientes para cubrir todos los trabajos o cualidades que se pueden necesitar de un perro. Por supuesto, las razas puras que conocemos hoy en día son, en su mayor parte, el resultado de los cruces de este tipo de hace un siglo o más. Si deseásemos hacer una nueva raza, habría de guardar todos los hijos de cada generación para ir seleccionando los que más se acercaban al «ideal» concebido. Normalmente se necesitarían unas 15 generaciones para tener «una raza» y luego podrían pasarse muchos años más hasta que fuese aceptada por algún organismo oficial.

IN-BREEDING X IN-BREEDING:

In-breeding X In-breeding significa el cruce de ejemplares (machos y hembras) que son procedentes de un «in-breeding» de una línea cruzado con otro de un «in-breeding» de otra línea. O sea, ambos ejemplares son homocigóticos para un gran número de características de su línea y ahora se utilizan en un «out-breeding» a un «line-breeding» débil, para juntar lo mejor de ambas líneas.

VENTAJAS DEL IN-BREEDING X IN-BREEDING:

Si tenemos la suerte de encontrar a dos líneas cuyas composiciones genéticas son compatibles, será el éxito total. Por supuesto lo normal es pasar años y años buscando a esas líneas que vayan a ser compatibles!

DESVENTAJAS DEL IN-BREEDING X IN-BREEDING:

La homocigoticidad del macho (digamos AA) puede encontrarse con una homocigoticidad recesiva en la hembra (aa) por lo que todos los hijos serán heterocigóticos Aa. Habrá de cuidar mucho los cruces de estos, «volviendo» a una de las líneas en cuestión, para evitar que tengamos sorpresas de poca armonía.

Ahora bien, conociendo los métodos de cría que podemos usar vemos que hay que tener en cuenta que el perro homocigótico para su línea o sea, aquel que tiene genes dominantes para producir las características de ella cruzado con otro que sea homocigótico para otra línea, puede producir unos ejemplares muy hermosos. Pero, como estos hijos son todos heterocigóticos con unos genes dominantes de una línea y otros de la otra, los hijos de estos pueden darnos algunas sorpresas no muy agradables en su falta de armonía de características. También puede que dos ejemplares de la misma línea den unos resultados muy buenos que seguirán perfeccionando a esa línea o puede, por un exceso de homocigocidad, que los resultados sean un auténtico fracaso.

Debemos saber las ventajas y desventajas de cada método de cría para saber a que atenernos. Un criador conoce el verdadero valor de un semental en su habilidad de transmitir a su descendencia y no en sus cualidades físicas (fenotipo) exclusivamente. Un semental resultado de una concienzuda cría por selección aportara mejoras mucho mas a nuestra línea y en menos tiempo que uno que sea producto de un cruce abierto. Este podrá procrear mejores cachorros de calidad y de avanzada en un periodo menor de generaciones que otro ejemplar que sea de una línea desconocida y que no posea un sistema de cría por selección.

Se prevé que en un futuro próximo se modifiquen los objetivos de selección y puede que el enfoque de un índice producción balance-tipo no sea suficiente. Este índice selecciona por caracteres trasmitidos para obtener una alta concentración de buenas características en la cría por unidad de tiempo y los caracteres de tipo para obtener animales funcionales o longevos. Es más lógico que existan subíndices relacionados con objetivos concretos en sustitución de un objetivo de transmisión de caracteres, de salud-longevidad y que estos índices sean ponderados por su contribución en un índice global utilizado para la ordenación de los animales en los principales criaderos.

En otros países, algunos clubes de raza han organizado una amplia recogida de datos por sementales y crías que permite la incorporación de otros caracteres en el programa de mejora ya que es más fácil obtener información de que trasmite cada ejemplar y ver que podemos usar según nuestras necesidades. Por ejemplo, deberían incluir las valoraciones genéticas que trasmite, cantidad de cachorros para promedio de los de calidad y los portadores de defectos, tipo de cruce por selección del que proviene, la facilidad de parto y todos los datos que cada criador aporte son importantes.

Se han iniciado valoraciones genéticas de los caracteres relacionados con la fertilidad en las hembras, como son la edad al primer parto y el intervalo entre partos. El carácter más importante relacionado con la fertilidad de la hembra es la tasa de no retorno. La información necesaria para realizar la predicción del valor genético está recogida pero se necesita una labor importante de preparación de los datos y la interpretación de los mismos.

Elegir entre una u otra de las líneas dependerá de nuestros gustos personales, ya que la calidad que reproducen estos afijos está avalada por largos años de éxito en competiciones y no cabe la menor duda de que todos sus ejemplares poseen las cualidades que marca el estándar. Si alguien se pregunta qué llevó a estos criadores a crear sus propias líneas le remitiremos al estándar de cada raza y en él a apreciar que todos los ejemplares de una misma raza son tan variados entre sí en muchos aspectos, tales como estructura, tamaño, color, movimiento, temperamento, etc… que la única forma de «marcar» aspectos concretos era «crear», a partir de perros de similares características físicas y mediante cruces consanguíneos, un círculo cerrado de sangre que por fuerza debería dar cachorros semejantes a sus progenitores, unos de mayor calidad que otros, pero todos en consonancia con el patrón predeterminado por el criador y por supuesto guiados por el estándar. Pero como un exceso de consanguinidad puede llegar a degenerar la genética de los ejemplares, se introduce sangre nueva (creando una línea paralela de cría) en proporciones cuidadosamente estudiadas y controladas, para que «rompiendo» el círculo sanguíneo la línea, se fortalezca, pero se mantuvieran las características que se habían conseguido fijar, aunque la ley de los promedios le dará siempre la ventaja a los cruces por consanguinidad ya que si se cruzan dos ejemplares de distintas líneas se puede esperar una camada mas variada que la que resultaría de dos padres relacionados cercanamente o de la misma línea.

Evitando por supuesto el error de conceder a un solo sexo la responsabilidad de legar su carga genética; y muy comúnmente ésta recae sobre el macho, considerando a las hembras como simples receptoras, que por obligación parirán cachorros parecidos al padre. Jamás obtendremos buenos resultados si no concedemos a cada uno la importancia que tiene en la reproducción, y no sólo padre y madre, sino también a todos sus antepasados, de los que ellos han heredado los genes que trasmitirán. Que un perro sea campeón no es garantía de que también sea buen reproductor, y puede darse el caso, y se da con demasiada frecuencia, de que sea un precioso ejemplar (ganador de BIS, Ranking, mundiales) pero un mal reproductor (hablamos tanto de machos como de hembras).

Tengamos en cuenta que ningún perro «TOP» reproductor es fruto de la casualidad, sino una merecida recompensa con la que el criador de elite ve premiados sus esfuerzos. Conseguir un «TOP» en cada generación es un sueño de todos los aficionados, pero ellos saben lo difícil que es que aparezca este ejemplar excepcional en muchas generaciones de selección. Por ello su meta es, en resumen, reproducir siempre ejemplares de calidad, en la línea de su tipo, apegados en todo momento al ideal de estándar de la raza y llegar a ver en lo más alto al mayor número de ejemplares.

Criar para muchos tal vez sea un negocio, pero el auténtico criador no lo considera así: criar es una creación que tiene mucho de arte y que exige muchas horas de estudio y trabajo incesante. Un buen criador jamás pasará a la historia de la raza por el número de ejemplares vendidos, sino por la calidad del trabajo realizado. Después de tener presentes estas premisas estaremos en condiciones de averiguar a qué línea pertenecen nuestros perros y plantearnos con seriedad si la proporción de sangre de un solo tipo que poseen podrá ser garantía de conseguir, cruzando con ejemplares de calida y producto de cruces consanguíneos y criar de forma consecuente (en Venezuela se han tenido poco en cuenta los pedigrees a la hora de reproducir, por lo que podemos encontrar las más variadas combinaciones en la sangre de nuestros perros). En nuestro esfuerzo por criar con la mayor calidad deberíamos contar con el apoyo y la ayuda constante del Club de la Raza (si no existe debería trabajarse en que se cree), puesto que su principal preocupación debería ser velar por el auge y la pureza de la raza, informando con imparcialidad y luchando por formar jueces que conozcan con todo lujo de detalles la raza que van a juzgar, puesto que el éxito en el ring de ejemplares sin cualidades y que poco o nada aportan a la raza desorienta a muchos y falsea la realidad.

En cuanto a la transmisión de defectos, los animales están formados por miles de millones de celdas diminutas. El núcleo de estas celdas contiene toda la información que regula la actividad de la celda y por lo tanto la forma y la función del tejido en este cuerpo especial que esta destinado a formar a este animal individual en última instancia. Esta información viene de los padres del animal, aproximadamente así: la mitad de la madre y la otra mitad del padre.

Esta información en la que toda vida se desarrolla es en forma de ADN (ácido desoxirribonucleico). Un gen es una parte de una molécula de ADN, llevado sobre un cromosoma. Entonces un cromosoma es como un cordel largo de genes. Los centenares y los incluso miles de genes pueden ser llevados sobre un cromosoma especial.

Los cromosomas existen en pares en el núcleo de dicha celda, excepto en el huevo. Cuando un huevo es fecundado por el espermatozoide, da como resultado una célula en el que el animal se desarrollará y tiene pares completos otra vez. Ésta es la manera en la que la mitad de la información genética viene de cada padre.

El perro tiene 78 cromosomas, en 39 pares, sobre las que aproximadamente 100,000 genes ubicados. Este hace el genotipo del animal.

El fenotipo es el lo que usted en realidad ve en el animal y esto puede ser influido por factores tanto ambientales como del desarrollo. Por ejemplo, el tamaño de un perro adulto es determinado en parte por los genes tanto de su padre o madre, pero también es influido por factores ambientales como su salud cuando era cachorro, el clima y su alimentación entre otros muchos aspectos.

Cada gen es un par de cromosomas que tiene una pareja en el mismo puesto (o el punto) sobre el cromosoma combinando. Cada miembro de un par de gen es llamado un alelo. Un gen puede tener muchos alelos dentro de una población pero un animal individual tendrá solamente 2 alelos que influyen en un rasgo especial. Si los 2 alelos son idéntico (AA o aa para el ejemplo), el perro es homocigótico en ese punto; si los alelos son diferentes (Aa), entonces es heterocigótico en ese punto especifico.

Si el alelo es dominante, solamente 1 copia es requerida para expresar el rasgo; si es recesivo entonces tiene 2 copias. Las letras mayúsculas son usadas para representar los rasgos dominantes, las letras minúsculas para las características recesivas Por lo tanto, para un rasgo dominante, AA o Aa expresará la característica especial, mientras que para una característica recesiva solamente aa expresará dicha característica. El heterocigoto (Aa) será un portador – fríamente inmune pero capaz de pasar el alelo perjudicial a los cachorros.

Las características relaciones sexuales -portador son ligeramente diferentes. Las hembras tienen un par de cromosomas X (XX) mientras los machos tienen 1 X y 1 cromosoma Y (XY). Por lo tanto, 1 porción de un rasgo X. Recesivo (x) causará la expresión de esa característica a un macho, mientras que una mujer con solamente 1 porción (xx) será una mensajera fríamente inmune.

Una afección de una enfermedad o anormalidad pueden ser causadas por muchos factores. Algunos de éstos son genéticos; es decir el desorden puede ser el resultado de una mutación en un gen que lleva la información especial. Algunas mutaciones son espontáneas, como una mutación causada por las toxinas consumidas por la madre durante el embarazo. Un defecto heredado es uno en el que el gen defectuoso ha sido heredado (trasmitido) de uno o de ambos padres.

Muchas condiciones que tienen una base hereditaria bien documentada también podrían tener otras causas. Por ejemplo, hay algunas formas de cataratas que son hereditarias, pero las cataratas también podrían existir como consecuencia de una lesión, las toxinas, o una enfermedad como la diabetes. El tratar de determinar si un trastorno es heredado, el criador deberá mirar muchos factores, incluyendo la edad cuando el desorden se pone evidente, si es limitante u otros parientes son afectados y sobre todo si el defecto se sabe que existe en esa raza. Es muy importante que los trastornos heredados sean identificados con el propósito de que la información pueda ser transmitidos a él criador y sobre una balanza más grande para que programas de reproducción puedan ser planificada para reducir o eliminar estas condiciones debilitantes en perros.

Por ende debemos tomar en cuenta y conocer a fondo el estándar de la raza que criamos para saber que es lo correcto y como debemos actuar. A mi criterio un criador debe limpiar primero su línea de defectos y debe evitar introducir defectos que no tenga dentro de su stock de caracteres para limitarse a introducir solo aquellos caracteres buenos que le ayuden a obtener una progenie optima.

El dibujo específico de la herencia no ha sido establecido para muchos de los trastornos que se creen son heredados. Donde el modo de la herencia no es conocido, razas que tienen un riesgo en aumento, en comparación con otras razas de perro, es muy apropiado tener una raza donde estén inmunes ciertas enfermedades hereditarias.

Si hablamos de autosomal dominante entendemos que solamente 1 copia del gen, que puede ser heredado de cualquier padre, es requerida causar el rasgo. El padre con el rasgo dominante pasará el gen afectado a aproximadamente a la mitad de sus crías y el rasgo será evidente en tanto el padre como la progenie afectada. Estas condiciones son poco comunes porque, mientras sean detectadas tempranamente se pone en evidencia antes de que el perro llegue a su edad de reproducción, el desorden puede ser eliminado fácilmente evitando la reproducción de estos perros afectados como el color de ojos azul, sordos o manto color hígado, etc.

En muchos casos sin embargo, hay dominio incompleto. El rasgo podría ser dominante con expresividad variable, que quiere decir que si cualquier padre es afectado, todos los cachorros tienen una susceptibilidad para el desorden pero no todos serán afectados equitativamente. Alternativamente, un rasgo dominante podría tener penetrancia incompleta. Si la penetrancia es 75 % por ejemplo, solamente aproximadamente 3 cuartos de las crías heredarán el rasgo

El gen recesivo Autosomal esto es el modo más común de la herencia para las condiciones genéticas en perros. Atrofia retinal progresiva (PRA), que causa la ceguera en muchas razas, es tal rasgo. Para ser afectado, el animal debe heredar 2 copias del gen (genotipo pp), 1 de cada padre. Los perros con el PP de genotipo (la normalidad) o Pp (portador) serán fríamente normales pero el mensajero pasará el gen afectado a aproximadamente la mitad de los vástagos. Mientras mensajeros (Pp) son unidos a animales normales (PP), los vástagos estarán inmunes pero algunos serán portadores. Si 2 portadores son cruzados, algunos de los vástagos (aprox. 25 %) serán afectados.

Un Ejemplo:

Mientras la frecuencia de un gen para un trastorno recesivo se queda bajo en la población, el gen especial puede ser trasmitido a muchas generaciones antes de que por casualidad 2 mensajeros son unidos y los cachorros son nacidos. Sin embargo, la frecuencia de gen puede ponerse inusitadamente alto debido a la reproducción de miembros de la familia cerca, o debido a el «Semental popular» afecto, donde un semental con un gen recesivo perjudicial es apareado frecuentemente debido a los rasgos deseables, es decir, que no nos fijamos en sus ancestros sino de buenas a primeras nos vamos por lo que vemos (su fenotipo). De allí que se reitera que no todos los ejemplares llamados Campeones o Fabulosos, son los ideales para ser usados en las cruzas, hay que variar y usar varios ejemplares, donde ambos se complementen, es decir, buscar en el otro ejemplar lo que le falta al otro.

Porque el gen recesivo es llevado en la población en animales aparentemente normales, por lo que es muy difícil erradicar estos rasgos. Sin embargo el índice puede ser reducido por la identificación de los ejemplares. Propietarios o criadores existen pruebas varias que han sido desarrolladas y es deber nuestro el uso concienzudo de esta información en programas de reproducción. Criadores, propietarios de perros, Clubes de raza deben trabajar en conjunto todos para el progreso sólido y ser conseguidos los fines de un producto prospero y en beneficio de la raza que crían. El uso de Clubes especializados de razas, donde se lleven estadísticas de los perros puede ayudar a erradicar estas anomalías (siempre que se cuente con la absoluta sinceridad de cada criador).

Cuando hablamos de rasgos de transmisión sexuales, el gene está ubicado sobre el cromosoma de X. Los machos tienen 1 cromosoma de X de su madre, y 1 cromosoma de Y de su padre, que lleva poca información aparte de la virilidad. Las hembras tienen 2 X cromosomas, 1 de cada madre y padre. Así que si una madre que es un portador para un gen recesivo perjudicial (xx) pasa el gen recesivo (x) a su hija, la hija será una mensajera inmune, pero sus hijos que reciben ese gene serán afectados.

Los rasgos antes mencionados son heredados de una manera sencilla. Muchos otros son heredados de un modo más complicado. A decir verdad, la mayoría por de los rasgos que son apreciados en el perro es el resultado de la interacción de muchos genes. Modificar genes puede influir cómo son exprimidos los otros genes. Como se dijo anteriormente, un rasgo puede ser dominante, pero con la penetrancia incompleta con el propósito de que no siempre es expresado. Epistaxis ocurre cuando alelos en un punto ocultan el efecto de otro par de alelos.

En la herencia Poligénica, los rasgos Poligénicos son controlados por un número desconocido de genes. La expresión de gen es influida en por una variedad de factores incluyendo el sexo, la alimentación, raza, tasa de crecimiento y cantidad del ejercicio. Estos son los rasgos cuantitativos es decir hay una extensión amplia dentro de la población. Tales rasgos incluyen sobre la altura, el peso, la calidad, las habilidades de trabajo y algunos defectos genéticos. Heredabilidad varía dentro de razas diferentes y dentro de poblaciones diferentes de una raza especial.

Dado que es prácticamente imposible determinar el genotipo exacto para tales rasgos, es difícil controlar los defectos con un modo de poligénica de la herencia. Los mejores intentos en el control son sobre la base de un plan corrigiendo los cruces para la identificación del defecto y los datos de una raza divulgando los resultados para que muchos criadores no cometan los mismos errores. La Displasia en canino es un rasgo de herencia poligénico y multifactorial (basada en la herencia de predisposición, o sea, la predisposición genética del perro a transmitir la enfermedad) es un problema en la mayoría de las razas grandes de perros, a pesar de los esfuerzos de controlar esta condición que se remonta a la década de 1960. Las organizaciones de cría y los veterinarios en varios países han desarrollado programas de control que dependen de la evaluación de Rayos X y un registro central de perros. La selección hecha cuidadosamente por criadores, usando esta información, ha reducido el índice de displasia de modo que en razas propensas en varios países han tenido el cuidado de revisar los genes de sus ancestros a los fines de su erradicación. En datos de heredabilidad ya pre-establecidos y basados en los componentes de la varianza, debidos al padre o a la madre respectivamente, la heredabilidad fue estimada en 0,43 +/- 0.08 y 0.45+/- 0.08; es decir oscila entre 0.4 y 0.5. Con este valor que indica casi un 50% de responsabilidad genética en el carácter, se puede esperar una buena respuesta a la selección. Cuanto menor es la heredabilidad, menos se puede esperar por los datos de los antecesores y colaterales para tener éxito en la selección. Debe recurrirse entonces principalmente a los datos que ofrecen las pruebas de progenie y es entonces a conciencia de cada criador el evitar y limpiar sus líneas de defectos usando todas las herramientas que estén a su alcance, bien sea por medio de exámenes de imaginología, de laboratorio, genéticos o el simple descarte de ejemplares (machos o hembras) que sean transmisores o visibles portadores de defectos que estén tipificados como tales en los estándares de las razas que criamos.

Haciendo un seguimiento por escrito, lo más cercano a la realidad de nuestro sistema de cría, ayudara en menor a mayor grado al desarrollo y mejora de la cría de una raza o a la creación de líneas de raza, sobre todo para los nuevos criadores que comiencen con buen pie y no cometan los errores que ya se cometieron en el pasado (ayudaría a acelerar el proceso). Por este motivo resulta esencial efectuar anotaciones para poder contar con un historial completo de la vida reproductora de nuestros cachorros a través del tiempo. Estas anotaciones nos permitirán conocer cuáles han sido los ejemplares que han sido apareados, cuántos cachorros por camada, el número de cachorro que han muerto antes de salir del útero, cuántos alimentados por su madre se desarrollaron sin problema alguno y el grado de perfección alcanzado por el cruce de esos padres tanto en lo que se refiere a su aspecto visual como en el cometido de su misión en la cría. Sobre la base de tales anotaciones resulta posible determinar el probable origen de cualquier problema en el caso de que surja.

Esto lleva también a concluir que utilizando en nuestro sistema de cría un semental que entre sus ascendentes se relacionen con los mejores animales del presente y del pasado de nuestros vientres permitirá que la relación de perros de baja calidad genética se diluya por el efecto de desmembramiento en el proceso de heredabilidad. Biológicamente cada cachorro toma la mitad de su herencia de cada uno de sus padres pero si uno de sus ancestros es dominante y es producto de cruces programados de consanguinidad la balanza se inclinará sin duda hacia ese individuo.

Un consejo que me gustaría dar, no use el perro del vecino solo por que no le cobra la monta, por que le sale mas barato o por que esta mas cerca, escoja un semental que produzca ejemplares de alta calidad (investigue) y no uno cualquiera. Selecciones lo mejor que pueda encontrar, úselo como semental de su criadero o cómprelo (si tiene la posibilidad).

El aspecto genético de la cría constituye un estudio fascinante en sí mismo pero es una disciplina que los criadores tienden o bien a practicar con entusiasmo o a detestar. No obstante, una vez se ha conseguido entender los principios básicos de la misma, resulta sorprendente la rapidez con que se desarrolla nuestro interés por ella. Por este motivo recomiendo encarecidamente a todos los criadores caninos que presten atención a este tema. Sin embargo, es de justicia señalar que no constituye en modo alguno factor esencial para llegar a ser un buen criador ya que algunos muy renombrados de entre los que concurren a exposiciones no cuentan con conocimientos genéticos de ninguna clase y compensan tal carencia con un buen ojo clínico, llevándose por el fenotipo de los ejemplares y a este respecto cabe añadir que en realidad, la cría gira toda ella en torno a la combinación de múltiples aspectos, tales como la selección de ejemplares, unos cuidados adecuados, unas instalaciones apropiadas, una actitud sensata y juiciosa a cerca de la frecuencia con que deben llevarse a cabo los apareamientos o cuán a menudo conviene acudir a exposiciones para medir como va el resultado de tal línea que llevamos en nuestras crías.

Conclusión

La base de dicho programa depende de la disposición hereditaria de

anormalidades o enfermedades. Sus tres formas principales son:

Anormalidades cromosomáticas – interferencias accidentales en la

disposición hereditaria (material genético).

Herencia monofactorial – (la anormalidad puede reducirse a un gen).

Herencia polifactorial – (la anormalidad es influida por muchos genes).

Los síntomas que pueden ser características de anormalidades hereditarias son:

Incremento repentino de una anormalidad dentro de un grupo afín.

Anormalidad en aumento por endogamia.

Presencia de una anormalidad a una cierta edad. La endogamia y/o

reproducción en línea sobre un vector puede resultar un desastre.

Patterson la llamó PSE (efecto popular por engendramiento).

Existen sólo dos formas de trazar un vector. a. Investigación bioquímica (sólo para unas pocas anormalidades) b. Apareamientos experimentales.

La utilidad genética en reproducción

La genética moderna posee extensos conocimientos sobre: – Estructura y función de los genes, vectores de herencia, su

composición y la forma de transferir material genético a las células

del cuerpo es muy importante. – La composición de estas células, especialmente de los cromosomas,

vectores de los genes. – La transferencia de los cromosomas y el acoplamiento de los genes

en los cromosomas.

Y un mejor concepto de: – Dominante y recesivo. – Variación en las características genéticas particulares. – La acción de los genes y el medio ambiente. – La utilidad de la población genética en crías pequeñas y grandes.

La reproducción de perros incluye: – Determinación de las características de raza, como las establecidas

por el modelo. – Mejora de las características relacionadas con la belleza y el

movimiento, aptitud para la caza y entrenamiento, carácter, etc. – Control de fenómenos adicionales no deseados.

¿Hay algo nuevo sobre la reproducción de perros? No, no hay nada. Todos sabemos que los conocimientos aportados

por la genética son indispensables. En la actualidad podemos traducir

los principios teóricos de la genética de modo tal que los principales

puntos sobre la reproducción práctica sean entendibles e interesantes.

Estructura y función de los genes

Hasta aquí, sabemos que toda la información genética se encuentra

en las estructuras bioquímicas, genes. La Ciencia ha avanzado tanto

que es posible analizar dichas estructuras. ¿Qué ventajas tenemos al

conocer la composición de estas estructuras genéticas?; bueno en

primer lugar, nos permite entender que todas las formas y funciones

que reconocemos en un animal y que son típicas para las especies y

la reproducción son determinadas por los genes. Existen por lo menos 10.000 genes diferentes. Cada gen, ya sea en

forma independiente o en combinación con otros genes o factores

ambientales, contribuyen a la aparición de: el fenotipo. Cuando la composición y función de los genes es normal, no hay

problemas. Sólo nos interesamos si una de esas pequeñas unidades

desaparece y por consiguiente detiene el funcionamiento normal.

Por ejemplo, cuando el gen de la coagulación desaparece, a uno le

gustaría saber qué pasa y qué puede hacerse. La hemofilia es sólo

uno de los casos conocidos: todos los tipos de características se interesan.

En algunos casos puede ser letal: significa que morirá,

incluso antes de nacer: el feto muere en una fase temprana. Cuando

los genes desaparecen, no siempre provocan problemas de salud:

el gen para el negro puede tornarse amarillo. Lo mismo sucede con los genes relacionados con las patas largas

o con la posición de las orejas. No obstante, un criador se interesa en estos genes porque le ofrecen

la posibilidad de reproducción. Acaso ¿no está trabajando con animales

que son vectores de genes deseados y las características de pertenencia?

La estructura de los cromosomas

Los genes sobre los que estamos hablando están vinculados del mismo

modo que las perlas en hilos llamados cromosomas. Cada célula de

cada perro cuenta 2 x 39 cromosomas diferentes. De cada par, uno

proviene del padre y otro de la madre (principio de fisión celular).

Esto implica que el 50% de la masa genética proviene del padre y el

otro 50% de la madre: no sólo en células corporales sino también en

estructuras celulares (los órganos) y en estructuras orgánicas

(el cuerpo).

Como los genes están vinculados en cromosomas como perlas en un

hilo, significa que los genes de diferente tipo situados en la misma

parte de un cromosoma se transmiten generalmente juntos. Por ejemplo los genes que contienen la resistencia contra la parvirosis

están junto a los genes correspondientes al grupo sanguíneo.

Entonces uno puede diagnosticar qué animales podrán resistir. Los genes en pares son conocidos no sólo por la resistencia y el grupo

sanguíneo. Actualmente se está preparando en laboratorio una

investigación sobre genes en pares de perros.

Dominante y recesivo

Un conocimiento extenso de los genes, especialmente la forma en que

funcionan, nos permiten comprender sus propiedades dominantes y

recesivas. En primer lugar, ahora sabemos que una interferencia en

la composición bioquímica puede hacer que un gen, con rol activo

primario en células especiales, detenga toda actividad, interrumpiendo

el metabolismo de estas células. Notamos que todos los cromosomas

se encuentran en partes en las células corporales. En cada par hay uno

del padre y otro de la madre. Los genes están en duplicado.

Por ejemplo, cuando el gen de pigmentación de un cromosoma (ej.

del padre) detiene su actividad, existe aún el cromosoma de la madre

en la célula corporal. Este gen alternativo tomará el rol del «muerto».

Por lo tanto, un perro con gen albino puede ofrecer una completa

pigmentación. Un perro de vector de P.R.A. puede tener una facultad

visual normal. Los genes existentes dominan a los genes ausentes.

El efecto de los genes rotos es recesivo. El fenotipo no muestra que

el animal es un vector de una disfunción hereditaria. Si juntamos

dos de estos vectores, entonces el 25% de la descendencia revelará

la disfunción. Por consiguiente, la pérdida de un gen no siempre resulta en la

pérdida de la característica. Un gen para pigmentación negra puede

tornarse marrón. Existen numerosos casos que así lo demuestran.

Y además, muchas de estas mutilaciones no son perjudiciales para

la salud. La existencia de estos genes mutilados contribuye a la variación

genética de las especies.

Por otra parte, también es posible que el gen mutante produzca

efectos perjudiciales para el metabolismo de células corporales

especiales. En especial, las células del sistema nervioso son muy

sensibles. Esto puede interferir en el comportamiento del vector, y

hay aún más. El funcionamiento de las células nerviosas especiales

puede desaparecer por completo. Un ejemplo típico es la parálisis de

las cuerdas vocales: una disfunción hereditaria dominante. Las características simples dominantes o recesivas no son fáciles de

percibir: eso en teoría. El pelo corto es dominante, pero la dominación

no es total: la mayoría de las crías serán de pelo corto, el resto puede

ser de pelo largo. Lo mismo sucede con las disfunciones hereditarias,

especialmente con aquellas relacionadas con el metabolismo. En estos

casos el gen normal es incapaz de tomar posesión de la alternativa uno.

Por lo tanto, el metabolismo del corpúsculo de sangre roja

(hemoglobina) trabajará normalmente siempre que no haya

necesidad de actividades extras como por ejemplo en las infecciones

parasitarias o en la marcha rápida. En estos casos es importante diagnosticar dichas características que

son letales cuando se reproducen razas puras y cuando se desean por

su belleza.

Interacción de los genes

No solamente la función e influencia de los genes es importante para

la reproducción. Mucho necesitamos del estudio de otras características,

la implicancia de una característica y un análisis de los factores y un

análisis de los factores influyentes. Hasta el momento hemos utilizado

la genética para justificar los colores de pelo, los tipos de pelo, las

disfunciones hereditarias, etc. conclusión: la Genética es un principio

de reproducción. Rara vez se utiliza la genética con respecto a las

características como: físico y movimiento, comportamiento, etc. ¿Por

qué?

Principalmente esto es debido a que dichas causas son muy

complicadas y compuestas por diferentes factores. Y esto plantea un

difícil problema aún cuando la ciencia nos ofrece muchas nuevas

posibilidades.

Un ejemplo de deficiencias hereditarias en cuanto a salud es el HD.

Todos los tipo de estudio establecen que el HD es un «síndrome». Esto

significa que la displasia es el conjunto de diferentes trastornos en la

articulación de la cadera: hay animales con huesos deformes, y en otros

los huesos de la cadera no están lo suficientemente unidos. Los

especialistas pueden separar estos tipos de deformidades. A pesar de

que estas deformidades pueden desarrollarse más o menos de forma

interdependiente, ahora entendemos que: hay animales con deformidades

principalmente en las articulaciones y otros con huesos deformes.

Resulta obvio entonces que dichas deformidades no son causadas sólo

por causas hereditarias, sino también por factores ambientales como

la dieta y el movimiento. Como factores hereditarios existen diversos

genes que influyen en estos huesos: no sólo su composición bioquímica

y biomecánica, sino también la construcción de la pelvis. También la

unión de los huesos de la cadera y en particular su desarrollo es provocado

por diferentes genes. El desarrollo de las articulaciones de la cadera es

determinado no sólo por los genes que fijan la estructura y fuerza del cóndilo

sino también los genes que establecen el tamaño y la fuerza de los músculos

y de los tendones.

El HD es un problema de los perros grandes y pesados y el resto lo

encontramos principalmente en crías con una construcción posterior

divergente.

Criar perros no significa la reproducción de animales particulares, es

criar varios ejemplares. Los animales particulares a su debido tiempo

pueden tener una importante influencia en la estructura de una cría. A

largo plazo las crías la composición de todos los individuos será

utilizada para la reproducción y para determinar la calidad y el futuro. Nosotros tenemos muchas crías, me atrevería a decir que más de

lo suficientes y mantenerlas saludables es una tarea difícil, incluso

una obligación. La reproducción es distinta a la cría para criar. La

diferencia en la reproducción estre las crías se basa principalmente en

las diferencias que hay entre las crías: diferencias en la estructura pero

también en el objetivo. En cuanto a estructura podemos establecer que hay

crías muy viejas y otras recientes, regionales y dispersas, con un nivel riguroso

y con muchas libertades.

Según el objetivo, sabemos que hay crías sólo por la belleza o para

compañía, para caza – incluso para cacería específica-, entrenamiento,

para tirar trineos, etc. Siempre que los resultados sean positivos no

tenemos por qué preocuparnos.

Por último, en la siguiente anécdota se ilustra la importancia de tomar en cuenta

los aspectos genéticos al decidir construir un programa de crianza:

En abril de 1977 un record de 22.000 espectadores concurrió al Kentucky´s Keenland Racecourse para ver a una potranca zaina llamada! Sexetary que corría en la tercer carrera. Ella nunca había competido pero era la favorita por una sola razón: «su padre». Era la hija de Secretariat, el primer ganador de la Triple Corona y el más grande purasangre de todos los tiempos. Grande fue la decepción de la multitud cuando ella colocó en cuarto lugar. En los años siguientes, los descendientes de Secretariat no sobresalieron, y aun habiendo servido a las mejores yeguas del mundo, nunca alcanzó la misma grandeza como reproductor que él poseía, sus hijos (machos) tampoco fueron excepcionales reproductores. Él murió en 1989 y parecía que se cerraba un importante capítulo ya que en su descendencia no había un solo ejemplar destacado como él. Poco antes de su muerte los criadores habían comenzado a notar una inclinación hacia la descendencia de sus hijas, aun aquellas que nunca habían ganado una carrera llegaron a ser y continúan si! endo algunas de las más grandes yeguas reproductoras del mundo, < br>produciendo purasangres ganadores de las más importantes copas. El atletismo excepcional de Secretariat «vive»en la segunda generación de descendientes producidos por sus hijas. Por años este fenómeno se popularizó tanto entre los criadores de caballos de carrera que cuando hablan de un ejemplar siempre dan el nombre de sus padres y el del abuelo materno, sin embargo no hubo una explicación científica de porqué ciertos rasgos saltaban una generación y eran pasados sólo a través de las hembras. Recién en 1997 apareció un artículo en la Revista Equus Nº 242 donde hay documentación de la evidencia científica del efecto del abuelo materno. Es hora que los criadores de perros comencemos a tener en cuenta este fenómeno. REPASANDO CONCEPTOS Sabemos que cada célula del cuerpo del perro tiene 39 pares de cromosomas, el 50% aportados por el padre y el otro 50% por la madre. Cada cromosoma contiene miles de genes que codifican para diferentes características muchas de las cuales nosotros podemos observar (color de ojos, manto, etc.) que constituyen el FENOTIPO, lo que nosotros no podemos ver es cómo están constituidas genéticamente y eso es el GENOTIPO. Sin embargo, a través del fenotipo y con conocimientos básicos, podemos predecir algunos genotipos. En aquellas características donde interviene un solo par de genes e interactúan en la forma Dominante-Recesivo es muy simple, no así en aquellas donde intervienen muchos de estos pares para una sola característica (poli genes) y son justamente las que más nos interesan como: angulaciones, color del manto, tamaño, etc. EXCEPCIONES GENETICAS Y EFECTO DEL SEXO La teoría de Mendel establecía que el sexo del gen donante (padre o madre) era inaplicable en la determinación de cual gen era expresado, así si ! la madre aportaba un gen dominante y el padre uno recesivo se expr esaba el dominante aportado por la hembra y viceversa. Pasaron más de 100 años hasta que el Dr. Allen en 1969 asombró al mundo con un estudio que parecía indicar que ciertos genes podrían estar relacionados al sexo en su expresión y en 1986 el Dr. Surani con sus experimentos en ratones concluyó que «algunos genes» NO seguían las leyes de Mendel, sin embargo, están programados para ser «activados» antes de la fertilización de manera tal que siempre serán expresados por sus descendientes, o «desactivados» y no serán nunca expresados. El factor que determina si esa clase de genes es pasada a la descendencia en forma activada o desactivada es el SEXO de los donantes. IMPRINTING O MARCA GENOMICA. Una hipótesis sostiene que existe un mecanismo por el cual machos y hembras pueden controlar los rasgos más esenciales. En el desarrollo fetal, por ejemplo, la meta reproductiva ! del macho es dar los más grandes y vigorosos descendientes, pero para la hembra engendrar un potrillo extremadamente grande podría ser mortal. Tal vez por esta razón, algunos genes críticos del desarrollo fetal son inactivados por el imprinting paterno, permitiendo a los genes de la hembra el completo control sobre muchos aspectos del tamaño fetal. SALTO GENERACIONAL El imprinting genómico crea un patrón de herencia cuya expresión es «saltar una generación». Para entender esto, imaginemos un gen humano con imprinting paterno que, cuando se expresa, da descendientes con cabello «azul»; cuando este gen no se expresa, el color de cabello de sus descendientes es marrón. Un hombre hereda el gen del cabello azul de su madre y por lo tanto su cabello es azul. Como él es varón, el gen del cabello azul está «desactivado» para trasmitirlo; de esta forma, sus hijos varones heredarán el gen en forma inactiva y todos tendrán cabello marrón. Cuando sus hijos varones s e reproduzcan el gen permanecerá «inactivo» y todos sus nietos (varones y mujeres), tendrán el cabello marrón. Pero cuando las «hijas» de este hombre se reproduzcan, el gen en su forma «activada» hará que todos sus hijos (varones y mujeres) tengan el cabello azul. Resultado: La característica reaparece en la tercera generación, pero solamente en los descendientes de las hijas del hombre de cabello azul. DUDAS Y DEDUCCIONES Muchas dudas quedan todavía sobre este fenómeno y la literatura aun no nos da respuestas de cómo puede ocurrir. Las deducciones de este hallazgo van más allá del mundo de los caballos de carrera. Ya un número de genes humanos con imprinting ha sido señalado. Los criadores de perros tendemos a ser impacientes y nos desilusionamos cuando extraordinarios machos no reproducen inmediatamente su excelencia, recordemos el «efecto del abuelo materno» y esperemos una generación.